Hay que bajar la malnutrición infantil

A pesar de las diferencias sobre cómo administrar la crisis sanitaria y propender a levantar el país, hay un tema sobre el que no debería haber grietas y es en lo concerniente al crecimiento de los niños y sus derechos a acceder a una vida digna. Nunca será tarde para desarrollar acciones que favorezcan al desarrollo armónico de los chicos y adolescentes, lo que debería tener rango de causa nacional.

Nos mueve a pensar de esta forma, el último informe de la organización médico-asistencial y solidaria Conin, titulado “Resultados de los operativos de la Unidad Pediátrica Móvil (UPM)-2019” y que los interesados en profundizar al respecto encontrarán en www.conin.org.ar. Se trata de un relevamiento realizado durante el año pasado, en 40 localidades vulnerables de doce provincias argentinas.

Este grupo detectó que 64% de niños/as menores de 5 años presentan malnutrición, 27% tienen sobrepeso y 37% obesidad. Mientras que 12,6% tienen baja talla o baja talla grave. Además, se vio que la falta de prestaciones básicas y fuentes seguras de obtención de calor, y habitar en barrios o asentamientos precarios, condiciona aún más su correcto desarrollo.

Como señalamos, los relevamientos alcanzaron a 40 localidades con poblaciones urbano-marginales vulnerables correspondientes a 12 provincias argentinas, con el propósito de determinar el estado socio-nutricional de niños/as menores de 5 años y su entorno. Los resultados muestran hallazgos y algunos factores asociados a la malnutrición, previos a la actual situación de pandemia. La realidad ahora debe ser peor.

En el análisis, fueron incluidas localidades del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Noroeste (NOA), Nordeste (NEA), y de las regiones pampeana y de Cuyo. Se relevaron 2.347 viviendas, con una totalidad de 9.589 personas, de las cuales 31,7% (3.048) eran niños/as menores de 5 años.

Gran parte de las viviendas relevadas, estaban vulneradas por la falta de servicios básicos como cloacas, sanitarios, agua potable y fuentes seguras de obtención de calor.

En este último aspecto, Mendoza tiene la gran oportunidad de proceder a la regularización dominial y a las mejoras de las 217 villas y asentamientos encuestados en el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), y avanzar mucho en conseguir techos adecuados para habitantes muy desplazados. Asimismo, se identificó como uno de los factores relacionados a la prevalencia de desnutrición, el bajo nivel de instrucción de los padres. Otro factor que conspira en la salud y peso de los más pequeños es la ingesta de productos ultra procesados, considerados de bajo valor nutritivo, desplazando en parte el consumo de alimentos frescos y preparaciones caseras.

El estudio concluye en que dos de cada tres niños/as presenta algún tipo de malnutrición, ya sea por déficit y/o por exceso, independientemente de las condiciones vulnerables de la vivienda donde habitan.

La posibilidad de una alimentación adecuada, completa y variada, junto a un entorno sano y afectuoso, son factores esenciales para el mantenimiento de la salud del niño/a en crecimiento y desarrollo, protegiendo al mismo de las infecciones y previniendo las enfermedades no transmisibles en la vida adulta.

Temas que son urgentísimos y que deberán ser prioridad de los gobiernos nacional y provincial.