Es increíble que la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiera incluir a la vejez entre las enfermedades detalladas en el International Code of Diseases ICD-11. Entrará en vigor el 1 de enero de 2022. El envejecimiento es un proceso natural en los seres vivos, “no una enfermedad”, pero además paradójicamente la OMS ha declarado a la década (2020 - 2030) “La década del envejecimiento saludable”. ¿Qué ironía no?
La vejez nunca podría ser una enfermedad, es la consecuencia del paso del tiempo sobre los seres vivos o la disminución de la capacidad de adaptación de los diferentes órganos y sistemas y eso hace que la edad cronológica, biológica, psicológica y social sea diferentes en las personas mayores, pero nunca una enfermedad.
No existen criterios que permitan definir el envejecimiento, pues éste es asincrónico entre células, órganos, individuos, grupos sociales y es independiente de la edad cronológica (la edad del almanaque, la menos importante de todas).
El envejecimiento es quizás el proceso más multifactorial que existe, en el que cada célula envejece de manera diferente. Por eso resulta difícil llegar a una conclusión sobre cuando comienza la vejez. El hecho de envejecer no es algo que podamos elegir, al igual que no es elegible para ninguna persona el comenzar a vivir.
Lo que sí es elegible, en cierto grado, es nuestro estilo de vida, nuestras actitudes, nuestros comportamientos y las condiciones en que vivimos.
La pandemia puso en evidencia los graves prejuicios viejistas (devaluar consciente e inconscientemente el estatus social de la persona a causa de su vejez) y edadistas (es la discriminación por edad, lo que quiere hacer la OMS). Razón por la que nos hemos manifestado en forma individual y a través de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) para solicitarle a la OMS que revea esta actitud absurda, ridícula, discriminatoria, de catalogar a la vejez como una enfermedad cuando es una etapa más del ciclo vital del hombre.
Nadie niega que pueda haber viejos sanos y enfermos, como niños sanos y enfermos. Me pregunto: ¿por qué no declara la OMS a la niñez como una enfermedad?
A todos los directivos de la OMS, les diría que piensen que llegarán a ser viejos y estarán calificados como enfermos, para no llegar a ello deberían ir pensando en morirse jóvenes.
Llegar a viejo implica que hemos sobrevivido a múltiples riesgos y factores por lo que ser viejos es un orgullo y no una enfermedad, a ver si pueden entenderlo.