Los efectos del cambio climático son cada vez más palpables y alarmantes. La preocupación ha pasado a ser algo cotidiano y en cualquier ámbito social el tema sale a colación cuando se hace alusión a una sequía prolongada, a tormentas de gran magnitud en zonas no habituales, inundaciones o, a la inversa, sequías en regiones habitualmente productivas que no requerían antes tanto de la mano del hombre para subsistir.
Entre las personalidades del mundo preocupadas por el tema hay que citar al papa Francisco.
Desde hace varios años el Vaticano viene expresando su preocupación por la situación y recientemente planteó uno de los efectos de las alteraciones que no todos advierten: los desplazados a raíz del cambio climático.
La Santa Sede advierte a través de un documento especialmente elaborado por este flagelo, que hay millones de personas en diferentes regiones que se ven obligadas a “huir” de sus lugares de asentamiento porque sus hogares dejaron de ser habitables a raíz de las alteraciones climáticas cada vez más evidentes.
En el prólogo de dicho manifiesto, el Pontífice indica: “El deterioro del clima es muy a menudo el resultado de decisiones equivocadas y de actividades destructivas, del egoísmo y de la negligencia, que ponen a la humanidad en conflicto con la creación, nuestra casa común”.
Aunque muchas veces cambiante según quién gobierne, la orientación de las principales potencias económicas del mundo sobre este tema va en sintonía con los pensamientos del líder de la Iglesia Católica.
Y es en los países occidentales donde mayormente se va despertando la inquietud del sector privado y del mundo empresarial en general para buscar acercamientos que permitan, en un mediano plazo, hacer compatibles las actividades productivas con las exigencias que en materia climática imperan, siempre con el firme propósito de que en las próximas décadas la humanidad comience a advertir los efectos de una nueva orientación de medidas de corte ambiental.
En esa línea, Mendoza se prepara para encarar un debate que pretende arrojar un concreto aporte a esta problemática.
En los primeros días de junio, el Foro Valos 2021 abordará el tema “Cambio climático: fortaleciendo alianzas público-privadas”.
La cita tendrá como ejes la biodiversidad, la llamada economía circular y la transformación energética.
En ese marco, se busca especificar el rol de las empresas. El Foro Valos siempre ha sido el evento de referencia para el oeste argentino en todos los temas que requieren de la responsabilidad y el desarrollo sostenible de las empresas.
ustamente, la articulación público-privada también aparece como una herramienta esencial ante esta urgente toma de decisiones.
No se puede pretender que las acciones en materia climática que se demanda de las autoridades surjan sin el aporte de la responsabilidad social empresaria.
Y el apoyo de los medios de comunicación a esta verdadera cruzada de concientización es fundamental, movido sólo por el interés de aportar a una mejor calidad de vida. Así se hace posible llegar a la comunidad en general. Eso mueve a Los Andes a respaldar este tipo de iniciativas.
