Apenas nacido Occidente, amparado por la iglesia católica, los judíos se sintieron atraídos y ocuparon masivamente el territorio europeo. A pesar de algunas persecuciones se hicieron partícipes activos de la evolución cultural y económica de Europa. Es así que todas las actividades los vieron ocupar lugares protagónicos tales como las artes, la filosofía, la cultura en general y Europa fue judeo cristiana. La evolución de Europa en el área político social dio lugar al nacimiento de la democracia que los judíos, ya europeos, adoptaron.
Muchas fueron las injusticias cometidas contra ellos y nunca olvidaron a su tierra prometida que desde siglos antes del nacimiento de Cristo los albergó. Consecuencia de esta dura historia las naciones del mundo coincidieron en crear el estado de Israel y en él desarrollando sus naturales talentos trabajaron intensamente para convertirlo en una nación pujante, moderna y democrática. De su experiencia europea decidieron una organización democrática para ocupar el gobierno, o sea, no repitieron la tendencia del mundo árabe de constituir poderes teocráticos, tan peligrosos por unir la religión con los intereses de estado, que conforma un poder donde ambos se complementan peligrosamente. Queda claro que Israel llevó la democracia a Medio Oriente.
Es obvio que si se desea destruir a Occidente deben comenzar por Israel, es decir el primordial objetivo de atacar a Occidente es comenzar por Israel.
Muchos son los países que coinciden en destruirla, como así también tendencias políticas cómplices. Si analizamos ese frente encontramos en primer lugar las diversas expresiones de la izquierda “progresista” que con un discurso de justicia social e igualdad del hombre termina apoyando, cono ocurre en latino américa, sus tiranías amigas. Es así que apoya a países como Venezuela, Cuba, Nicaragua, etc. Sin olvidar a Bolivia que además firmó un pacto con Irán, tal como lo hizo el kirchnerismo en su momento. Es claro que el frente islámico como protagonista principal de la lucha contra Israel está aliado a estos países para el objetivo final que es el Occidente democrático.
Es así que debemos tomar conciencia de esta realidad y oponernos firmemente a sus siniestros objetivos y basados en la cultura y moral del Occidente cristiano comprometernos activamente en la defensa de Israel.
* El autor es ingeniero.
