Son 154 mil las personas que son pobres estructurales en Mendoza, el 12,4%, y más de 22.500 hogares están en una situación de inseguridad alimentaria severa según datos de un estudio sobre la pobreza en nuestra provincia realizado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Mendoza pasó del puesto 19 en el 2018 al 4 en 2020 en el ranking nacional de provincias y su cantidad de pobres según los datos del Indec. Algo se hizo mal, las otras provincias también tuvieron pandemia, recesión, inflación y devaluaciones. Lo que haya hecho este gobierno para generar empleo y tratar de sacar a las personas de la pobreza no alcanzó, y aquí la pobreza es mayor que en otras provincias. Insisto, las medidas económicas del gobierno nacional que impactan sobre la pobreza, también afectaron a las otras provincias.
Dentro del terremoto social que vivimos están los que se arremangan para tratar de paliar los daños. Así lo hace Gabriela Carmona, quien se puso al hombro el problema de la falta de comida e instaló un comedor comunitario en plena pandemia en El Algarrobal. Pasó de atender el año pasado a 60 personas cada día que entrega comida (martes y jueves), a 958 en 2021. Sabe que es ése es el número porque les da un carnet y lleva el registro de la comida que le entrega a cada persona. Se organiza así: se junta con 12 vecinos que colaboran con el comedor y planifican qué comida pueden dar y luego le hacen pedidos a la gente que los ayuda y a la comuna. “Puse el comedor porque me daba mucha tristeza ver a la gente que no podía ir a trabajar cuando estuvimos encerrados por la pandemia”.
Bueno, mientras Gabriela hace malabares para ver cómo les da comida a 2.000 personas por semana, hay senadores locales y nacionales, radicales y peronistas, que se la pasan tuiteando. No entienden que la gente quiere que les solucionen problemas. Algunos hasta dicen mentiras en las sesiones en la Legislatura y hablan sin fundamentos. Entonces, mientras la política tuitea, miente y está en cualquiera porque son privilegiados que cobran su sueldo todos los meses, Gabriela resuelve y gestiona. Algunos senadores por tuitear, mentir y hablar cualquier cosa en las sesiones se llevan $ 200.000 por mes al bolsillo, son unos caraduras, no tienen vergüenza. Son incapaces de elevar el debate sobre la pobreza como pidió Agustín Salvia, el director del Observatorio de la Deuda Social (creo que los sobreestimo pensando que saben qué es eso), cuando presentó el informe sobre pobreza en Mendoza. Otra cosa, al estudio tuvo que hacerlo la Universidad Católica Argentina (UCA). La facultad de Ciencia Política y Sociales y la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo no tienen estudios sobre pobreza en Mendoza. Sí pudimos ver a las dos decanas de ambas facultades llevarle al gobierno un estudio sobre la reforma de la constitución. Están claras las prioridades de nuestros “académicos”.
Hay mucho cinismo en la discusión por la pobreza. Un ex ministro del desgobierno de Paco Pérez ahora tuitea sobre pobreza y en su gobierno escondía los datos o difundía los números manipulados por el Indec, caradura. El ex ministro, que nunca dejó de tener algún puestito en el Estado y mantiene uno que al parecer le deja mucho tiempo para tuitear, ahora le preocupa la pobreza y la “gestión” de la que formó parte la dejó en el 33,5%, número que nos enteramos cuando el kirchnerismo dejó de manipular el Indec, después bajó y volvió a subir el porcentaje. Así es, el debate por la pobreza son chicanas por tuiter y desconocimiento.
Una senadora radical, escribió una columna sobre pobreza y nunca puso el porcentaje que hay en Mendoza, es el 44% según el Indec.
El 37% de la población está alcanzado por la pobreza multidimensional en Mendoza, lo manejable sería el 15% según la UCA. Y va a aumentar porque antes o después, llegará una devaluación que generará fuertes temblores en el marco del terremoto social que vivimos. Y Gabriela seguirá ayudando, la política tuiteando y los “académicos” vaya a saber en qué.