El triángulo ABC

El viejo proyecto ABC de integración entre Argentina, Brasil y Chile, se trata de una idea geopolítica relevante que puede trabajarse en función de 2030.

El triángulo ABC
General Julio Argentino Roca, ex Presidente de la Nación.

Terminando el siglo XIX, el General Julio Argentino Roca, que había asumido su segunda presidencia en Argentina el 12 de octubre de 1898, propuso a su par chileno, el presidente Federico Errázuriz, encontrarse en el Estrecho de Magallanes.

Los dos países mantenían fuertes diferencias limítrofes y se encontraban reequipándose militarmente para un eventual conflicto armado.

El presidente chileno aceptó la propuesta de reunirse, lo cual implicaba una actitud favorable a abrir vías de negociación. De esta manera, en febrero de 1899 tuvo lugar el primer encuentro entre un presidente argentino y uno chileno de la historia.

El escenario fue por demás simbólico: las aguas del extremo sur de ambos países.

En las semanas siguientes el presidente argentino se comunicó con su par de Brasil, Manuel Campos Salles. El objetivo de Roca era visitar su capital, Río de Janeiro. El presidente brasileño aceptó la propuesta: en junio de 1899 tuvo lugar la primera entrevista entre un presidente argentino y uno brasileño. Con Brasil no estaba planteado ningún conflicto relevante, pero sí había una relación bilateral que necesitaba un impulso. En aquella época un viaje de presidentes era un hecho diplomático excepcional. En ambos casos se trató del primer encuentro de la historia.

La Argentina volvió a tener problemas de orden limítrofe con Chile que se resolvieron en 1902. Con Brasil también los hubo entre 1906 y 1908, pero también se resolvieron pacíficamente. Pero las dos entrevistas realizadas en el primer semestre del último año del siglo XIX introdujo un tema en la política regional: el Triángulo ABC.

Esta idea fue retomada por el canciller de Brasil, el Barón de Río Branco, artífice de la política exterior brasileña que ocupó el cargo con 3 presidentes entre 1902 y 1912. La idea era que los tres países tenían un grado de desarrollo institucional y económico superior al resto de América Latina y que la proximidad geográfica permitía un espacio integrado Atlántico-Pacífico, idea que habría de perder fuerza en las décadas inmediatas.

En 1933 tiene lugar la segunda visita de un presidente argentino a Brasil: el General Agustín P. Justo fue recibido por su colega Getulio Vargas, quien dos años después, en 1935, devuelve el gesto y visita a Buenos Aires. Fue la segunda entrevista entre presidentes en la historia de estos dos países.

A comienzos de los años 50 hay un intento de mantener la idea del Triángulo ABC entre los presidentes Juan Domingo Perón en Argentina, el mencionado Getulio Vargas en Brasil y Carlos Ibáñez del Campo en Chile, pero el suicidio de Vargas hizo que perdiera impulso la idea.

Se trata de una idea geopolítica relevante que puede trabajarse en función del 2030. Analizado como un bloque regional, se despliega desde el norte de Sudamérica en el nordeste brasileño hasta el Polo Sur por la presencia de Chile y Argentina en la Antártida. Analizada como región, está sobre dos océanos y este carácter bioceánico es una ventaja hacia el futuro inmediato. Esa es la diferencia entre Estados Unidos, que se despliega sobre los dos océanos, y Europa, que no tiene esta ventaja.

Los mares son una oportunidad creciente a nivel global. El proyecto Pampa Sur de Argentina tendiente a ocupar y desarrollar el Mar Argentino, se corresponde al de Brasil, denominado “Amazonia Sul”. Ambos proyectos articulados permiten proyectar un área de mar sudamericano desde el ecuador hasta el Polo Sur. A su vez, el futuro de la Antártida permite a la Argentina y Chile una cooperación en base al interés común, dado que los dos países reclaman la soberanía que han dejado en suspenso -pero a la que no han renunciado- en el marco del Tratado Antártico.

Posiblemente esta idea geopolítica pueda ser la más útil para articular acciones comunes en el marco sudamericano.

En este marco, no parece tener lógica ni justicia la reciente remoción de la estatua de Julio Argentino Roca en la ciudad de Río Gallegos. Esta estatua conmemoraba el viaje de Roca al Estrecho de Magallanes para entrevistarse con el presidente chileno, oportunidad en la que estuvo en la hoy capital de la provincia de Santa Cruz. Aunque desde 1987, con la llegada de Néstor Kirchner a la intendencia de Río Gallegos, el kirchnerismo durante más de tres décadas continuas ha gobernado la provincia, nunca se había tocado la estatua del primer presidente argentino que viajó a la Patagonia. El movimiento “Desmonumentar a Roca” celebró el hecho como una victoria. La estatua fue llevada a un lugar por ahora incierto, creando una situación que merece una urgente reparación.

*El autor es Consultor y escritor.

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