“En el corazón de la filosofía de Iris Photo está el entendimiento de que cada fotografía es una cápsula del tiempo, preservando emociones, historias y conexiones que definen nuestra humanidad. Ofrecemos una amplia gama de productos que elevan la fotografía a la categoría de arte, reflejando su dedicación tanto a la estética como a los sentimientos” con este speech se escanea iris en Europa.
Coquetos locales presentan la movida como un combo entre autoconocimiento y decoración de interiores. “La toma de su iris, así como su optimización, sólo lleva unos minutos. La impresión y el enmarcado también se realizan muy rápidamente. Solemos conceder un máximo de 15 minutos para una persona. El tiempo total dependerá entonces del número de ojos a fotografiar, si desea hacer un dúo, trío, cuarteto... ¡o más!” persuaden a su clientela en Francia o Países Bajos.
En Argentina, el tema no concierne a consumidores, sino a gente que se deja escanear el iris a cambio de un pago. “La provincia de Buenos Aires imputó por cláusulas abusivas a la empresa Worldcoin, que viene llevando adelante el polémico escaneo del iris a personas que entregan ese dato personal a cambio de una suma de dinero en criptomonedas.
La cuestionada compañía tecnológica podría ser multada en más de 1000 millones de pesos. El caso reaviva el debate sobre los riesgos de entregar información privada y no poder recuperarla”, informaba en abril Pagina12, dando a conocer una de las polémicas en torno a este procedimiento, mientras en este medio se informaba que “la primera medida que dispuso la justicia de la provincia fue derivar la investigación a la Fiscalía de Delitos Informáticos, ya que se trata de un canje de criptomonedas por datos personales”.
Pero en las calles elegantes de Europa, el propio iris impreso a escala gigante se puso de moda para decorar el living y solo algunos recelosos -como en la joya ochentera They live- ven en su pupila subliminales mensajes de vigilancia. Pero si es por ver, se puede ir más allá del cine, más allá de Orwell, hasta llegar al ciego Homero y su cíclope Polifemo. Cuando es interceptado por el monstruo, el marino Ulises tiene la astucia de responder a su pedido de nombre y señas diciendo que se llama “Nadie”. Con esa negativa salva el pellejo. Años vagando por el Egeo le habían dado la calle suficiente como para saber del peligro que encierra la entrega de datos personales. Si hablamos de iris, en Argentina, somos Ulises, la vimos primero y más clarito. Si caemos en la trampa, es por necesidad.
