Con la mayor expectativa puesta en la crisis nacional, la escena política local no ofrece muchos matices. Como se ha indicado, existen muchas dudas en el Ejecutivo sobre el rumbo económico, ya que la incorporación de la ministra Batakis no ha calmado las aguas en el ámbito financiero y todos los indicadores cerraron la semana a elevadísima temperatura.
Todo esto repercute en las previsiones. Por eso no puede sorprender, como se indicó en la edición de ayer de Los Andes, que las empresas de la construcción que contratan con la Provincia le hayan pedido al gobierno de Suárez acelerar los pagos de las obras en virtud de los efectos de la inflación. Una preocupación empresarial válida, sin ninguna duda, pero para el Ejecutivo un planteo que lo obliga a una apurada revisión de esquemas presupuestarios.
Al margen de la coyuntura político-económica, hay que señalar que ayer hubo alivio en el Gobierno y en el Ministerio Público Fiscal por la detención del presunto asesino de Agostina Trigo, en San Martín. Seguridad ha venido siendo una de las áreas más cuestionadas por la oposición y un caso tan sensible, como el que ahora aparentemente se resolvió, por lo general potencia la ansiedad y el malhumor de la gente ante la falta de esclarecimiento.
La presencia del procurador Gullé y del ministro Levrino dieron cuenta ayer de la urgencia por hallar al culpable del estremecedor femicidio. Compensa de algún modo el mal trago que sigue constituyendo para el Gobierno la resolución del caso de la menor Florencia Romano, ahora por el resarcimiento a la familia.
Pasando al plano que une a la gestión con el escenario electoral que lentamente se aproxima, en el radicalismo, vale reiterarlo, muchos miran cada vez con más curiosidad la decisión que deberá tomar en algún momento Alfredo Cornejo con respecto a la provincia. Su eventual postulación para pelear otra vez por la gobernación marcaría el final de las aspiraciones de varios dirigentes de su partido que están anotados para cuando se largue la carrera hacia las PASO locales. Por lo menos, un tope para los intendentes que ya han expresado su intención de jugar para suceder a Suárez.
Por otra parte, es bueno recordar que después de la pareja elección en la UNCuyo varios en la UCR han atenuado sus expectativas triunfalistas y ahora contemplan la necesidad de evitar sorpresas cuando llegue el turno en la provincia. En ese sentido, Cornejo es garantía de competitividad y sinónimo de ejercicio del poder. Hay quienes dicen que más que un proyecto de gestión en el actual senador nacional lo que más vale políticamente hablando es el ejercicio del poder que él ejerce como pocos.
Probablemente una pista del posible retorno de Cornejo al plano local se pueda observar a través de las diferencias surgidas en lo referido a la adjudicación del complejo invernal Los Penitentes. ¿Tendrá in mente aquél una propuesta diferente a la de Suárez para el centro de esquí cuyo proceso de expropiación arrancó durante su gestión? Es una posibilidad. Y De Marchi se sumó a las diferencias entre radicales colocándose del lado del Gobernador y provocándole a su antecesor un fastidio que éste no tardó en exteriorizar a través de declaraciones periodísticas.
¿Razones del cruce de posturas? Hay quienes consideran que, como el proceso por Penitentes se inició durante la gestión cornejista y el actual gobierno provincial debió llevar a cabo los distintos pasos hasta llegar a la adjudicación, probablemente Cornejo esté objetando los tiempos de la gestión de Suárez ante la posibilidad de volver a gobernar la provincia y tener que finalizar resolviendo algo que él mismo inició. Y lo de De Marchi puede estar expresando, solamente, una cuestión de mayores y menores simpatías políticas y personales, independientemente que el referente local de Pro fijó por las redes una postura crítica sobre el proceso de expropiación del complejo turístico.
Cabe reiterar una vez más que en estos momentos Omar De Marchi tiene sus mayores fuerzas puestas en la campaña de posicionamiento de Horacio Rodríguez Larreta, a cuyo equipo se sumó para influir en la organización de los circuitos que el líder porteño debe recorrer por el país para instalarse como candidato presidencial.
Según quienes lo frecuentan, el lujanino divide su tiempo entre Mendoza y esa militancia larretista, pero advierten que, al menos por el momento, el mayor esfuerzo está puesto por él en el plano nacional. En ese escenario, es muy probable que cuando la ruta hacia las elecciones se habilite sí concentre sus mayores fuerzas en el proyecto provincial. Mientras tanto cuida el rédito obtenido en el Congreso, donde es vicepresidente de Diputados con buen protagonismo.
Solamente conjeturas, especulaciones, porque la crisis del país, galopante a tantos meses de las próximas elecciones, puede transformar en cuestión de días cualquier expectativa de quienes pretendan postularse.