Si bien Mendoza viene realizando (en los últimos 2 gobiernos) un trabajo continuo y preciso para que la infraestructura responda a las necesidades de su matriz productiva y su población, a través de una política fiscal prudente y sustentable, que incluso hoy es tomada de modelo por el Gobierno Nacional; con el Fondo de Resarcimiento (1.023 millones de dólares) el alcance se amplía exponencialmente. Estamos hablando de un capital disponible que actualmente representa el 5% de nuestro PBG, prácticamente no hay hoy otra jurisdicción provincial que cuente con esta oportunidad.
De esta forma, el gobernador Alfredo Cornejo acaba de anunciar la hoja de ruta de las obras a licitar en esta primera etapa, alineadas todas ellas a las necesidades básicas de desarrollo que tiene nuestra diversificada economía y de forma equitativa y equilibrada, priorizando proyectos para cada uno de sus oasis: todos fueron afectados por los perjuicios de la añeja Promoción Industrial, y por lo tanto todos van a recibir obras: la justicia no se declama, se ejecuta en hechos.
Cuando nos referimos a la diversidad productiva de nuestra provincia, estamos hablando de toda la cadena de valor agroindustrial, el turismo, el comercio, el transporte y la logística, los servicios basados en el conocimiento, la minería y el petróleo, todos pilares basales para el desarrollo socio-económico regional, que van a verse beneficiados por las obras en agua, energía, infraestructura vial y demás apuntadas. No somos una provincia basada en el empleo público, acá el sector privado es amplio y competitivo y por lo tanto la infraestructura debe ser de primer nivel.
Estamos planteando una idea de financiamiento que sea sostenible en el tiempo, una “agenda de desarrollo en desarrollo”, sabiendo quién paga y quién financia las obras, para que se terminen en tiempo y forma, sin dilaciones burocráticas. Es por ello que el Fondo de Resarcimiento hará aportes que serán reembolsables, fomentando también la participación privada cofinanciadora. ¿Cómo atraeremos dichos capitales privados? Abriendo la posibilidad de su participación con rentabilidad y seguridad jurídica. En Mendoza las leyes se respetan, y los acuerdos público-privados también, es el reconocido “Modo Mendoza” que todos respetan y que tan bien interpretamos los gobiernos de Cambia Mendoza.
Hacía mucho tiempo que nuestra provincia no tenía un plan tan auspicioso y amplio de inversión en infraestructura, para la producción y para la población. Es una nueva visión del financiamiento al desarrollo, con aportes privados y con rentabilidad, en consonancia con la visión de un Estado Inteligente, como lo es Mendoza, que tiene orden fiscal, baja deuda pública, seguridad jurídica y una excelente reputación para captar inversores privados.
Para finalizar, con el Fondo de Resarcimiento apuntamos a un modelo de desarrollo equilibrado y equitativo en la provincia, con obras en todos los oasis, promoviendo mejoras en la infraestructura para la producción y también calidad de vida de la población. Estamos construyendo así una Mendoza más integrada, equilibrada y equitativa para las próximas generaciones.
