La Comisión Cascos Blancos, organismo de la Cancillería Argentina que diseña y ejecuta la ayuda internacional, conmemoró el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria con el lanzamiento de un seminario ecuménico sobre ese servicio en el escenario mundial pospandemia, con el auspicio de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, siglas en inglés).
El canciller argentino, Felipe Solá, al iniciar el semanario virtual, rindió reconocimiento a quienes perdieron la vida y a quienes están trabajando en cada jornada junto al dolor y al sufrimiento, derivados de la lucha contra la enfermedad.
Otro aspecto que se puso de relieve fue la tarea que puede realizar esta organización cuando Argentina y México comiencen a elaborar la vacuna y se le pueda encargar, si fuera necesario, colaborar en el reparto de las dosis en el territorio.
Reconocemos que es un gran prestigio disponer de esta unidad y sería muy bueno que muchos países del mundo tuvieran un equipo como el argentino, con muchos componentes voluntarios, que dejan a su familia para concurrir a los más diversos lugares. Estamos muy orgullosos de ellos y de cómo se han movido cuando tuvieron que evacuar gente sobre todo desde los países del Pacífico, en Perú y en Ecuador. Han estado a la hora de organizar en la Argentina las fronteras terrestres y aéreas, para el regreso de cientos de miles de argentinos, colaborando en los corredores de salud para tratar de tener la menor cantidad de contagios.
Los desafíos pospandemia, los asuntos y agendas humanitarios, tienen que repensar el papel de los Estados, porque ellos han sido centrales en los cometidos a la hora de construir respuestas ante la crisis sanitaria.
Consideramos que es relevante esta participación nacional en una cruzada internacional, que permite al país tener conexión con el resto del mundo, en vez de alejarse, como se suele señalar o como se señalaba hace un tiempo.
Sin desmerecer el trabajo de este cuerpo en el escenario mundial, no podemos desconocer la grave situación argentina, que estaría demandando en algunos puntos del país auxilios como los que brinda la unidad en otras partes.
El coronavirus hizo estragos en muchos aspectos, pero principalmente afectó la economía mundial y Argentina no está ajena a sus consecuencias. Es por esto que Unicef publicó, hace días, un informe que proyecta 59% de niños y adolescentes argentinos sumidos en la pobreza, para finales de este año.
Pese a los esfuerzos del Gobierno nacional y de los provinciales, hay sectores o regiones muy marcadas, que están en condiciones muy bajas, como el noreste argentino con poblaciones en plena marginalidad, que condena a una vida sin horizontes para esta generación y las próximas.
Acciones como las que despliegan los Cascos Blancos en diversos frentes de la tierra con conflictos y catástrofes, son un alivio para poblaciones castigadas. Pensamos que, si no son estos hombres y mujeres los que pueden ser destinados a las regiones paupérrimas de nuestro país, tal vez porque lo permitan sus estatutos, bien se podría insistir en que los integrantes de nuestras Fuerzas Armadas se vuelquen de manera permanente a los puntos de la patria donde la indigencia es una constante permanente.