Mendoza tiene hoy una oportunidad excepcional para empoderar a sus ciudadanos por medio de una Reforma Institucional, adecuada a las nuevas demandas de la sociedad, sin dejar de respetar el núcleo institucional e histórico que toda la población mendocina valora de la Carta Magna y que nos rige desde 1916.
El objetivo de la reforma es que, a través de cambios sustanciales en las instituciones estatales, se provea a la ciudadanía de herramientas que permitan la legitimidad e integridad de las mismas.
Por ello se trataría de una propuesta de reforma institucional, inserta en medio de una serie de cambios realizados en los tres poderes, que tienen como finalidad ofrecer un Estado inteligente, austero, responsable y adaptado a los nuevos desafíos.
Es indudable que el proyecto que presentó el gobernador Rodolfo Suárez contiene múltiples beneficios para las y los mendocinos, entre ellos la reducción del costo de la política, que se constituye en uno de sus pilares principales, lo cual permitirá un Estado que no solo cuente con más recursos sino que, también, pueda disponer de ellos en pos del progreso de la provincia.
Otro punto, que puede considerarse clave, en esta propuesta de reforma, es la transición hacia un sistema legislativo unicameral.
El resultado es concreto y cuantificable: Mendoza pasaría de tener 86 legisladores, distribuidos en dos cámaras, a solo 48 reunidos todos en una única cámara.
Ello redundaría en agilizar los tiempos legislativos y el consecuente ahorro en el gasto público.
En esa misma línea de ahorro y eficiencia se encuadra el objetivo de eliminar las elecciones intermedias, pues según datos del año 2018, el costo de una elección intermedia se calculó en U$S 5,4 millones, lo que ascendería a $ 650 millones, y que con esta propuesta se podrían ahorrar.
Sin las elecciones de medio término, los dirigentes y partidos políticos podrían centrar la dedicación y esfuerzos en la gestión pues no existiría el desgaste propio de las demandas de éstos procesos eleccionarios.
La reforma garantizaría la participación territorial de por lo menos un legislador por cada departamento; por lo cual cada ciudadano mendocino podrá tener un diputado que lo represente en la casa de las leyes.
Otro punto clave de esta Reforma supone la obligación constitucional de que, tanto el gobierno Provincial como los municipales, gestionen los recursos públicos con equilibrio fiscal.
Lo que supone que, independientemente de quien esté a cargo del gobierno, no se podrá gastar más dinero del que entre en las arcas provinciales; constituyéndose en una obligación del poder público y un derecho de los ciudadanos de Mendoza.
Cuando un Gobierno mantiene sus cuentas ordenadas, tal como ha ocurrido durante las gestiones de Alfredo Cornejo y Rodolfo Suárez, se puede continuar de manera sostenible y real con la disminución de impuestos y presión fiscal, fundamental para esta época económica tan compleja para muchos mendocinos y mendocinas.
Estas modificaciones no se limitarían únicamente a cambios necesarios a nivel provincial, sino que se estipula otorgar una mayor autonomía a los gobiernos municipales, lo que dotará de una mayor capacidad y celeridad para resolver los problemas cotidianos a un gran número de ciudades en Mendoza.
La reforma está proponiendo cambios que se plasmarían en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero de los municipios.
Otros cambios sustanciales suponen la incorporación de los derechos del Consumidor y Usuarios, temáticas que contemplen la relación de Igualdad y Equidad de Género y de los pueblos originarios, entre otros; evidenciando la adaptación de la Constitución Provincial a nuestra época, atendiendo a las necesidades sociales, ambientales y económicas de estos tiempos.
Hoy los partidos políticos que integran la Legislatura Provincial tienen la oportunidad de dar un paso significativo, que demuestre su real compromiso con la democracia y la sociedad mendocina, alcanzando el consenso necesario que, las políticas de Estado requieren, para lograr definitivamente un avance fundamental en las instituciones que nos gobiernan.
Lamentablemente cada intento de modificación de nuestra Carta Magna, se vió truncado debido a que la discusión se centraba sólo en la reelección o no del gobernador de la provincia. Hoy y a partir de lo expresado por el gobernador Rodolfo Suarez, que estableció no se modificaría el actual régimen de elección del gobernador, estas discusiones dilatorias de la posibilidad de la reforma se estaría dando el primer paso en una discusión sobre cómo el gobierno provincial debe continuar funcionando para mejorar la vida de cada mendocina y mendocino.
Ahora es el turno de la ciudadanía para decidir si otorgamos o no la posibilidad de reformar la Constitución provincial.
Para eso necesitamos del trabajo y el debate de todo el arco político, que tiene en sus manos la llave para habilitar un debate con la altura que requiere la sociedad y los tiempos que nos tocan vivir
Llegó el momento para dejar a un lado cualquier especulación política y honrar el mandato que nos dieron, en las urnas, las y los electores de Mendoza.
*El autor es Senador Provincial (Cambia Mendoza)