La industria periodística atacada por cambios profundos

La clave para que los medios mantengan relevancia y consigan la confianza parece estar en demostrar un periodismo basado en la precisión, imparcialidad y transparencia, además de ser más accesibles sin perder profundidad, demostrando calidad en el contenido y en el diseño.

La industria periodística atacada por cambios profundos

El entorno competitivo de la industria periodística es cada vez más desafiante debido a la innovación tecnológica y al comportamiento de los lectores. Tiene que adaptarse rápidamente, al mismo tiempo que enfrenta la competencia de plataformas con una base de usuarios más jóvenes.

En las investigaciones del Instituto Reuters del Reino Unido para el Estudio del Periodismo 2024, la conclusión más importante es que quienes consumen noticias a menudo se sienten sobrepasados por la cantidad de opciones disponibles. Los incentivos de plataformas y empresas siguen empujando hacia la maximización de la atención que a menudo no respeta el tiempo de la gente. En Argentina, el porcentaje de personas que dicen estar muy o extremadamente irritada por las noticias ha permanecido bajo, en un 45%, en contraste con el 77% de 2017.

La clave para que los medios mantengan relevancia y consigan la confianza parece estar en demostrar un periodismo basado en la precisión, imparcialidad y transparencia, además de ser más accesibles sin perder profundidad, demostrando calidad en el contenido y en el diseño. Además, los profesionales tienen que entrar en el aprendizaje continuo de las nuevas técnicas y maneras de recolectar información. Esto generará presión de adaptación en los que están en la línea de producción de noticias.

Algunas marcas tienen desempeño destacado en este mercado complejo donde se lucha por la supervivencia, pero otras tienen dificultades para convencer a la gente de que vale la pena prestar atención a sus noticias y mucho menos pagar por ellas. El interés por informarse ha ido disminuyendo. La proporción de quienes las evitan aumentó y la confianza sigue siendo baja, y muchos consumidores se sienten cada vez más confundidos por la cantidad de información. La IA puede empeorar esta situación al crear una avalancha de contenido de baja calidad y medios de dudosa procedencia.

La estrategia para volver a involucrar al público debe buscarse en repensar algunas de las formas que ha practicado el periodismo en el pasado: informando sobre el mundo tal como es y, al mismo tiempo, dar esperanza.

La innovación y la resiliencia serán cruciales. Se identifican, en el estudio de Reuters, cambios en formatos informativos: más audio y video para atrapar los segmentos jóvenes. Durante los 20 años pasados, el texto ha sido el eje de los flujos de información periodística online. Pero en los últimos años comenzó a cambiar, debido a los nuevos dispositivos y gracias al surgimiento de plataformas especializadas en la creación y distribución de audio y video; la mayoría de los consumidores jóvenes prefieren estos formatos antes que el texto. Algunos expertos en medios dicen -entre ellos Jeff Jarvis- que este movimiento de formatos es una “segunda fase” de la revolución digital que exigirá un cambio cultural significativo: alejarse del texto y acercarse a la producción multimedia y a otros formatos periodísticos más directos, menos masivos, y más especializados en comunidades.

Los medios se encuentran atrapados y atacados por un conjunto de cambios tecnológicos y de conductas de los consumidores de gran alcance, que aumentan las presiones sobre las empresas periodísticas. Se está llevando a cabo una especie de reajuste de las plataformas, con un mayor énfasis en mantener el tráfico dentro de sus entornos y enfocando en formatos que han demostrado generar interacción. Numerosas plataformas más recientes, con una base de menores de 25 años, están menos centradas en el texto y en los enlaces que las plataformas tradicionales. Ofrecen contenidos diseñados por una multitud de creadores (a veces enormemente populares) sin la rigidez de los editores profesionales.

Según el estudio, las perspectivas son más positivas entre la amplia gama de medios que han optado por modelos de pago, desde títulos nacionales hasta marcas de nicho. En Argentina, Clarín lidera: si bien su base de suscriptores digitales creció de 550.000 a 712.000, aún obtiene mucho más ingreso de su edición impresa. El principal competidor, La Nación, conservó una relativa estabilidad con 378.000 suscriptores digitales. En 2024, los dos principales medios online son Infobae y el sitio web y las aplicaciones de TN. Ninguno de ellos tiene suscripciones. La tendencia en el ámbito online es optar por suscripciones o contribuciones voluntarias. Ediciones impresas como Perfil y El Cronista han conservado bastante bien sus seguidores pese a la crisis y al estado de la industria. De todas maneras, en numerosos casos, el aumento de los ingresos digitales no compensa la disminución de los ingresos por los productos de papel y la publicidad.

La industria periodística es solo un ejemplo de las convulsiones que se están dando en variados sectores por intromisión de la tecnología disruptiva y los cambios en el comportamiento del ser humano. En esta nueva era se prioriza lo instantáneo y la existencia volátil.

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