El kirchnerismo no cede en su intento por hacer caer las causas por corrupción que comprometen a la vicepresidenta de la Nación y ex funcionarios de sus gobiernos anteriores.
Ahora se habla del intento de creación de una “comisión de la verdad” que tendría como principal misión revisar dichos procesos judiciales, siempre con el argumento de que todo se trató de una trama de persecución política debidamente orquestada y con la participación de jueces, fiscales y medios.
Como en otras intentonas similares, aparece como ideólogo de la propuesta el ex juez de la Corte Eugenio Zaffaroni, esta vez acompañado por la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño, que es, además, presidenta de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima.
Sorprende que Zaffaroni insista con que es el momento político indicado para pensar en una amnistía. Lo que pretende es que la comisión de juristas que propicia para revisar las causas, “integrada por gente responsable, incluso del exterior”, según dijo, sea la que determine que todas las acciones judiciales contra el kirchnerismo carecen de legalidad, lo que daría vía libre a la liberación de culpas que pretende. Se insiste con la supuesta persecución política ejercida durante el gobierno de Macri contra la oposición, sin intentar admitir que muchas de las más resonantes causas por corrupción se iniciaron encontrándose Cristina Fernández de Kirchner a cargo del poder.
Los ataques a la Justicia, incluyendo a los miembros de la Corte Suprema, son habituales entre quienes no tienen otro objetivo que contar con una amplia mayoría de jueces y fiscales sometidos por el vínculo político o el alineamiento forzado.
Sin embargo, la presión que Zaffaroni y gran parte del oficialismo ejercen ya tiene resistencia dentro del propio Frente de Todos. Hace pocos días, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, fue contundente en declaraciones que efectuó a un medio de España, al afirmar sin dudar que no existe “la menor posibilidad” de que desde el Gobierno se avance con indultos o una amnistía. “La Justicia es la que absuelve o condena. Una amnistía para los casos de corrupción sería absurda, un gran error”, sostuvo el socio político de la coalición gobernante. Incluso, Massa no dudó en calificar las causas judiciales como lo que son, casos de corrupción.
Los dichos de Massa dieron paso a enérgicos y hasta despectivos conceptos, a modo de respuesta, por parte de personajes identificados con la corriente que propicia los indultos. Una actitud que puede estar confirmando que uno de los principales objetivos del Frente de Todos, por los menos por el lado de los seguidores de la Vicepresidenta, fue erradicar lisa y llanamente todos los cargos y condenas por la mayor trama de corrupción registrada en años en la función pública.
Gran responsabilidad para que creciera el afán revisionista de las causas de corrupción la tuvo el propio Poder Ejecutivo, que propició una reforma judicial difusa, principalmente dirigida a rever el funcionamiento de la Justicia Federal Penal, justamente. ¿Será el comentario de Massa un ensayo inicial para un cambio de rumbo por parte del Gobierno, o sólo una voz aislada que pretende quedar a salvo de una imparable embestida a la Justicia?