Va quedando cada vez más claro que hay distintas acciones que la dirigencia política de la provincia tiene a su alcance para que la pobreza no suba. Si bien es cierto que la inflación y el crecimiento de la economía son variables que pegan en el indicador y que dependen de la Nación, que a pesar de estas variables macroeconómicas San Juan, Neuquén y otras provincias logran indicadores sociales mejores que los de Mendoza por la decisión política de haberse animado a apostar por mejorar las economías de esas provincias; también es contundente que el gobierno local tiene resortes para incidir sobre la pobreza, obviamente sin que dependa el dato enteramente de esas acciones.
Como indica el informe del Observatorio de la Deuda Social sede Mendoza de la Universidad Católica Argentina, la pobreza se mantuvo estable entre el periodo 2020-2021 y el 2021-2022. En ese lapso el indicador pasó del 44,8 al 44,7% y destacan que mucho tuvo que ver el crecimiento económico de la provincia, la mejora en el empleo y el aumento de planes sociales.
El Gobierno resalta los beneficios del Mendoza Activa por lo que generó en la economía. Según sus datos impactó en 5 puntos del PBG y generó miles de puestos de trabajo. Algunos estudios afirman que, en épocas en donde los productos de Mendoza eran más competitivos (otra variable que depende de la Nación) por 10 puntos de PBG subía 4 puntos la tasa de empleo. Hoy no sería tan así, pero tenemos claro que el crecimiento de la economía local, y todo lo que se haga para estimular la actividad, redundará en más puestos de trabajo.
Muy bien, si esos puestos de trabajos generados por el Mendoza Activa no estuvieran, seguramente habría bajado menos la desocupación en la provincia y habría mejorado menos la actividad y la ocupación.
Nadie duda que ese movimiento de la economía y esos puestos de trabajo generados, claramente impactaron para que no suba la pobreza, según los datos de la UCA, porque más gente tuvo un ingreso que le permitió volver a producir después de la pandemia y también hacerle frente a los estragos que genera la inflación.
Entonces, cuando los dirigentes políticos de la provincia de cualquier signo político dicen que la pobreza depende de la Nación, dicen medias verdades o mienten por no querer asumir la parte de responsabilidad que tienen en el problema. La UCA, en su informe sobre la pobreza en Mendoza, advierte que tanto el gobierno nacional como el provincial deben tomar medidas para permitir el crecimiento económico, el aumento del empleo de calidad y la mejora del poder adquisitivo.
Algún mes la clase política podrían intentar vivir con un sueldo promedio de $ 240 mil a diciembre del 2022 en Mendoza. También podrían ayudar a Gabriela Carmona, quien le da de comer a 3 mil personas por semana en su comedor en Las Heras. Este martes preparaba la última comida porque no recibió más ayuda. Mientras esto pasaba había personas que lloraban, eran los senadores en la Legislatura rindiéndole homenaje a Alejandro Bermejo, así de distorsionada está la agenda de la política.
Por suerte la gente la ayudó y no cerró el comedor, pero Gabriela sabe que antes o después sucederá.
