Los precios de los diferentes cortes de carne vacuna son una realidad que demuestran acierto y error de políticas económicas.
Los cortes de la carne vacuna, es un ejemplo, pero existen muchos otros, tales como carne porcina, frutas (maduras, muy maduras, sanas, grandes), productos industriales, etcétera.
Télam, del domingo 03/09/2023 publica: “El Mercado Central difundió precios para las carnes”, de novillo (por kilo): asado $ 2.400, colita de cuadril y bife de chorizo $ 3.300, espinazo $ 990, bola de lomo/cuadrada $ 3.100.
Todos dichos cortes y otros, son partes del mismo animal cuyo costo de mantenimiento y faena es único, y sin embargo tienen diferente precios de venta.
¿Por qué? Indiscutiblemente, porque los costos no determinan los precios. En consecuencia, las teorías económicas que incluyen el costo del producto en la determinación de su precio, son erróneas.
Los diferentes precios surgen de las diferentes apreciaciones subjetivas de necesidad y la escasez o abundancia del bien, es decir, son establecidos y/o aceptados o no, por los consumidores.
La segunda conclusión es que es inútil fijar precios por cuanto tales, solo serán aceptados por quienes coinciden con la apreciación de su necesidad.
La tercera observación es que cuando los precios son verdaderos, es decir, el efecto de la apreciación de utilidad de los consumidores, determinados por decisiones subjetivas y libres, son una eficiente guía de la actividad económica, cuya consecuencia es un máximo posible de bienestar comunitario.
Caso contrario, los precios falsos guían erróneamente la actividad económica. El desequilibrio entre producción y consumo, impide la estabilidad; detiene los intercambios y su efecto, la actividad económica; obstruye el proceso, favorece la pobreza y perjudica el bienestar social.
* Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo.