Mientras el gobierno provincial transita con relativa calma los días finales del año, incluyendo un nuevo periplo de Alfredo Cornejo por Europa para fortalecer su gran apuesta minera local, tibiamente los sectores de la oposición comienzan a organizarse y tomar posiciones pensando en el año electoral venidero. Es como querer llegar al día 31 con una idea más o menos clara.
El justicialismo va poniendo en funciones a sus autoridades departamentales mientras se espera la asunción del sanrafaelino Emir Félix como titular del partido a nivel provincial.
Es evidente que el PJ mendocino busca resurgir de la mejor manera posible. Son muchos años de derrotas electorales consecutivas que lo condujeron a porcentajes de votos ínfimos, humillantes, a no dudarlo, para la tradición electoral del PJ. Desde las legislativas de 2011 el peronismo transita aquí por una pendiente pronunciada. Del otro lado, el radicalismo, encabezando a Cambia Mendoza, corona triunfos claros cada dos años.
El principal objetivo es retomar un respaldo aceptable de la población. Para ello el PJ necesitaría superar el 20% de los votos el próximo año. Eso le devolvería cierto nivel de competencia, armando una propuesta provincial convincente para la gente que pueda considerar al peronismo otra vez como eventual alternativa para la sucesión de Cornejo, superadora de la que le tocó ofrecer a Omar Parisi el año pasado. Mientras llega esa aún lejana instancia, las elecciones de medio término son un buen testeo.
Ya con las autoridades partidarias constituidas a nivel provincial y de los departamentos, el peronismo también tendrá que medir qué nivel de influencia territorial puede adquirir Cristina Fernández de Kirchner en su nuevo rol de presidenta del PJ nacional. Se sabe que la mayor atención, y tal vez la principal estrategia del justicialismo, apunte al territorio clave de la provincia de Buenos Aires, donde, además, las diferencias entre CFK y el gobernador Kicillof postergan inevitablemente algunas expectativas electorales de la dirigencia. De todos modos, el afán de Cristina de erigirse en la principal voz opositora al gobierno de Javier Milei seguramente puede tener fuerte repercusión en cada estructura partidaria provincial del PJ. Tarea para Emir Félix y su entorno.
Por el lado del macrismo, habría ya una decisión clara por parte de la dirigencia Pro local, encabezada por el senador Gabriel Pradines, en la que participa fuerte el ahora vicepresidente de Aerolíneas Argentinas, Omar de Marchi: competir en soledad en Mendoza o bien encabezar un espacio más amplio con sectores adherentes. Claro, a la espera de lo que puedan armar las huestes libertarias que responden a la hermana del Presidente.
Desde el macrismo mendocino las críticas al gobierno de Cornejo son recurrentes y reiteran su convencimiento de que la cercanía del Gobernador al gobierno nacional pasa más por la conveniencia política ocasional que por las convicciones en cuanto al manejo del Estado.
Mientras tanto, La Libertad Avanza, ya constituida en la provincia como espacio partidario, busca afiliaciones y adhesiones y tiene el propósito de instalar una propuesta mileísta para Mendoza, como seguramente también lo hará en cada uno de los distritos electorales donde se encuentre avalada por la justicia electoral. Como se ha comentado, la idea de Karina Milei, mano derecha del Presidente en lo partidario y presidenta de LLA a nivel país, es que el sello libertario compita por sí solo en la mayor cantidad posible de provincias.
Esa es la misión que busca consolidar aquí el diputado nacional Correa Llano, referente local del nuevo espacio luego de haber salido del Partido Demócrata, el sector partidario que primero le dio amparo partidario mendocino a Javier Miei. Y si del PD se trata, nada ha cambiado con respecto al apoyo al proyecto presidencial, por lo que no habría que descartar que en el armado de listas haya una suerte de alianza, aunque falte tiempo para ello.
Y llega la pregunta que muchos hacen en el ambiente político local: ¿qué hará Luis Petri? Luego de que en aquel conversatorio con Manuel Adorni el actual funcionario nacional reconociera que mantiene la ilusión de ser algún día gobernador de Mendoza (2027 es el objetivo) muchos radicales y también simpatizantes libertarios que lo respetan consideraron que podía ser oportuno que compitiera por una banca en el Congreso el año próximo, como para mantenerse instalado en la escena local.
Observadores del día a día de la política local coinciden en que Petri es el único dirigente capaz de unificar a los sectores que adhieren al proyecto libertario, siempre que no se llegase a concretar algún acuerdo electoral desde la Nación con el radicalismo de Cornejo, posibilidad que el propio gobernador no descartó oficialmente.
Sin embargo, hubo en días recientes algunas señales que confirman que el actual ministro de Defensa goza de mucho respeto en el equipo de Milei. El propio Presidente lo elogió públicamente a través de las redes de difusión de sus adherentes. Definió al mendocino como “un crack”, “un ministro impresionante”, además de “un gran tipo”, en una clara muestra de afecto personal, que no es poco tratándose de Milei. “Mientras otros todavía están debatiendo ideas, Petri ya redacta proyectos de ley y los presenta al día siguiente”, le dijo a uno de sus influencer de confianza en plena emisión del espacio conocido como “La Misa”.
Todo conduciría a una consolidación del mendocino en el gabinete nacional, lo que de ninguna manera supone que olvide su proyecto para intentar gobernar la provincia ni dejar de lado su influencia territorial, que supone consolidada luego de aquel batacazo en las primarias del año pasado y a su posterior nominación para la vicepresidencia de la Nación, pasos previos a la incorporación al círculo de confianza del actual presidente.
Salvo que el entorno presidencial lo considerase imprescindible en el Congreso en los próximos dos años (Petri sería muy importante, pues tiene ganada experiencia y prestigio en ese ámbito), queda claro que hay confianza en el Gobierno con el rumbo adoptado por el mendocino al frente del ministerio que maneja a las Fuerzas Armadas, con la mente puesta en una readaptación de las mismas a un contexto internacional muy exigente. Si así fuese, dicen algunos, hay ministro Petri para rato, por lo menos para los tres años de mandato presidencial que restan. Mendoza puede esperar y nadie le quitará a Petri su lugar entre los aspirantes a la Gobernación.
* El autor es periodista. jtoso@losandes.com.ar