La presidencia de Carlos Saul Menem fue un período comprendido entre el 8 de julio de 1989 y el 10 de diciembre de 1999, fecha en que terminó su segundo mandato y asumió su sucesor.
El principal problema que debió enfrentar al asumir la presidencia fue el de una economía en crisis, con hiperinflación y una profunda recesión.
Con la aprobación de la Ley de Reforma del Estado, en agosto de 1989, privatizó varias empresas estatales. Las primeras fueron la empresa telefónica Entel y Aerolíneas Argentinas.
Se privatizaron también la red vial, canales televisivos, gran parte de las redes ferroviarias, YPF y Gas del Estado.
A fines de 1989 se produce una segunda hiperinflación.
La fuerte demanda de divisas para importaciones provocada por el atraso cambiario y la apertura de la economía se había compensado inicialmente por una fuerte repatriación de capitales y las privatizaciones.
Indudablemente dichos recursos no cubrieron déficits fiscales y su consecuencia fue, emisión monetaria, y su efecto, inflación.
Erman González fue el tercer ministro de economía menemista y sorprendió a los mercados con un plan de estabilización de precios basado en el cambio obligatorio de depósitos a plazo fijo por bonos externos en dólares a 10 años.
El error conceptual económico es combatir el problema por su consecuencia y no su causa.
La estabilización es un efecto del equilibrio; y el equilibrio es un estado en el que las partes (oferta y demanda) coinciden; por lo tanto, el equilibrio económico solo puede provenir de precios verdaderos, es decir, de mercado, que aseguran estabilidad. Cualquier otro método es un error económico.
El cuarto y último ministro de economía del gobierno de Carlos Saul Menem, fue Domingo Cavallo, quien estableció la ley de convertibilidad. Este esquema incluyó la creación de un nuevo signo monetario: el peso convertible, que comenzó a circular en el país desde el 1 de enero de1992, y reemplazó la entonces vigente moneda nacional, el austral. En este sistema el Banco Central está obligado a respaldar con sus reservas una relación de cambio en la que un dólar vale lo mismo que un peso.
Es decir, se fijaba el precio de las divisas.
Grave error económico, una vez más fijación de precios.
Precio es un efecto económico, por lo cual no se puede fijar precio alguno y menos de la moneda que afecta a todas las transacciones y cuando no coinciden con la realidad, se traban y paralizan los intercambios, la economía.
Durante la vigencia de la ley de convertibilidad, debido al crecimiento de la deuda pública, el gasto público pasó de 46.351 millones de dólares en 1991 a 82.842 millones de dólares en 2001, produciendo un constante y creciente déficit fiscal.
La derogación de la ley de convertibilidad el 6 de enero de 2002, por Jorge Remes Lenicov en el gobierno provisional de Eduardo Duhalde, estableció el fin de la paridad uno a uno entre el peso argentino y el dólar estadounidense, que había sido implementada para combatir la inflación pero contribuyó a la crisis del 2001.
Al respecto dijo Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía: “La Argentinas salió de un sistema cambiario inapropiado y mucha deuda. El costo para la economía argentina fue muy alto, pero después comenzó a crecer muy rápido”.
El gobierno de Carlos Saul Menem está generalmente considerado liberal, sin embargo, como se puede apreciar en este análisis, no todo fue liberal.
* El autor proviene de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo.
