Mendoza independiente

Una República Federal en serio, con menos manejo abusivo, ese es, en mi concepto, el desafío para Mendoza.

Mendoza independiente
#MendoExit promueve la independencia y hasta hay pasaporte mendocino / Gentileza

A propósito de declaraciones recientes del exgobernador Alfredo Cornejo va este artículo.

Existe un movimiento en Mendoza organizado por un grupo de jóvenes que propone la secesión de la Provincia.

Se llama “Mendoexit” (un nombre un poquito más cuyano no vendría mal). La idea tomó fuerza después de las elecciones presidenciales del año pasado, pero ellos mismos la califican de utópica.

Sólo quieren llamar la atención sobre el trato que Mendoza y las otras provincias del centro del país reciben de parte de la Nación.

Son aquellas en las que a partir de esa elección no hay gobernadores peronistas.

No me sorprende, es una fantasía que subyace en la mentalidad de muchos mendocinos que nos sentimos diferentes.

Es exactamente lo mismo que se verifica en Quebec, Canadá. Algunos quebequenses se sienten diferentes de los otros canadienses y quieren emanciparse.

Políticamente, sería mucho más fácil en el país del norte puesto que Canadá no es una República Federal, como Argentina, sino lisa y llanamente una Federación.

Sin embargo, parece igualmente utópico.

Se planteó seriamente en los ’70 y se hicieron dos referendums por acuerdo entre el Gobierno Provincial de Quebec y el Gobierno Federal de Canadá.

Al contrario de lo que suelen proclamar los quebequenses independentistas, la realidad es que perdieron esos referendums por un amplísimo margen.

En 1980: 40,44% vs 59,56% y en 1995: 49,42% vs 50,48%, el acuerdo estipulaba que el SÍ solo se impondría con el 75%, por un fallo previo de la Suprema Corte refrendado por las dos partes en pugna política.

Les faltó poco para empatar en votos, muchísimo para imponer su postura.

Lo que veo de similar en ambos casos es que los soñadores de la independencia se concentran en verse diferentes del resto y esto les impide advertir que “el resto” no es uniforme.

Una República puede estar formada por varias naciones y cada Nación por varios pueblos y ser todos diferentes y hasta muy diferentes.

Es lo que se ve en Canadá y en Argentina.

La unión y la unidad son conceptos muy disímiles. No somos uno porque somos distintos, pero podemos unirnos, ser distintos y estar unidos.

No sé cómo calificar las declaraciones del diputado Cornejo. Me imagino que el hombre tiene ambiciones políticas. No puede ser nuevamente Gobernador, es Presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical ¿cuál podría ser su futuro?

Tal vez se plantea buscar la Presidencia de la República. Tendría para ello que hacerse notar. Desde hace unos meses, me da la sensación de que ahueca la voz en el grito opositor, como si buscara erigirse en referente, en cabeza opositora, y esto podría responder a esa ambición política.

No lo sé, no me consta, digo “podría”.

Si así fuere, esas frases rimbombantes no tendrían más trascendencia que la de una maniobra de propaganda política, como decir que Macri no puede ser candidato a nada y que no representa a la oposición.

Más grave fue esa frase en labios de Felipe Llaver puesto que en ese momento era Gobernador de la Provincia y pertenecía al mismo partido que el Presidente.

Lo dijo en un programa de la TV Nacional, en Buenos Aires, pocos días antes de su fallido intento de hacer cumplir la ley incorporando el Complejo Los Nihuiles a la Administración Provincial.

Personalmente, la independencia de Mendoza me encantaría. Sería reafirmar una identidad que nos es propia y ajena al resto del Mundo.

Sin embargo, puesto menos de medio segundo a analizar esa utopía como si fuese viable, me doy cuenta de que aportaría muchos más problemas que soluciones.

Soluciones, ninguna, eso creo. Problemas, unos cuántos.

Y algo más, no niego (al contrario, acabo de aseverarlo) que la idea me parecería encantadora, eso me vergüenza, sólo demuestra que no he superado el síndrome atávico de la pertenencia tribal.

El cavernícola que fuera de su cueva solo ve enemigos, un mal del que la humanidad no se ha librado.

Una República Federal en serio, con menos manejo abusivo; ese es, en mi concepto, el desafío para Mendoza.

Lo otro es ilusoria utopía o ambiciosa especulación política.

Por el momento, no puedo ver otra cosa en esa idea.

*El autor es Ingeniero mendocino radicado en Quebec

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