¿Qué hay en común entre las expresiones Están jugando con vos, Hoy juegan varios factores para esta crisis, Estás jugando con fuego y El socio no le jugó limpio?
Evidentemente, el elemento común a todos ellos es el verbo ‘jugar’, aunque no siempre adopta el mismo significado. ¿Qué acepciones puede tomar este vocablo?
La más conocida es, quizá, la primera: “Hacer algo con alegría con el fin de entretenerse, divertirse o desarrollar determinadas capacidades”: Bajaron los niños a jugar en el jardín. Relacionado con este primer valor, se da el segundo significado: “Participar en una competencia deportiva o realizar una actividad grupal en la que hay reglas”, como en Hoy el equipo del colegio no jugó bien. También un valor similar es el que dice “realizar una actividad en la que cada participante asume un determinado rol o interpreta un personaje”: Los chicos jugaron al ladrón y al policía.
Además de estas acepciones, ‘jugar’ puede indicar también la participación en una competencia o en un sorteo en los que hay a disposición una cierta cantidad de dinero: Jugando al póker perdió grandes cantidades de dinero. ‘Jugar’ también señala la intervención de un participante en su turno de juego: ¿A quién le toca jugar ahora? Nos dice el diccionario que, en este ámbito, es sinónimo de “apostar”: Siempre juega fuerte en el casino. Vinculado con esto, como pronominal y con significado negativo, es equivalente a “perder en el juego”: Se jugó todo lo que poseía.
Se puede acudir al término ‘jugar’, para aludir a que se trata algo o a alguien sin la consideración o el respeto que merece: Estás jugando con tu salud. También puede indicar que se trata a una persona sin tomar en cuenta sus sentimientos, especialmente engañándola o divirtiéndose a costa de ella: Andrés jugaba con la credulidad de Silvia. El minimizar la importancia de un hecho es otra de las acepciones de ‘jugar’ pues el diccionario nos dice “poner en riesgo algo considerado valioso o importante”: Viajar sin cinturón de seguridad es jugar con tu vida.
Otro valor significativo de ‘jugar’ es “apostar a algo o a alguien”: Te juego que viene tarde. Si se une a los sustantivos ‘rol’ o ‘papel’, indicará el desempeño de una función: Su memoria juega un papel muy importante en su trabajo de actor. Si se une a la preposición ‘con’, da a entender que se exploran o experimentan distintas posibilidades para disponer o representar algo: Para dar sensación de amplitud, el diseñador jugó muy bien con los colores claros.
Si se dice, por ejemplo, Diversas circunstancias han jugado en esta crisis, habremos querido significar que esos factores han tenido parte o que han intervenido en un asunto.
En otras ocasiones, encontramos ‘jugarse’, ‘jugársela’ y ‘jugárselas’, que toman el significado de “arriesgarse por algo o por alguien”: Se jugó por ella porque la quería mucho. Se la jugó y le fue bien.
También encontramos distintas frases ya armadas, con variados significados: ‘jugar a dos puntas’ es una expresión coloquial, que señala que se actúa falsamente, pues se obra según la conveniencia, adoptando dos actitudes distintas e incompatibles: No es sincero pues juega a dos puntas.
‘Jugar al gato y al ratón’ alude, coloquialmente, a la participación en una situación en la cual alguien busca o trata de controlar a otras personas: Anduvo detrás de él toda la mañana como quien juega al gato y al ratón. ‘Jugar mis/tus/sus cartas’ indica que se usan los recursos de los que se dispone para conseguir lo que se desea: Obtuvo el deseado ascenso porque jugó muy bien sus cartas.
Si alguien viola las normas consideradas correctas, se dice que juega sucio y, por el contrario, si el comportamiento es acorde a las reglas, juega limpio: Le jugó sucio al venderle mercadería vencida. La votación fue transparente porque todos jugaron limpio.
¿Y qué queremos significar cuando decimos que se juega (alguien) el pellejo o que nos juegan una mala pasada? En el primer caso, estamos indicando una acción muy riesgosa; en el segundo, nos han hecho un daño, perjudicial o molesto: Me jugué el pellejo para conseguirte esto. La vida me ha jugado una mala pasada.
Evocamos, en este sentido, el sustantivo ‘jugarreta’, usado coloquialmente como una jugada mal hecha y sin conocimiento o, también, como una mala pasada: Fui víctima de una sucia jugarreta.
El refranero recoge paremias que descalifican al que se dedica al juego:
Bien juega el que no juega pondera al que se abstiene de este vicio y, por lo tanto, no tendrá problemas. El juego destruye más que el fuego es una paremia en donde se evidencia el parecido fónico de los dos términos y se hace hincapié en el poder destructivo que pueden tener en la vida cotidiana. Afortunado en el juego, desgraciado en amores contrapone destinos pues si a alguien le va bien en la primera actividad, seguramente no es feliz en su vida amorosa. Siempre en la postura de considerar perniciosa la afición al juego, encontramos Juego y bebida, casa perdida, en que se condenan por sus consecuencias tanto la ludopatía como el alcoholismo. Lo mismo en De tres cosas no fíes: de salud de viejo, de alegría de jugador y de cielo estrellado; las tres suelen fallar con frecuencia. Los tres elementos presentados tienen en común su carácter efímero e inseguro.