El entendimiento con el Fondo Monetario Internacional tuvo en la semana un capítulo local a través del Senado. El líder del bloque de Cambia Mendoza, el suarista Alejandro Diumenjo, planteó la necesidad de aprobar una declaración de apoyo al principio de acuerdo al que arribó la gestión nacional.
Más allá de su tono cada vez más crítico hacia el gobierno nacional (“las diferencias internas en el Frente de Todos hacen muy difícil la gestión para la Provincia”), Rodolfo Suárez respaldó sin dudar cuando se conocieron los trazos gruesos de lo acordado. Por otra parte, desea tener una cita formal con el presidente Fernández para saber si éste va a laudar o no en el conflicto por Portezuelo del Viento. Qué hacer con los fondos nacionales que llegan periódicamente no es una resolución sencilla si no se hace la obra de Malargüe.
Por esa mirada necesariamente tolerante que debe tener el Gobierno con la Nación no sorprendió el pedido de apoyo de la Legislatura a las tratativas nacionales por la deuda con el Fondo Monetario.
Se acordó que el proyecto sería propuesto “in voce” para apoyar al gobierno nacional en la negociación consensuada. Al fundamentar su propuesta, el líder de la bancada oficialista, Alejandro Diumenjo, fue también desafiante al sugerir que diera su punto de vista sobre el tema la vicepresidenta de la Nación. En tal sentido, propuso que Cristina Kirchner también hiciese público su respaldo a las tratativas para sellar el entendimiento, sin el cual –consideró desde la banca- perdería fuerza el avance logrado desde el ministerio que conduce Martín Guzmán. Pero queda claro que lo que se votó por mayoría fue sólo el respaldo a lo acordado por el gobierno nacional. Lo demás fue para taquígrafos y medios periodísticos.
¿Por qué surgió esta iniciativa? Fundamentalmente porque poco antes, el lunes a última hora, el diputado Máximo Kirchner había renunciado a la presidencia del bloque nacional del Frente de Todos en total desacuerdo con lo pactado con el Fondo Monetario. Tremendo impacto político y periodístico, que echó a rodar mil conjeturas sobre la integridad de la coalición gobernante y sobre la repercusión de semejante decisión en el organismo de crédito.
Independientemente del portazo de Máximo Kirchner, Diumenjo tal vez haya jugado, además, a favor de los dos referentes locales que tiene el radicalismo. Como ya señalamos, el Gobernador rápidamente dio su guiño al acuerdo con el FMI cuando fue oficializado. Su postura es la de todos los gobernadores, tanto del Frente de Todos como de Juntos por el Cambio. Las expectativas fiscales de las provincias están sujetas a lo que se resuelva en esa demorada negociación.
Pero también Diumenjo en cierto modo se puso del lado de Cornejo cuando, al argumentar su propuesta, pidió a viva voz que se expidiera Cristina Kirchner. Hay que recordar que, insistentemente, el ex gobernador y actual senador nacional viene sosteniendo que la oposición sólo debería abordar el acuerdo en el Congreso una vez que la jefa política del oficialismo haga público lo que piensa sobre él.
En primera instancia se especuló con que la decisión de Kirchner hijo de dejar la presidencia de bloque fue en sintonía con el parecer de su madre. “Cristina habló a través de Máximo”, dijo más de uno al comenzar a conjeturarse sobre lo sucedido. Además, muchos dedujeron que a cargo de la Presidencia de la Nación por el viaje de Alberto Fernández hubiese sido escandaloso que Cristina Kirchner se pronunciara por el acuerdo. Sin embargo, la rapidez con la que reaccionaron el jefe del Ejecutivo y Sergio Massa permitió que, a 24 horas del escándalo, ya hubiese remplazante para el líder de La Cámpora. Y que el clima de ruptura inminente se disipara bastante. Fernández viajó más tranquilo a Rusia.
Volviendo a Mendoza, indudablemente sorprendió que el martes, en el Senado, el kirchnerismo, liderado por el camporista Lucas Ilardo, diera respaldo a lo impulsado por Cambia Mendoza y enfatizara que se trató de un “acuerdo razonable” para evitar el default. Aunque sí se distanció el presidente del bloque del PJ con toda posibilidad de ajuste fiscal derivado de lo pactado.
La votación propuesta desde la usina radical llevó al camporismo mendocino a ser el único de esa corriente que se expresó en el país luego del portazo dado por Máximo Kirchner. Y no fue para salir del paso. A nivel nacional hubo, y hay, mucho malestar con la actitud del “heredero”, enojo del que es partícipe el camporismo local. No había intenciones de hacer pública postura alguna, pero al plantearse el tema en el recinto Ilardo atinó a expresarse tomando distancia de los Kirchner, pensamiento que también comparte Anabel Fernández Sagasti, su actual jefa partidaria y socia política.
“No comments” (sin comentarios) dijo Ilardo el martes, luego de la sesión, ante la requisitoria periodística sobre lo que pensaba de la actitud de MK. Clara y breve respuesta para dar a entender el malestar generado en muchos de sus militantes la jugada abrupta que eligió su referente.
¿Será esta actitud del camporismo local como una línea que divida tiempos dentro la militancia? Probablemente. Por lo menos nadie quiere, por el momento, ser partícipe de una movida política extrema que no da certezas de qué lugar ocupará esa corriente en el tablero político nacional. Salvo que se exprese públicamente CFK al regreso al país del Presidente, cuando ya no tenga provisoriamente el mando institucional. En ese caso más de uno se vería obligado a repensar qué postura adoptar.
Al margen de todas las reacciones en el oficialismo nacional derivadas del acuerdo con el FMI, está claro que el kirchnerismo seguirá lamentándose por la deuda que generó el gobierno de Macri, como también aquí con el endeudamiento en tiempos de Cornejo, la insistente prédica con la que el PJ provincial presionó a Suárez desde su asunción, pero sin lograr que al Gobernador se le escapara alguna alusión crítica referida a la situación heredada. Al contrario, más de una vez Suárez dijo que su gestión es una continuidad de la de su antecesor.
Pese a todo, el rol opositor sería cada vez más intenso. El peronismo ya plantea dudas y reparos sobre la adjudicación de 12.000 hectáreas en Malargüe a capitales privados para el despliegue de un centro de esquí de gran nivel. Además, un enojo de legisladores justicialistas de la Bicameral de Seguridad derivó en la decisión del ministro Raúl Levrino de presentarse para exponer ante esa comisión sobre la situación que derivó en el desplazamiento del anterior jefe de la Policía, Roberto Munives.
En principio el oficialismo pretendía que sólo concurriera el sucesor del jefe anterior, Marcelo Calipo, pero finalmente el titular de esa área de gobierno aceptó acompañarlo para aplacar los ánimos alterados de los senadores y diputados de la oposición.
Generalmente es apropiada la visita de un ministro a la Legislatura. Varias veces desde el Gobierno se criticó la insistencia del justicialismo para tener un mano a mano con los colaboradores del Gobernador, argumentando que sólo se trataba de estrategias políticas. El Legislativo es un poder claramente político. Debe haber un equilibrio y la presencia de los funcionarios del Ejecutivo muchas veces contribuye a ello.
Mientras tanto, el estado deliberativo dentro del peronismo mendocino continúa. Si bien es prematuro hablar de posicionamientos hacia 2023, sí se puede señalar que nadie se entusiasma con la candidatura a gobernador. Desde que Fernández Sagasti se retiró de esa carrera pocos buscaron anotarse para una contienda que para nada asegura éxito, por lo menos hasta ahora.
No obstante, “la Anabel” alienta desde la conducción del PJ a los intendentes para que entre ellos surja el guapo que dé pelea a quien resulte candidato por Cambia Mendoza. Un escenario complicado, ya que al arraigo del radicalismo se le suma, según las encuestas que maneja el PJ, una gran indiferencia de los mendocinos hacia cualquier figura que éste postule, trátese de kirchneristas o peronistas más históricos.
Siguiendo con los intendentes, no le resulta fácil al justicialismo instalar una figura convocante entre ellos, pese a la experiencia de gestión de varios. El resultado electoral de noviembre tampoco aportó para dicha proyección en los departamentos más convocantes en poder del PJ.
Una oposición de capa caída frente a un oficialismo que lentamente va moviendo sus piezas para ir acomodando estrategias electorales, por más que el Gobernador pida que por el momento de ello no se hable. Todo lleva a pensar que la interna de Cambia Mendoza puede resultar determinante con respecto a la sucesión de Suárez.