El kirchnerismo nos conduce al desastre

Los demagogos, para poder culpar a todos y a todo menos a la verdadera causa, sostienen que la inflación es multicausal. Otra tremenda falsedad.

El kirchnerismo nos conduce al desastre
El kirchnerismo nos conduce al desastre. / Foto: Presidencia.

El kirchnerismo populista en el gobierno está llevando a Argentina al desastre. No me sorprende la ignorancia de sus dirigentes en el manejo de la cosa pública, de la política económica ni el silencio de la oposición ante estas prácticas destructivas. O quizá no es ignorancia sino mala fe apuntada a producir más pobrismo. Así aumenta el caudal electoral que le permite retener el poder a Cristina porque junto con la impunidad, son sus únicos y exclusivos objetivos en la función.

La inflación, ya con características extraordinarias cercanas a la híper, nos está devorando previa pauperización general. No hay ninguna señal de que Cristina ni Alberto vayan a rectificar el rumbo. Al contrario, entre las varias órdenes dadas por la Vice al Presidente carente de poder y de mando, la principal es emitir más para que exista mayor cantidad de dinero en manos del pueblo, un engaño más, conforme a las falsas doctrinas de Mercedes Marcó del Pont, presidente de la AFIP y Juan Ortega, economista (¿?) de C5N, para quienes que la emisión produzca inflación es una teoría ya superada.

Política Económica correcta

La totalidad de los productos, bienes y servicios, que produce un país en un año se denomina Producto Bruto Interno. Los bienes integrantes de este PBI son unos 500.000 en Argentina y más en los países de mayor población. Los funcionarios –Feletti en especial- demagógicamente engañan diciendo que van a fijar “precios cuidados” o “máximos” a unos dos mil productos. Con esto bajará –dicen- la inflación. Si no fuera porque es trágico sería cómico. Roberto Feletti renunció indignado porque no pudo terminar su obra.

Culpar a las empresas por la inflación y amenazarlas con la ley de abastecimiento, promulgada durante el gobierno de Perón, es un error inaceptable. Durante su período comenzamos a padecer por vez primera la inflación, que nunca más fue erradicada. Con ella empezó la demagogia y siguió con todos los gobiernos menos los de Onganía (Ministro Adalbert Krieger Vasena) y Menen (Ministro Domingo Felipe Cavallo). La inflación es la suba generalizada de todos los precios de la economía. Ninguna ni todas las empresas pueden subir artificialmente todos los precios de la macro. Carecen de capacidad para formar un monopolio ú holding nacional. Y si pudieran no les convendría porque no podrían vender sus productos. No ha existido un fraude o estafa con este grado de totalidad. Los precios de los productos son sectorizados por las empresas que los producen y se fijan por la ley de la oferta y la demanda. A mayor oferta menor precio y a mayor demanda mayor precio. Y quien subiera artificialmente los precios le disminuirían de inmediato sus ventas y para no perder debería retrotraerlos a la época de los anteriores.

La inflación es un fenómeno causado por la emisión monetaria descontrolada, para monetizar el déficit fiscal, consecuencia del desequilibrio macro entre lo que se gasta por el Estado y lo que ingresa.
La inflación es un fenómeno causado por la emisión monetaria descontrolada, para monetizar el déficit fiscal, consecuencia del desequilibrio macro entre lo que se gasta por el Estado y lo que ingresa.

¿Qué causa la inflación?

Los demagogos, para poder culpar a todos y a todo menos a la verdadera causa, sostienen que la inflación es multicausal. Otra tremenda falsedad. Ya lo aseguraron varios Premios Nobel con Milton Friedman al frente: la inflación es un fenómeno causado por la emisión monetaria descontrolada, para monetizar el déficit fiscal, consecuencia del desequilibrio macro entre lo que se gasta por el Estado y lo que ingresa. Este exceso produce una saturación de oferta de dinero con una correlativa pérdida de su valor adquisitivo y el alza generalizada e incontrolada de los precios. Esta es la única y exclusiva causa de la inflación.

Cuando la emisión es constante y la inflación está en permanente crecimiento el paso siguiente es la hiperinflación, camino en el que está Argentina y que ha sufrido, como más relevantes, la de Alfonsín en 1985, de Celestino Rodrigo en 1974, de Menem en 1991 y esperemos que no sea la de Cristina y Alberto de 2022 y 2023.

¿Cuáles son los remedios macro para derrotar a la inflación?

Javier Milei los ha explicado reiteradamente. La solución y ataque a la inflación debe darse por etapas. De lo contrario, si las medidas son solitarias, apresuradas e inconclusas, pueden provocar un colapso inmanejable. Un fenómeno tan perjudicial como el inflacionario y tan extendido en el tiempo –más de 60 años en el país- requiere soluciones correctas, serias y exactamente calibradas.

Disminución del déficit fiscal mediante baja sustancial del gasto público político. No somos los habitantes quienes tenemos que cargar con este ajuste imprescindible sino los políticos en funciones públicas.

Retiro voluntario de empleados públicos combinado con indemnizaciones justas y una baja de impuestos innecesarios. De 167 deben quedar no más de 8 ó 10 tras una reforma tributaria inteligente, y los restantes que cubran todas las necesidades de este Estado remanente.

Radicación de capitales con fuertes inversiones en Argentina que creen empresas y fuentes de trabajo y absorban a los ex empleados públicos y a los desocupados. Se bajarían paulatinamente los planes sociales.

Reforma monetaria que cambie la estructura de la moneda local, su presentación y seguramente quita de uno o dos ceros según convenga. Flotación libre del peso y prohibición al Banco Central para emitir moneda, salvo contra ingreso de dólares u otras monedas fuertes. Independencia total del BCRA del Poder Ejecutivo. Comercio exterior libre con regulaciones tendientes a evitar y sancionar el lavado de dinero, contrabando y demás delitos económicos.

Conclusión

Esta es una breve síntesis que tiene que ser profundamente estudiada por especialistas. Los partidos políticos deben avocarse de inmediato a esta tarea antes de las PASO de 2023 para que sean ya conocidas por el pueblo, de modo que pueda elegir con pleno conocimiento. Se requiere además amplios debates y análisis para lograr un resultado casi perfecto.

¡Argentina no puede seguir fracasando irresponsablemente como hasta ahora!

*El autor es Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales.

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