Durante su administración contó con el apoyo de valiosas colaboradoras, tan apasionadas como ella. Tenía la virtud de entusiasmar a sus estudiantes en las actividades socio recreativas, como artísticas, deportivas y musicales. Por años contó con el compromiso y participación de los estudiantes e incluso docentes; en los proyectos que se desarrollaban en la escuela los “sábados por la mañana”.
La aptitud especial que tenía, contagiaba a estos jóvenes a realizarse positivamente en su formación profesional y ciudadana. Su constante preocupación y ocupación fue asegurar el comedor escolar, viajes de promoción para sus egresados, viajes educativos, intercambios escolares e innumerables proyectos. Su actuar permanente fue como de la madre tierra. Porque sus buenas ideas siempre germinaban con el mejor de los frutos.
Hoy goza del merecido descanso por el deber cumplido. Le pedimos a Dios Padre que le brinde la armonía merecida. Porque el que siembra con el alma... ¡cosecha con el corazón!
Como padre en la escuela Intendente Juan Kairuz y como ciudadano de Palmira, eternamente agradecido, a la señora directora Cristina Gauna… ¡Por ejercer la noble pasión de educar!