Las partes en conflicto en Ucrania han dado señales de querer arribar a algún tipo de acuerdo de paz, como consecuencia del “impasse” en el terreno militar, sea por agotamiento o por la dificultad para derrotar categóricamente a su oponente; pero principalmente por una fuerte presión de terceros estados en tal sentido.
Se ingresa así, paradójicamente, a la etapa más crítica del conflicto y es evidente que las partes tendrán dificultad para encontrar una “fórmula negociadora” que sintetice los intereses en pugna.-
Esas conversaciones estarán condicionadas por determinadas situaciones de hecho.
Entre ellas están: la imposibilidad del restablecimiento pleno de la soberanía de Ucrania; la ocupación efectiva rusa de parte del territorio; la región del Donbáss como pro rusa; el seguro ingreso de Ucrania a la Unión Europea y la ampliación de la OTAN.
Como no hubo una declaración de guerra formal, no habrá un acuerdo clásico de paz, será un acuerdo sui generis. Se atenderá a cuestiones materiales básicas y humanitarias, y tendrá como antecedentes el acuerdo celebrado, con la mediación de Turquía, para la salida de granos y cereales ucranianos por el Mar Negro.
Un acuerdo semejante, buscará “congelar” el status quo actual y para ello resultará determinante la voluntad de la comunidad internacional, interesada en crear las condiciones necesarias para la paz y la reactivación económica.
El “acuerdo” no hará justicia, no dirá que fue una guerra de agresión, o que se restablecerá la integridad territorial de Ucrania. Será menos pretencioso, pero realista y dejará las cuestiones más complejas en suspenso. De esa forma se evitará mayor destrucción y muerte en Ucrania y permitirá su aproximación a la Unión Europea. Por su parte, Rusia, salvará las ropas y conservará el Donbáss y Crimea.
Pero al “congelar” el conflicto se ingresa en una zona de nebulosa, de grises. Habrá fronteras no definidas ni reconocidas internacionalmente, ciudadanías no determinadas, problemas de circulación de personas y mercancías. No se determinarán responsabilidades de ningún tipo. Periódicamente, el conflicto puede volver a estallar y entonces las partes deberán readaptar el acuerdo.-
Algo parecido, pero en menor escala, ha sucedido en los Balcanes y el Cáucaso. Allí la comunidad internacional ha asegurado (principalmente desplegando una fuerza armada internacional) un status quo determinado y suspendido un arreglo definitivo. O los “Acuerdos de Oslo” que entregan a los palestinos la administración de Cisjordania, sin crear un Estado Palestino.-
* El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales.
Tal acuerdo, facilitará el desmantelamiento de las sanciones impuestas a Rusia y permitirá encausar la ayuda internacional para la reconstrucción de Ucrania.-
En síntesis, es posible un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, auspiciado por la comunidad internacional, que deje en suspenso los asuntos más complejos, para atender cuestiones urgentes y concretas y/o humanitarias y de rápida aplicación.
Tal acuerdo será esencialmente provisorio y fuertemente condicionado por la evolución política interna de las partes en conflicto.