Los ensayos de la vacuna contra el Covid-19 están demostrando que el procedimiento de inoculación será seguro y que evitará que las personas se enfermen o al menos ayudará a reducir el número de contagiados, y por ende de fallecidos.
Los médicos, sanitaristas, epidemiólogos y otros integrantes del equipo de salud, coinciden en que para detener una pandemia es necesario utilizar todas las herramientas disponibles.
Sostienen que las vacunas actúan junto al sistema inmunitario para que el organismo esté preparado para combatir el virus si se ve expuesto al mismo.
Otras medidas, como usar máscaras que cubran la boca y la nariz y mantener una distancia de al menos 2 m en las personas (6 pies en otra forma de medir), cooperan en gran medida a reducir el riesgo de estar expuesto al virus o de propagarlo a otras personas.
Pero, la mejor protección contra el Covid-19, sostienen las áreas de Salud de todos los gobiernos del mundo, será vacunarse y seguir las recomendaciones de los centros de enfermedades contagiosas (CDC) para protegerse y proteger a otras personas del peligroso patógeno.
Contagiarse de coronavirus podría generar, según una interpretación admitida por los científicos, algo de protección natural, conocida como inmunidad.
Pero los expertos no saben a ciencia cierta cuánto tiempo dura ese amparo, y el riesgo de enfermarse gravemente y morir a causa del virus es mucho más alto que cualquier beneficio que pueda aportar la inmunidad natural.
Se afirma que las vacunas contra el Covid-19 ayudarán a protegerlo al crear una respuesta de generación de anticuerpos sin que deba sufrir la enfermedad.
En los últimos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reclamó a la población de los diferentes países de la tierra que confíe en las futuras vacunas contra el Covid-19 y pidió a los gobiernos que tengan listos sus planes de vacunación para asegurar el éxito, a la vez que alertó de que la situación en Europa continúa siendo preocupante y es necesario prepararse para posibles repuntes.
“La promesa de una vacuna es magnífica pero no podrá alcanzar todo su potencial sin una sólida preparación y la aceptación de la comunidad”, señaló en rueda de prensa el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge.
La aceptación es “esencial” para el éxito de cualquier vacuna, resaltó Kluge.
Inclusive, este funcionario de la OMS y otros de su rango en diferentes naciones, comprenden que muchos seres estén inseguros de la vacunación contra el coronavirus.
También en nuestro país existe esa tendencia a la desconfianza y, en tal sentido, se ha hecho campaña dudando de la efectividad de la vacuna o que su inoculación podría aparejar riesgos colaterales para la salud de los individuos.
Sin embargo, la OMS y los departamentos de Salud de las provincias y de la Nación instan a los ciudadanos a buscar información confiable y a no ser parte de una infodemia de desinformación, que atrasa y que probablemente coloque a muchos argentinos en desventaja, como cuando se dudó de la proximidad entre las personas y del aislamiento, y muchos hombres y mujeres, lamentablemente, se contagiaron.
Los laboratorios públicos y privados productores de vacunas, son de un probado rigor científico y seriedad profesional de alto rango aunque, por supuesto que, en su horizonte, además de contribuir a derrotar a esta terrible enfermedad que asola al mundo, está también el concepto de lucro y ganancia como empresas comerciales que son.