Las recientes elecciones legislativas de la provincia de Jujuy arrojaron un claro triunfo para la gestión del gobernador radical Gerardo Morales. La lista del oficialista frente Cambia Jujuy superó largamente el 40% de los votos. Y con los obtenidos por la agrupación Primero Jujuy, liderada por el vicegobernador Carlos Haquim (peronista), el oficialismo jujeño se acercó al 50% de los votos emitidos, concretando una excelente elección.
Muy atrás en la votación, a casi 30 puntos porcentuales, quedó el Frente de Todos, mientras que el kirchnerismo duro de la provincia del noroeste, identificado con la jefa de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, sumó sólo un 5% de los votos.
Por tratarse de una elección para la renovación de bancas legislativas provinciales, el resultado del domingo le dio un fuerte espaldarazo a Morales, en su segundo mandato consecutivo, y significó un golpe muy duro para el oficialismo nacional, convertido en una pobre expresión opositora en esa provincia a partir de los resultados que arrojaron las urnas.
El mensaje mayoritario del pueblo jujeño es, una vez más, contundente. Se le dio la espalda a las ideas populistas y avasallantes de las libertades que siempre encarnó Milagro Sala con su organización, contando con amplio respaldo del kirchnerismo, que nunca dudó en sumarla a la categoría de presa política con la que se escudó siempre a quienes no pudieron sortear ante la Justicia sus actos de corrupción valiéndose de recursos del Estado.
Morales basó parte de su estrategia para la candidatura a la gobernación de Jujuy, a la que accedió por primera vez a fines de 2015, en las denuncias contra la corrupción encarada por Milagro Sala a través de su organización social y barrial.
Entre otros cargos, el gobierno de Morales denunció penalmente a Sala por el robo de millonarias cifras al Estado provincial para valerse de los recursos con los que, tras el telón de la ayuda a los más necesitados, tejió la trama de corrupción que luego comprobó la Justicia y por la que terminó detenida.
La nueva defensa de la institucionalidad a través del voto ciudadano es fundamental para la estabilidad de Jujuy y debe servir de ejemplo para otras provincias en las que los hechos de corrupción hayan tenido gravitación en los últimos tiempos.
Cabe señalar que el kirchnerismo no sólo buscó defender a Milagro Sala catalogándola de “presa política” por acción del macrismo y sus aliados, como en este caso el radical Morales; en algún momento llegó a plantearse la posibilidad de promover la intervención del Poder Judicial de Jujuy como represalia por lo actuado contra la señora Sala.
Afortunadamente, dicha locura nunca prosperó.
Finalmente, cabe señalar que Jujuy ha servido en esta instancia como una antesala de las elecciones nacionales de este año en todo lo que tiene que ver con la defensa de los preceptos republicanos que debemos defender los argentinos.