Todos conocemos lo que pasa en el mundo y el grave impacto del coronavirus en nuestra vida cotidiana. Hoy, nos enfrentamos a dos pandemias: la que afecta a la salud y la que afecta a la economía.
Respecto de la primera, tenemos la esperanza y la fe puesta en varias universidades y laboratorios médicos que con su sabiduría y esfuerzo, avanzan en la solución a través de la creación de vacunas. Mientras tanto, el fortalecimiento del sistema de salud, el distanciamiento, los cuidados sanitarios y el aislamiento voluntario, son imprescindibles.
El problema económico mundial –por otro lado- es inédito y profundo, y requiere de un diagnóstico y de diferentes políticas públicas.
Nadie quiere que se incremente la lista de personas que no sobreviven a esta enfermedad; por eso no debemos tener en cuenta solo las situaciones que se generan directamente por el virus. Hay muchos casos en los que también, por la disminución de la actividad económica, se pierde la salud y hasta la vida.
En cualquier economía en fase de recesión se incrementa la pobreza y las personas con necesidades básicas insatisfechas; es a estos argentinos y argentinas a quienes más afecta el freno de la economía por lo que –en la medida de lo posible- debemos evitarlo. Lamentablemente en nuestro país y desde hace décadas, los sectores más carenciados viven en la mayor de las informalidades económicas y no siempre es posible llegar a ellos ni siquiera con ayuda social, porque esa misma informalidad dificulta la presencia del Estado.
Debemos enfrentar ambas pandemias y sus consecuencias inmediatas y mediatas. No es salud o economía, son ambas, porque se interrelacionan y retroalimentan. Eso es lo que ponemos en práctica junto al Gobernador y su equipo: atender a la salud de la población, pero sin perder de vista el problema económico para que no genere más pobreza; fino equilibrio que se logra con la participación y el compromiso de todos.
Por eso y desde el gobierno provincial, hemos puesto en marcha “Mendoza Activa”, que incluye una serie de políticas, estímulos y herramientas para reactivar la producción, promover el empleo e incluir a todos los habitantes de la provincia. Tenemos una oportunidad única de reactivarnos y debemos actuar con responsabilidad. Seguramente en el camino cometemos errores, lo sabemos y por eso mismo nos esforzamos para que sean los menos. En esto quiero destacar, el acompañamiento de la oposición, que con espíritu constructivo, y sumando en la discusión, respaldaron este programa en beneficio de los mendocinos.
Aquellos que ocupamos un rol de gobierno, ya sea nacional, provincial o municipal, ponemos nuestra mejor voluntad para enfrentar las dos pandemias. Muchas veces tomamos decisiones distintas unos de otros, pero creo fervientemente que todas las personas en rol de gobierno lo están haciendo en el convencimiento de que es lo correcto. Esperemos que estas acciones den sus frutos. Los habitantes de nuestra Argentina y de nuestra Mendoza lo necesitan.