El agro en Mendoza está en un “virtual feriado”. Es cierto, las plantas no detienen su crecimiento y los productores tampoco su trabajo, pero lo cierto es que hay poco movimiento. Muchos han preferido hacer la plancha. “Wait and See”, a un semana de las elecciones no parece una mala estrategia. Tal como lo contó Los Andes, los que pudieron acceder intentaron comprar insumos a dólar oficial mientras se pudo, pero durante la última corrida, hasta ese beneficio se licuó.
Algunas empresas prefirieron sacar del mercado sus productos mientras aclara el panorama y solo terminaron los negocios que ya tenían calzados.
Entre tanto, como el periodo de alerta por heladas tardías aún no termina, muchos tuvieron que “prender” y hacer defensa activa de sus cultivos. Nadie quiere en la medida de posible repetir el 2022. Pero la madrugada del jueves de la semana que termina dejó un sabor amargo. Con temperaturas de -1°C en Los Campamentos y Santa Rosa, -2,5°C en Junín, -2°C en Perdriel, -3,5°C en Vista Flores, -1,5°C en Agua Amarga, -3,8°C en Tres Esquinas, -2°C y -2°C a -3°C en San Rafael, ya se calcula que habrá daño en viñedos en zonas puntuales del Valle de Uco. La magnitud difícil de cuantificar, por ahora.
En tanto, la macro no ayuda y el negocio sigue marcando números en rojo, aún cuando hubo mejoras impositivas, tal como se advirtió, no ayudaron. Ni el anuncio del dólar a un poco más de $ 500 entusiasmó a los exportadores: “no le sirve a nadie”, dijeron y, por lo bajo, hablaban más de un anuncio electoral que de otra cosa. Una buena noticia que pasó desapercibida en medio de la corrida del dólar blue fue el Pronóstico de Caudales de los ríos de la provincia de Mendoza para la temporada 2023-2024, que se extiende desde octubre hasta septiembre próximo, y que dio como resultado un año normal para la mayoría de los ríos. Esto generó expectativas en las zonas productivas porque podría generar una mejora parcial en los rendimientos.
No obstante, se conoce principalmente en la zona Este que el estado de los viñedos en muchos casos es muy irregular, por lo que la llegada de más agua no soluciona todos los problemas. Referentes del sector ya se animan a decir que está llegando el fin de los vinos básicos y que la economía que vive Argentina hace imposible seguir sosteniendo ese negocio de márgenes tan pequeños. Otros no están tan seguros.
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