El cambio suele ser un maestro excelente aunque duro, porque nos pone frente a lo desconocido y ahí mueren ideas y experiencias que vienen del pasado, ya que con ellas el futuro no se puede construir por ser su negación.
Se ha hablado y escrito mucho sobre el ex presidente Macri y su gobierno, pero poco sobre las causas que lo llevaron a perder su reelección.
Esta es una explicación desde el proceso de cambio cultural que arrancó en la crisis del 2001.
Desde estas líneas se busca explicar el proceso que generó Macri - Cambiemos, porque al buscar conocerlo, aumentamos la posibilidad de aceptar nuestra realidad.
El mayor problema fue su error de diagnóstico sobre lo que debía cambiar:
• creyó que la economía se arreglaba en cuatro años (propuso inflación de un digito para el cuarto año de gobierno), cuando representa lo peor de nuestras taras culturales profundas.
Aquí el problema seguirá para rato y tiene difícil solución.
• Creyó que existía una masa crítica con mentalidad republicana apegada a la Constitución, la ley y los valores de la República, cuando esta mentalidad está en proceso de formación y debe sobreponerse a setenta años de autoritarismo cerril.
•El error, tal vez el más importante, de creer que en un proceso de cambio es posible obviar la información y la comunicación destinada a los involucrados en el proceso.
El cambio cultural es esencialmente comunicación e información, porque debe demostrar claramente que es inevitable, necesario y cierto, al cuestionar el orden cultural establecido que conforma el conocimiento “natural” que tiene la gente.
Así necesita inexorablemente de la contra información que el proceso de cambio va generando para permitir:
• entender la gravedad de la situación y crear la madurez psicológica para afrontar los desafíos que propone,
• mantener cohesionada a la gente que está a favor y consolidar las nuevas actitudes hacia el cambio, ayudándola a resistir la propia propensión a volver al pasado.
• Movilizar permanentemente a los indecisos hacia la opción de cambio, ya que la ambigüedad propia del proceso, los tiende a dejar neutrales o a volver al pasado.
• Reducir, a los que lo resisten desde el pasado, su capacidad de oposición ya que los cuestiona desde sus certezas y valores.
Al desistir de usar la cadena nacional, perdió su principal herramienta de cambio: el poder del aparato estatal y su capacidad para llegar a toda la población.
Pero todo esto se puede resumir en una frase:
“A Cambiemos - Macri lo perjudicó el reflujo del cambio”.
¿Qué es el reflujo del cambio?
Es el momento donde la cuestionada cultura lanza todo su arsenal de resistencia, junto a la relativa incapacidad de lo nuevo para sobrevivir, por no estar todavía en su punto de no retorno.
Así todo cambio, en un punto de su evolución, produce su reflujo que es un retroceso con consecuencias negativas dadas por:
•la falta de nuevos conocimientos y herramientas de gestión de los que lo conducen.
• Entran en crisis, se agudizan y emergen viejos y estructurales problemas que la cultura los tiene en estado larval, pero que ahora emergen con contundencia como defensa frente a lo nuevo que lo cuestiona.
•Surgen nuevos problemas nunca antes planteados que exigen nuevos modos de hacer y resolverlos
•Emerge la confusión, la duda, la desorientación y sobre todo prejuicios y miedos que la cultura tiene anestesiados y frisados a buen resguardo.
• Caen los indicadores económicos y se agudizan acciones de los diferentes actores económicos, para desestabilizar o sacar la máxima ganancia ante la debacle.
Así cuando se entró en esta etapa era clave aumentar los grados de tolerancia al cambio dando seguridades e informando permanentemente de todo lo que pasaba, para obtener credibilidad, seguridad, respaldo y coherencia en el accionar hacia el futuro.
Todo esto empezó a entrar en crisis a mediados del 2018 y le costó a Cambiemos – Macri la salida del gobierno.
Costos naturales de todo proceso de cambio cultural pero que terminan generando aprendizaje.
Por último, el cambio, a no dudarlo, intentará seguir consolidándose, como lo hace la vida misma todos los días, a pesar de la pandemia.
Estamos en el comienzo del cambio, no en su final.