En este contexto económico, los recientes datos publicados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) sobre los despachos de vino al mercado interno llaman la atención. El informe provisorio de julio de 2024 revela un crecimiento significativo en comparación con el mismo mes del año anterior, marcando un aumento del 6,9% en el total de vinos comercializados, alcanzando los 753.308 hectolitros, frente a los 704.555 hectolitros de julio de 2023. Aunque esta mejora todavía no alcanza a revertir el acumulado del año, que sigue marcando una baja del -2,5%.
Según el INV, los despachos de vino blanco subieron un 12,3%, mientras que los vinos de color, que representan la mayoría de las ventas, crecieron un 5,6%. Otra vez los blancos lideraron las subas, al igual que a nivel mundial; parece que es una tendencia que llega para consolidarse.
Es necesario destacar que uno de los factores clave detrás de este repunte es el aumento en la comercialización de vinos sin mención varietal, que representaron el 68,3% del total de despachos en julio de 2024, con un crecimiento del 8,6% en comparación con el año anterior. Probablemente, parte de la mejora de este segmento sea traccionada por su atractivo en precio.
Por otro lado, los vinos varietales también mostraron un desempeño positivo, con un aumento del 9,5% en los despachos, destacándose los tintos, que registraron un crecimiento del 11,3%. Sin embargo, el mercado de espumosos sigue en dificultades, con una caída del 35,5%, reflejo de un consumo retraído en productos de mayor valor agregado.
En cuanto a los envases, el vino en botella de 651 a 750 cm³ sigue siendo el formato preferido por los consumidores, representando el 67% del total despachado en julio de 2024, con un incremento del 20,6% respecto al año anterior. En contraste, el tradicional envase Tetra Brik, aunque aún relevante, sufrió una caída del 17,1%. Aquí hay un punto de atención: este producto tuvo un buen desempeño en los últimos meses y ahora está en caída. Algunos lo adjudican al “ciclo de inventarios”, pero habrá que ver si es así o si lo que vimos en meses anteriores es solo un rebote, propio de la mayor disponibilidad en góndola y de la apuesta de las bodegas a ese segmento con valores competitivos
