El coloquio anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) tiene como principal objetivo reunir a los más representativos ejecutivos de empresas con referentes políticos y de la economía invitados, para exponer los temas que desde lo público tienen directa injerencia en las actividades del sector al que representan.
En el evento de este año, que acaba de finalizar, y que tuvo como consigna “Qué país queremos ser”, una de las conclusiones fue la necesidad de recuperar el diálogo entre los argentinos, dinamizar el crecimiento y afianzar el apego a las normas constitucionales.
Además, hubo un capitulo muy importante dedicado a analizar la dramática situación de pobreza, cada vez mayor, que sufre una proporción importante de argentinos y pensar en mecanismos para atemperar esa crisis social.
En la encuesta que todos los años realiza IDEA entre los empresarios que participan del evento, se destacó que “la profundidad de la crisis” derivada de la pandemia de coronavirus y el cierre de la economía fue mayor y más extensa de lo previsto. Las ventas parecen que llegaron a un piso, por lo que cuatro de cada diez entrevistados dijeron esperar que esa tremenda caída deje paso a alguna evolución positiva. Hay otro detalle no menor: las empresas medianas manifiestan mayor dificultad para adaptarse al teletrabajo, adoptado en tiempos de cuarentena, opción laboral que tiende a consolidarse.
Pero una de las propuestas más destacadas entre los disertantes fue la de recuperar el diálogo entre los argentinos en todos los ámbitos. Y uno de los expositores que enfatizó en esa cualidad fue el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, quien en su alocución hizo alusión a la necesidad de una visión compartida de lo que el país necesita a largo plazo para que, en ese encuadre, la alternancia democrática no se convierta en “una lucha entre enemigos” y se pueda “construir con lo que dejó el anterior”, en referencia a los períodos de gobierno entre distintas fuerzas políticas.
Esta apreciación de quien es hoy uno de los principales referentes de la oposición a nivel nacional, coalición que, sin embargo, muchos pecan de intolerantes, sintonizó claramente con lo dicho en el mensaje de apertura del Coloquio por el presidente del mismo, el ejecutivo Roberto Alexander: “… no se trata de refundar el país, ni empezar todo de nuevo. Sino de lograr construir con reglas claras. Tampoco necesitamos estar de acuerdo en todo para convivir y crecer. Lo que necesitamos es evitar que el hecho de pensar distinto sea una excusa para degradar…”.
También ese fue el mensaje del presidente de la Nación, al hablar en el acto de apertura: “Tenemos que trabajar todos juntos para encontrar la salida…”; “El mayor flagelo es la intolerancia, la descalificación del otro por no ser como yo…”. Elogiable lo de Alberto Fernández; pero el jefe del Ejecutivo nacional debería exigir esa virtud a muchos de sus colaboradores, que no solo critican a quienes se manifiestan contra las políticas públicas, sino que también los desprecian como ciudadanos, como hizo el jefe de Gabinete con la multitud que salió a las calles el lunes 12.
El empresariado nucleado en IDEA dejó un mensaje que invita a la conciliación y el respeto, al apego a la institucionalidad, entre otras urgencias. Sin ellas será muy difícil conciliar estrategias que nos saquen de la crítica situación social y económica que nos toca afrontar, entre otros flagelos.