El peronismo ¿otra vez tercero?, la jugada de Ulpiano y De Marchi obligado a actuar

Massa ha logrado captar el apoyo de toda la dirigencia peronista en Mendoza, pero aún no penetra en el electorado. El intendente de Capìtal apuesta por Rodríguez Larreta con la mira puesta en 2027 y Cornejo espera que un triunfo en las primarias de Juntos por el Cambio lo consolide en la pelea por la Gobernación. De Marchi saldrá a hacer promesas para no quedar afuera de la agenda política durante las próximas cuatro semanas.

El peronismo ¿otra vez tercero?, la jugada de Ulpiano y De Marchi obligado a actuar
Ulpiano Suárez, Alfredo Cornejo y Horacio Rodríguez Larreta

El entusiasmo es el motor de cada nuevo paso que se da, la clave para alcanza cualquier objetivo. Y a cuatro semanas de las elecciones primarias nacionales, ese condimento esencial parece exclusivo de la dirigencia. Lo detectan en la calle los encuestadores. Lo perciben los candidatos en los cara a cara con los votantes. Ninguno de los presidenciales despierta pasiones.

La amplia mayoría de los mendocinos ya ha decidido su voto, pero no hay en esa definición ni una pizca de entusiasmo. De tanto chocar con los fracasos, el escepticismo gana entre los ciudadanos. Mejor no quemarse luego de tantas decepciones. Entre los indecisos, hay un común denominador: no hay duda entre uno u otro, simplemente no les gusta ninguno.

Los apoyos efervescentes están reservados a los militantes que replican su furia con pocos argumentos en ese microclima tan particular que contamina el micromundo de Twitter.

Entre todos los postulantes, hay uno en particular que parece haber logrado lo que ningún otro: hacer creer a los dirigentes que lo apoyan que un triunfo es posible, pese a que la realidad parece ir en su contra.

Sergio Massa, no hay dudas, siempre ha mostrado un optimismo a prueba de datos. Y ha contagiado a gobernadores e intendentes de todo el país. Mendoza no es la excepción.

“Si la inflación dio 6% en junio, seguramente seguirá bajando en julio, agosto y setiembre, y eso lo pone a Sergio competitivo en octubre. Veremos”, se ilusiona un intendente, tal vez contagiado por ese optimismo en un reciente viaje a Buenos Aires.

Precisamente por ese halo que se ha generado, un encuestador local se sorprendió cuando, en los relevamientos casa por casa, su equipo detectó desconocimiento y desinterés por Massa, Grabois y la interna de Unión por la Patria. La atención local está puesta en cómo se resuelve la puja de Juntos por el Cambio, sobre todo en Patricia Bullrich. También en cómo terminará el fenómeno Javier Milei.

“La dirigencia está entusiasmada. Todos apoyan a Massa. Los que se borraron en la campaña provincial ahora quieren participar y algunos hasta se animan a decir que va a ganar. Pero ese clima no se traslada a la gente. Es raro”, coincide una de las figuras del peronismo mendocino.

Igual, la semana que pasó, los principales candidatos del PJ fueron todos juntos a sacarse la foto de rigor con el postulante presidencial. Estaban los que aspiran a ser diputados nacionales, Martín Aveiro y Amalia Granata, que compartirán boleta con el ministro de Economía.

Pero también estuvieron en la sesión los integrantes de la fórmula para la gobernación, Omar Parisi y Lucas Ilardo. Ellos se ilusionan con que una mejoría en las PASO de agosto los ayude a subir algo en la final provincial del 24 de setiembre.

Como los tiempos electorales se superponen, los intendentes que desdoblaron también esperan que el liderazgo de Massa los ayude a consolidar los triunfos que obtuvieron en las primarias cuando deban jugar la final el 1 de setiembre.

Uno de los tantos peronistas que llegaron en los últimos días de Buenos Aires para hacer campaña en la provincia remarca que el kirchnerismo perdió sensibilidad y con ello la conexión con la gente. Por eso cree imposible el escenario imaginado por el optimismo infinito del ministro.

“Si fuera por el índice de confianza, que suele estar vinculado directamente a los resultados electorales de cada gobierno, Unión por la Patria no sacaría más de 22 puntos hoy”, avisa.

Tercios desiguales

En Mendoza nadie se arriesga a dar números. Algunos porque no les conviene. Otros porque no pueden develar datos que son de sus clientes. Un encuestador apenas acepta contar que al peronismo le va mejor que en las primarias provinciales de hace un mes “pero no maravillosamente mejor”. Conclusión: el efecto Massa no alcanzaría para que salga del tercer puesto en el que terminó hundido.

“No tendríamos por qué no salir terceros”, admite un peronista mendocino con despacho en Buenos Aires. “Es posible ser terceros otra vez”, reconoce un candidato.

La única esperanza que tienen es una caída estrepitosa de Milei en los próximos días que les arrime algunos de los votos que han perdido. Sobre todo porque consideran que estamos ante una elección de tercios, aunque no necesariamente iguales.

Las encuestas han detectado sí una caída del libertario en Mendoza, como ha ocurrido en el resto del país. Pero por ahora no alcanza para que el PJ lo supere. “Milei sigue alto”, admiten todos. En el Partido Demócrata festejan: de confirmarse, podrían quedarse con dos bancas de diputados.

Una encuesta hecha exclusivamente en el Sur provincial, probablemente contratada por los hermanos Félix, registró un declive de 10 puntos. Pero aun así está en 28 puntos. Ese mismo estudio muestra a Bullrich creciendo y ganando por amplia diferencia a Horacio Rodríguez Larreta.

“Ninguno descolla ni está generando una corriente de opinión mayoritaria a su favor”, avisa uno de los hombres que hace años registra las inclinaciones y cambios de la sociedad.

Sí parece claro que Bullrich se impondrá en Mendoza a Rodríguez Larreta. Eso lo dan por descontados todos, en el oficialismo y la oposición.

En el cornejismo desean con ansiedad un triunfo de Juntos por el Cambio en la provincia. Creen que será un empujón clave para asegurarse la victoria en la elección de gobernador. Más si Bullrich gana la interna nacional y viene a apoyar a su aliado más importante en la UCR. Que Luis Petri sea su candidato a vice es un plus invalorable en la recta final.

Algo de eso explica la jugada de Alfredo Cornejo de explicitar su voto. Podría haber esperado a que se acercara el día de votación. Pero decidió que era hora de abandonar las ambigüedades, más allá de que se sabía de su predilección, y avalar públicamente a la precandidata de “los halcones”.

No quería dejar lugar a dudas de su posicionamiento cuando recibiera a Rodríguez Larreta un par de días después.

Por supuesto que el precandidato presidencial de “las palomas” hubiese preferido que nada dijera y se mantuviese neutral hasta el final. Aunque puede darse por contento con una ayuda clave que recibirá del radical: la fiscalización de la elección, para la que él no tiene gente en Mendoza.

El jefe de Gobierno porteño encontró su bálsamo en el apoyo público que recibió días antes de parte de Ulpiano Suárez. El único respaldo que ha tenido de una figura de la primera línea radical mendocina. El intendente de Capital apostó aun a costa de terminar del lado perdedor de la interna en la provincia.

“Se va a comer una derrota al pedo y anticipó su pelea con Cornejo”, analizó un observador ajeno a la UCR.

Nadie duda que Ulpiano ya está anotado en la carrera por la gobernación de 2027, pese a que aún no se termina de jugar el partido de 2023. En esa decisión, además de la cercanía de estilos y el vínculo tejido en los últimos años, puede encontrarse la razón de su posicionamiento.

Suárez está apostando a un Rodríguez Larreta triunfador en la interna nacional y luego presidente para sostener su sueño. Se sabe que en las internas tan duras como la que está viviendo Juntos por el Cambio, los ganadores quedan eternamente agradecidos con quienes los apoyaron cuando la mano venía cambiada.

El jueves, el intendente y el precandidato presidencial tuvieron un rato a solas, en el auto, tras un encuentro con empresarios. Sólo ellos saben en detalle lo que hablaron. Pero cuentan que hubo promesas de apoyo para el futuro.

Rodríguez Larreta se había quedado sin referentes locales en el mismo momento en que decidió no avalar la jugada de Omar de Marchi de competir por fuera de Cambia Mendoza. Con el lujanino, se fue toda la estructura que respaldaba al porteño.

El candidato a gobernador de La Unión Mendocina ha decidido que no se pronunciará sobre su voto nacional. Lidera una alianza demasiado heterogénea como para inclinarse por algún candidato presidencial. También correría el riesgo de espantar a algunos de sus votantes.

Sin referencia ni lista nacional, De Marchi ha quedado fuera de la agenda que se discutirá durante el próximo mes. Así, da ventaja a sus rivales. Por eso, intentará instalarse con promesas, como la eliminación del impuesto a los sellos que anunció. En las próximas semanas seguirán otras.

Pero haber quedado fuera de la discusión nacional no es la única ventaja que está dando De Marchi. También, por el escándalo de denuncias de corrupción, abusos y extorsión en Las Heras, parece haber perdido a su candidato a vicegobernador. Al menos eso es lo que sugiere el extremadamente bajo perfil de Daniel Orozco en las últimas semanas.

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