Domingo Faustino Sarmiento eligió una metáfora para sintetizar su modelo de desarrollo: “Prometo hacer cien Chivilcoy…”, dijo en el centro de ese pueblo que se había convertido en modelo de la economía con valor agregado. La llanura pampeana no podía servir sólo para alimentar ganado, sino que debía ser la base de un país para el trabajo y la libertad.
Los “cien Chivilcoy” eran el ejemplo de crecimiento sostenible en base a un Estado efectivo, transparente y modernizador. Un año después de la frase que plasmó su utopía, creó un sistema estadístico nacional con el primer censo, la administración pública del Registro Civil y un sistema de transparencia de la información pública. Bajó el analfabetismo, se propició la conexión regional a través del telégrafo, el ferrocarril y los puertos. La creación de escuelas, becas de estudio y estímulos para atraer conocimiento científico, fueron la base de su política de desarrollo.
Tomando esta parte de la historia como disparador de un debate que la provincia necesita, creemos que para desarrollarse, Mendoza requiere replicar el modelo INVAP en cada uno de sus oasis productivos.
Como los Chivilcoy sarmientinos, sería el ejemplo de desarrollo tecnológico con valor agregado, aprovechando las ventanas de oportunidad que nos ofrece el momento histórico, dando un salto de calidad, escala y rentabilidad, todo sostenido en lo que viene haciendo la provincia.
Para quien no lo sepa, el INVAP es una empresa pública impulsada por el gobierno de Río Negro y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en la década del ‘70, que ha logrado convertirse en un gigante de proyectos tecnológicos complejos.
Es líder mundial en tecnología nuclear, en desarrollo de satélites, de comunicaciones, protección del ambiente y sistemas médicos para diagnóstico o tratamientos en base al conocimiento de la energía nuclear.
Trabaja en permanente colaboración con universidades y empresas privadas, se auto sustenta, aporta trabajo de calidad a más de 1.800 empleados, más todos aquellos que prestan servicios de forma indirecta y acelera el crecimiento inmobiliario de la ciudad de Bariloche.
Cuando usted ve televisión satelital, cuando usa celular, cuando se realiza estudios complejos o cuando enciende una luz, está disfrutando de los logros del INVAP.
La industria del conocimiento se ha transformado en la tercera fuente de ingreso de divisas de Mendoza.
En nuestra provincia tiene la mayor tasa de crecimiento respecto al resto del país (triplica a la Ciudad de Buenos Aires). Eleva el nivel de ingresos privados, ya que paga el 60% más que la media. Este sector de los servicios basados en conocimientos ha crecido al 15% anual, pese a la crisis económica. Es el sector que más ha crecido en la economía global.
Con un panorama global similar, hace más de 150 años, Sarmiento entendió que el engorde de ganado no alcanzaba, que se necesitaba más conocimiento aplicado para producir más riquezas. Hoy resulta evidente que el camino de crecimiento es el desarrollo tecnológico.
Cuatro polos tecnológicos para cada una de las regiones de la provincia es un modelo de desarrollo sostenible, acorde a las necesidades económicas para reactivar la economía, coherente con lo que ha venido generando la provincia y con lo que demanda el mundo.
En Godoy Cruz tenemos experiencia. El Polo TIC conformado por el gobierno de la provincia, universidades, empresas y el municipio se propuso el desarrollo de un parque tecnológico que oriente su crecimiento de manera estratégica. El Parque TIC es el resultado de ese proyecto colectivo, que nuclea a 20 empresas, exporta millones, da trabajo de calidad y forma recursos humanos.
Ricardo Hausmann, sostienen que la base del crecimiento está en las capacidades productivas desarrolladas para producir mayor variedad de bienes cada vez más complejos. Conocimiento y complejidad progresiva. Si un territorio tiene el conocimiento para producir alimentos, no podrá rápidamente empezar a fabricar vehículos. Pero también reconoce que establecer desafíos innovadores con mirada estratégicas, puede ser el gran motor de desarrollo en la colaboración de lo público, lo privado y la educación en todos sus niveles.
Empresas con sede en el Parque TIC más el aporte de estudiantes de colegios y universidades mendocinas, ya están próximas a lanzar un pico satélite para consolidar sus desarrollos tecnológicos. El convenio entre la Municipalidad de Godoy Cruz y el INVAP es la plataforma para el desarrollo de un satélite a partir del 2023.
Pensar un modelo INVAP para Mendoza, puede potenciar especializaciones que generen más conocimientos y más riqueza. La biotecnología aplicada al agro ya ha dado beneficios. La tecnología espacial es necesaria para ser utilizada en la administración de recursos escasos como el agua, la vigilancia de glaciares y el cuidado de recursos no renovables. El desarrollo de software ya moviliza a unas 2 mil pymes en Mendoza e integradas en proyectos complementarios con la prestación de servicios a casas matrices, puede potenciar su impacto.
Además, podría permitir retener mano de obra especializada que hoy no se encuentra contenida en la oferta laboral disponible y tienen una permanencia muy baja. Implicaría pensar en cuatro polos urbanos atractivos para esas clases creativas que eligen vivir donde pueden progresar y mantener calidad de vida.
En estas semanas hemos podido conversar estas visiones con los responsables del INVAP. Pero también con ex funcionarios chilenos que transformaron la infraestructura del vecino país para favorecer el crecimiento económico. Las reflexiones son siempre las mismas: aprovechar los conocimientos, potenciarlos con las universidades, impulsar la colaboración entre los sectores público y privado, generar una estrecha colaboración basada en la confianza y la predictibilidad, teniendo una visión estratégica viable para el desarrollo.
El modelo INVAP para Mendoza pueden ser los “cien Chivilcoy” de Sarmiento. No es una utopía, podemos hacerlo.
* El autor es intendente de Godoy Cruz y Presidente de la UCR de Mendoza.