No es nuevo que en tiempos de campaña electoral los protagonistas de la contienda en las urnas saquen a relucir sus recursos para atacar al adversario e intentar captar votos. Pero, en esta nueva cita parece que nadie quiere guardar municiones para tiroteos posteriores. Es lo que se desprende de la primera semana posterior al cierre de listas.
En Mendoza, el justicialismo no esperó que el oficialismo de Suárez y Cornejo se acomodara y comenzó a poner a prueba la capacidad de su adversario para asimilar golpes. El abordaje de los temas de salud fue el argumento para la nueva partida.
Mala suerte la del Gobierno. Justo con el arranque del tiempo preelectoral salió a la luz el atraso en la carga de los decesos producidos por la pandemia. Como consecuencia, nueva convocatoria a la ministra Ana María Nadal a la Legislatura para que dé explicaciones de esa anomalía.
Por el lado del Frente de Todos no tienen contemplaciones. No dudan en opinar que “Suárez arrancó su campaña con el pie izquierdo”. Por un lado, entienden que su nominación como senador nacional, aunque suplente, juega en contra de su imagen y generó sorpresa, pero no de la buena, en los ámbitos de la justicia y el derecho en general. Y suman a los contratiempos del Gobernador el caso puntual de la carga a destiempo de muertes por coronavirus.
Obviamente, el justicialismo local encuentra un recurso válido para encarar una embestida a la política sanitaria del Gobierno, que también le sirve a modo de réplica por las críticas, que preferentemente con razón, se emiten desde Juntos por el Cambio por el plan vacunatorio del gobierno de Alberto Fernández y otros asuntos en los que la gestión nacional ha cometido errores y ha sido negligente. Precisamente, la de Cornejo fue siempre una de las voces más duras contra el plan sanitario de la Nación.
Esta vez no habrá demoras por parte del oficialismo para autorizar la presencia de la titular de Salud ante los legisladores. El gobierno de Suárez no ha simpatizado mucho, hasta ahora, con la espontánea comparecencia de los ministros, pero hay que tener en cuenta que el Legislativo es el poder político por excelencia y pedir un informe sobre la marcha de la gestión en una determinada área es un recurso válido que tiene toda oposición, siempre que la temática por la cual se busca información justifique la presencia de un funcionario, obviamente.
De todos modos, en el oficialismo consideran que la nueva interpelación a Nadal que impulsa el Frente de Todos es demostrativa de que el manejo de la pandemia, en general, ha sido correcta por parte del Ejecutivo y por eso toman esta falencia como argumento para confrontar. Para los funcionarios del entorno de Suárez manejar la pandemia no pasa solamente por cómo cargar datos en un sistema nacional de estadísticas; rescatan las reaperturas de la economía que se implementaron aquí desde mayo y junio del año pasado, cuando a nivel nacional el cierre permanecía; la presencialidad en las escuelas, el plan de vacunación, entre otras facetas.
Está claro que gestionar la pandemia no es solo lo sanitario, sino mantener activo a todo un gobierno atravesado por la emergencia. Se supone que estos detalles la oposición los conoce, en especial desde el kirchnerismo, con las mismas responsabilidades de manejo tanto en la Nación como en la estratégica e influyente provincia de Buenos Aires. No se puede no hablar de corrección en dichos aspectos por parte de las autoridades locales. Y es por ello que en el gobierno de Suárez se enojan por el revuelo que generó esta falencia en cuanto a la carga de datos.
Pero, no cabe ninguna duda de que el error es indiscutible y que el atraso en la carga de datos, de casi un año en algunos casos, es excesivo. Es un error que de ninguna manera puede alterar los demás logros en el transitar de la pandemia, es cierto. No alcanza a ser considerado a primera vista un desmanejo. Pero es un error al fin. Y con uno de los aspectos más sensibles, como la muerte de los que se enfermaron por Covid.
También merecería más atención el conflicto que mantienen los profesionales de la salud con el Gobierno. En el Ejecutivo posiblemente miren esta situación como una nueva embestida gremial, pero la problemática que aqueja principalmente a los médicos no sólo pasa por el aspecto remunerativo, que es real, porque estos profesionales tienen bajos ingresos en general, sino por los desafíos que muchas veces deben sortear en el contexto de la pandemia.
En esto hay que incluir el reclamo de los médicos residentes, que es el que por estos días más se hace sentir con algunas medidas de fuerza que tienen el apoyo de las representaciones gremiales propias y de otros sectores estatales. El reclamo que efectúan en cuanto a la derivación que se les hace para atender casos de Covid en el área de terapia intensiva, labor para la cual muchos no están siendo capacitados, es valedero.
De colectoras se trata
Puertas adentro del Frente de Todos hay expectativa creciente con las listas colectoras que se presentarán en distintos departamentos. Como siempre ocurre en estos casos, varias de estas nóminas servirán para resolver, o al menos dejar a la luz, diferencias internas que son insalvables y que sólo mediante las primarias se pueden resolver en parte.
Se comenta que en algunos departamentos (por lo menos tres: dos del Gran Mendoza y uno del Este) corren con fuerza las colectoras del PJ que compiten con las listas oficiales del partido. “Nadie puede asegurar que se pueda ganar, pero hay compañeros que se quieren hacer sentir”, es el comentario que se escucha entre entusiastas dirigentes que pretenden plantear diferencias con la conducción provincial partidaria.
Preparativos en otras fuerzas
Mención para el Partido Verde, una de las agrupaciones que se presentan en el actual armado electoral sin formar parte de ninguna coalición. La mayor expectativa está puesta en el plano provincial. Lograr el porcentaje de votos que les permita obtener una o dos bancas en la Legislatura y también lugares a nivel departamental sería para los jóvenes de este partido (el 90% de sus allegados tiene menos de 40 años) una conquista enorme. Basan su propuesta en una agenda ambiental aplicada a los temas económicas y de infraestructura para la provincia.
Vadillo y Romano, los ex socios políticos de Ramón que huyeron de Protectora cuando éste se alineó con el kirchnerismo en el Congreso, encontraron ubicación como primeros candidatos al Senado y a la Cámara de Diputados de la Nación. Ya mantenían diálogo con Emanuel Fuggazzotto y otros dirigentes “verdes” desde el frustrado intento por reformar la ley 7.722, en el comienzo de la gestión de Suárez.
Tanto el Partido Verde como el resto de las propuestas minoritarias, comenzando por la tercera vía que idearon el Partido Demócrata y Mendoexit (que ahora tiene a la Coalición Cívica como gran aliado, con Gustavo Gutiérrez a la cabeza) van a competir por un porcentaje interesante de votos inciertos por los indecisos y los que directamente no quieren saber nada con las opciones mayoritarias. El sector que salga airoso tendrá una nueva oportunidad de constituir otra alternativa política para un lugar que por lo general quedan vacantes después de apariciones muy auspiciosas. El caso de la fuerza que lideró Ramón es el ejemplo más reciente.