El 28 de marzo pasado fue una fecha que nunca olvidaremos quienes conformamos la Mesa de Carbono Forestal Nacional (MCFN). Ese día brindamos nuestro primer Simposio “Mercados de carbono: una oportunidad para el sector forestal en Argentina y Latinoamérica. La experiencia y proyección internacional, regional y local”, en el marco del VIII Congreso Forestal Latinoamericano (Conflat) y V Congreso Forestal Argentino que se realizó en la ciudad de Mendoza.
La sala Uspallata del Centro de Congresos “Dr. Emilio Civit” nos quedó chica y nuestros ojos no podían creer ver gente parada, sentada en el suelo o trayendo sillas de otras salas contiguas. Era la primera señal de que nuestro hilo conductor no es solo fundamental para nuestro desarrollo, sino para el de todo el país y la región.
¿Por qué potenciar los mercados de carbono?
El mundo se enfrenta a un tremendo desafío: no sobrepasar los 1,5/2°C de calentamiento global durante el siglo XXI, por las graves consecuencias ambientales, sociales, económicas y climáticas que traerá aparejado este aumento de la temperatura, a menos que se logren reducir profundamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de forma urgente.
En este contexto, y como fruto de la implementación de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), los mercados de carbono surgen como una vía para canalizar financiamiento, principalmente privado, para la acción climática. Es un mecanismo que busca ser complementario y económicamente viable al compromiso asumido por muchos países, empresas e individuos para disminuir las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero, una de las principales causas del cambio climático que sufre el planeta y con los consecuentes impacto negativos sobre la salud de los seres humanos, su seguridad alimentaria, la actividad económica, el agua y otros recursos naturales.
Según las últimas cifras, se registraron 11.800 proyectos de carbono, de los cuales sólo 61 fueron en Argentina, lo cual representa 0.5% del total de ellos. Claramente, el potencial para su desarrollo y expansión es sustancial. Es por ello que, desde la Mesa de Carbono Forestal Nacional –MCFN– buscamos poder implementar acciones y estrategias que puedan aportar y enriquecer el desarrollo y fortalecimiento de los mercados de carbono en el país. Hoy nuestro espacio está conformado por más de treinta empresas, personas e instituciones enfocadas en el sector forestal argentino, pero con una visión futura multisectorial para un trabajo mancomunado e integrador. De hecho, sus miembros trabajan en la conservación, manejo mejorado y restauración de bosques nativos y en la producción forestal, representando en este último caso 80% de las plantaciones forestales del país.
Nuestro país tiene hoy, sin dudas, una oportunidad única para posicionarse en el mundo a través del desarrollo de los mercados de carbono, los cuales crecen rápidamente a nivel regional y global, generando un impacto ambiental, social y económico muy importante. A pesar de que se han hecho avances a nivel internacional en acordar las reglas para los mercados de carbono, en nuestro país aún hay muchas incertidumbres para que se desarrolle un mercado que sea atractivo y confiable para el desarrollo de este tipo de proyectos. Observamos que el contexto argentino dista mucho de brindar la seguridad jurídica y certidumbre mínima necesaria para promover e incentivar el desarrollo, certificación e implementación de proyectos de captura y reducción de emisiones, como así también la consecuente comercialización de los certificados, créditos o bonos de carbono que dichos proyectos generen. Los instrumentos de política actuales son restrictivos y, los marcos normativos vigentes, son interpretados de manera sesgada, especialmente en el plano discursivo por parte de actores gubernamentales de nivel nacional y provincial, lo cual genera desconfianza a la hora de invertir tiempo, dinero y energía en el desarrollo de este tipo de proyectos de importante impacto ambiental, social y económico.
Efectivamente, en Argentina se desarrollan proyectos de carbono forestal desde hace más de 15 años en distintas regiones y con diferentes tipos de abordajes, en 20.000 hectáreas aproximadamente y con un potencial de mitigación de más de 1.600.000 toneladas de CO2 de los cuales ya se llevan mitigadas más de 500.000 tn de carbono. Hoy existen proyectos en desarrollo y certificación por una superficie de más de 90.000 hectáreas por distintos miembros de la MCFN, lo cual equivale a más de cuatro veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires. Sabemos que 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen del cambio de uso de la tierra y la silvicultura, es decir de la pérdida y degradación de los bosques y su uso intensivo. Es por eso que los bosques son clave en este contexto: brindan importantes funciones de la naturaleza para la sociedad, contribuyen a la seguridad hídrica mediante la regulación del ciclo del agua, mitigan fenómenos extremos de inundaciones y sequías, preservan los suelos contra la erosión y purifican el aire, y son centrales para la biodiversidad y la preservación de flora y fauna. Asimismo, en relación al cambio climático cumplen un destacado rol en la regulación de temperatura y en el almacenamiento de carbono.
En tal sentido, los proyectos de captura o reducción de emisiones de carbono son una oportunidad para generar ingresos económicos a quien, por ejemplo, conserve, haga un uso mejorado o restaure o reforeste bosques. Ante la necesidad de conservar, recuperar nuestros bosques y ecosistemas, este mecanismo se presenta como una alternativa o complemento económico para el sector agroforestal, y de esta manera, una vía para aportar al logro de los compromisos de reducción de emisiones de los países signatarios de la Cmnucc, como lo es Argentina.
*Más información sobre el tema en https://afoa.org.ar/mesa-carbono-forestal/
* El autor es abogado especialista en Gestión Ambiental