Historia de un comienzo difícil pero enfrentado con gran entusiasmo por hombres y mujeres, médicos y enfermeras, unidos, para hacer la primera terapia intensiva infantil de Mendoza. A la distancia, habiendo sido yo, uno de los siete, una gran emoción en el recuerdo.
Lugar: un sector de la Sala 14 del ya vetusto Hospital Emilio Civit. Éramos siete médicos (hombres y mujeres). Hacíamos guardia, uno por día y cuando uno vacacionaba los otros nos recargábamos. Gran esfuerzo. enorme satisfacción ¡Mi padre José Lentini fue uno de los jefes de esa sala, primitivamente destinada sólo a lactantes!
Hubo que organizar, aprender, enfrentar, tratar de derrotar la muerte que quería llevarse a los pequeños. Algunos tuvimos que viajar para aprender…y si hablo de mí, no es arrogancia, tuve un papel del que me enorgullezco en el desarrollo de técnicas salvavidas, que aprendí durante mi especialización en Chile.
Respiradores: hubo sólo uno al principio. Todavía me pregunto por qué no hubo dos y nos vimos forzados a “elegir”. Pusimos en marcha el primer respirador (lo había aprendido en Chile). Los respiradores se “manejan” sabiendo cómo está el oxígeno y otras variables en la sangre: asimismo pusimos en marcha el primer aparato de medición de gases en sangre de Mendoza, en Pediatría. Esto también lo aprendí en Chile.
Estudiar lo nuevo y tratar de encontrar soluciones. Diagnosticamos varias enfermedades “nuevas”. El que no estudia no diagnostica. Así encontré el primer botulismo del lactante (no es lo mismo que en el adulto). Gracias al profesor Giménez de la Cátedra de Microbiología de la UNCuyo que nos dio la información, yo la apliqué y lo diagnostiqué.
Nuevas “ahora viejas técnicas” pero que salvaron muchas vidas. Hice la primera diálisis peritoneal, por insuficiencia renal en niños. Salvamos vidas.
Más tarde en el Hospital Notti, fue otro comienzo de desarrollos, dificultades y éxitos en medicina de avanzada. Viajé a Estados Unidos a aprender organización hospitalaria para desarrollar el primer centro respiratoria del Notti en ese nuevo Hospital. Esa es otra historia. Fue y es un centro de excelencia.
Sólo hablo de historia, y hablo de mi porque creo, humildemente que tuvimos un papel importante contribuyendo a salvar vidas y mejorar, mejorar, mejorar, sin cesar.
* El autor fue el primer Jefe del Centro de Neumonología del Hospital Notti.