Forman parte de nuestro vocabulario los nombres de estrellas y planetas, en especial del Sol, la Tierra y la Luna; aprovechamos el tema para indicar el uso de mayúscula o minúscula inicial en relación con estos astros. Dice la Ortografía de la lengua española, de la Real Academia Española, al respecto: “… estas voces se escriben con mayúscula cuando se refieren a los nombres propios de los objetos astronómicos, tanto en publicaciones especializadas en astronomía u otras disciplinas relacionadas como también en noticias, novelas, definiciones en diccionarios, etc. (…); sol, tierra y luna se escriben normalmente con minúscula, con los sentidos de ‘estrella’, ‘planeta similar a la Tierra’ y ‘satélite’, respectivamente”.
Si vamos a ‘Sol’ es “la estrella luminosa, centro del sistema planetario en que está situada la Tierra”, pero también un ‘sol’ es cualquier estrella luminosa, centro de otro sistema planetario. También, el calor o el influjo de este astro: Tomo sol todas las mañanas. Me despertó la luz del sol sobre la cara. Nos parece interesante detenernos en considerar aquellas locuciones que connotan acciones o cualidades diversas; así, por ejemplo, “al sol que nace” es una expresión que se utiliza para indicar el anhelo o adulación con que se sigue a alguien que empieza a ser poderoso: “Despreciable aquel que se acerca al sol que nace”. Similar es el sentido de “arrimarse al sol que más calienta”. Cuando, en un proceso, todavía hay esperanza de conseguir algo positivo, se puede aplicar “aún hay sol en las bardas”.
A veces, hay días seminublados en que el sol se asoma de manera intermitente: lo llamamos “sol con uñas” porque las nubes ligeras no le permiten llegar con toda su fuerza y luz. En cambio, si el sol se deja sentir mucho, por ardiente y fuerte, se lo llama “sol de justicia”.
Si una persona trabaja mucho, sobre todo en el campo, hay dos expresiones que pueden reflejarlo: “campear de sol a sombra” y “de sol a sol”. Las malas acciones también pueden verse reflejadas en locuciones con el vocablo ‘sol’: decir “meter a alguien donde no vea el sol” significa “encarcelarlo”, mientras que el vicio del juego se refleja en “jugar el sol antes de que salga”, porque la persona jugadora arriesga hasta el jornal del día siguiente.
Cuando alguien muere abandonado de todos, en total desolación, se afirma que “murió sin sol, sin luz y sin moscas”. Pero, en el extremo opuesto, se da la locución “no dejar a sol ni a sombra” a alguien, que da a entender que lo persigue con importunidad, a todas horas y en todo sitio.
Y la más representativa de los valores positivos de ‘sol’ es la que atribuye a alguien “ser un sol”, pues significa que se ponderan las cualidades de esa persona, de modo afectuoso.
Nos detendremos ahora en algunas de las múltiples locuciones que se pueden formar con ‘tierra’. Cuando exclamamos “¡ábrete tierra!” o su equivalente “¡trágame tierra!” -con formas verbales voseantes “abrite tierra” y “tragame tierra”-, estamos utilizando locuciones interjectivas que enfatizan el sentimiento de vergüenza, ante algo mal hecho que ha quedado en evidencia.
Todos hemos visto al Sumo Pontífice ‘besar la tierra’, cuando arriba de visita a un lugar nuevo: esa locución, que significa “caer de bruces”, se usa también para indicar que la acción de besar demuestra humildad o respeto. Pero, si en referencia a un proyecto o plan que he concebido, digo ‘que dieron en tierra con él’, habré anunciado que se lo ha arruinado y que, por consiguiente, se han frustrado las esperanzas puestas en su realización. En este mismo sentido, se puede usar la locución ‘echar por tierra’.
En cambio, ‘echar tierra a algo’ significa que se lo oculta, se hace que se olvide y que no se hable más de ello: “Ya nadie se acuerda del asunto porque todos le echaron tierra”. Tampoco es igual decir que alguien ‘se echa a tierra’ ya que, con esta locución, se procura indicar que una persona se humilla, se rinde o que aparenta modestia y humildad: “Para impresionar a los jueces, el reo se echó a tierra”.
La locución ‘dar tierra’ puede significar que se inhuman los restos de una persona fallecida, pero en el ámbito de la electricidad significa que se realiza la unión de un aparato eléctrico, mediante un conductor metálico, a la tierra, de modo de evitar los efectos de posibles descargas eléctricas.
Un dejo de ironía o de humor negro posee la locución ‘estar alguien comiendo (mascando) tierra’, pues alude a que ya está muerto y enterrado; por su lado, coloquialmente, decir ‘en toda tierra de garbanzos’ da a entender que algo es muy usado o conocido.
Si una persona ‘pone tierra de por medio’, se quiere indicar con la locución que se aleja de un lugar o de una situación, a fin de evitar algo: “Debe poner tierra de por medio para solucionar el problema”.
Dos locuciones coloquiales utilizan el vocablo ‘tierra’ asociado a la siembra, para dar a entender significados semejantes: ‘sembrar en mala tierra’ es hacer beneficios a quien no los merece o corresponde mal a ellos, como en “Has sembrado en mala tierra y no habrá fruto alguno”; por su lado, ‘ser buena tierra para sembrar nabos’ da a entender, irónicamente, la inutilidad de una acción o de una persona: “Cuando lo hiciste, no advertiste que es buena tierra para sembrar nabos”.
Resultados negativos señalan las locuciones ‘tragarse (a alguien) la tierra’ y ‘venirse a tierra (algo o alguien)’: con la primera, se está haciendo alusión a que una persona ha desaparecido de los lugares que solía frecuentar: “No lo he visto más, parece que se lo tragó la tierra”; con la segunda, se indica caída, ruina, destrucción: “Después de pandemia, muchos negocios se vinieron a tierra”.
Daremos algunas locuciones que usan ‘luna’: ‘estar en la luna’ significa “estar distraído”; ‘ladrar a la luna’ alude, coloquialmente, al enojo o ira contra alguien a quien no se puede ofender ni causar daño.
* La autora es profesora consulta de la UNCuyo.