En la presente nota me propongo explicar cuál es la situación económica de la provincia, cuáles han sido los aportes que ha hecho el Gobierno Nacional, y por qué es necesario que el Gobierno Provincial no se haga el distraído a la hora de ayudar a los sectores más golpeados por la pandemia.
No es ningún secreto la difícil situación económica que está atravesando la provincia.
Hoy nos toca pechar un carro que día a día se va haciendo más pesado, sobre un terreno empantanado no solo por la actual situación de pandemia que ha castigado severamente la provincia, sino que la misma se encuentra en una de las crisis económicas más grandes que enfrentó Mendoza en 30 años; con serios problemas recesivos que arrastra desde hace unos años, se estima que la caída del PBG para el año 2020 rondará el 10%, acumulando tres años de fuerte recesión y con un tamaño de la economía en niveles del 2007; un retroceso de 14 años.
Y es que nos han dejado un carro bastante pesado, cargado con un endeudamiento monumental, como nunca se vio en la historia de la provincia, donde los recursos perdidos en pagar intereses de deuda en el periodo 2016-2019, por el sobreendeudamiento en moneda extranjera, dejó sin fondos a Mendoza, pero también la dejó sin crédito y sin espacio fiscal para financiar la recuperación.
Para colmo de males, vemos que cada día hay menos manos para empujarlo, ya que en el año de pandemia, Mendoza no pudo sostener empleos en el nivel que lo hizo el país.
La tasa de desempleo se aceleró muy por encima que el promedio nacional.
Desde el 2° trimestre 2019, al 2° trimestre 2020, el desempleo aumentó un 74% en Mendoza, mientras que el promedio nacional por el mismo periodo aumentó un 23%, es decir que Mendoza destruyó empleos un 214% más que el resto del país.
En este contexto, lo único que ayuda a que este carro avance se llama Estado Nacional, un Estado que el año pasado envió a la provincia en concepto de ATN más de 6.600 millones de pesos, mientras que en el 2019 ese mismo ítem fue de 2.100 millones.
Todo ello sin contar los aportes en REPRO, que en su distribución Mendoza aparece en el top 5 de provincias con mayor volumen de ayuda.
Mendoza recibió 4.139 millones de pesos en las cuatro primeras rondas del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).
El mayor monto fue otorgando en el ATP 1, con 1.408 millones de pesos; 1.153 millones en el ATP 2; 841 millones en el ATP 3 y 737 millones en el ATP 4.
En cuanto al IFE se destinaron cerca de 20.000 millones de pesos a 360.000 beneficiarios mendocinos, además de $1.254 millones de pesos en créditos a tasa cero (10.000 beneficiarios).
Proponemos un ATP provincial para el sector gastronómico y turístico
Desde el Frente de Todos, siempre tenemos una actitud proactiva, acercando propuestas, ideas y soluciones; facilitando todas las herramientas que nos han solicitado desde el Ejecutivo, aun no teniendo la responsabilidad de estar al frente del gobierno provincial; quizás sea por nuestra identidad política, la cual tiene como fin y norte la felicidad del pueblo.
Es por ello que presentamos el proyecto de ley que crea el ATP provincial para el sector gastronómico y turístico (dos de los sectores más golpeados por la pandemia), que prevé el otorgamiento de ayudas directas en carácter de no reintegrables para ambos sectores de la economía provincial, las cuales consistirán en un bono mensual de 15.000 pesos por cada empleado debidamente registrado en cada establecimiento.
Además, establecer una moratoria impositiva para el sector, y una reducción del 50% de Ingresos Brutos durante el año fiscal en curso.
El programa solo representa el 0,2% del presupuesto provincial, algo totalmente accesible, pudiendo ser financiado tranquilamente con el costo de las elecciones PASO que no se realizarán (700 millones de pesos aproximadamente) porque Mendoza adhirió a tener sus elecciones junto al gobierno de la Nación; una reasignación de partidas de los distintos ministerios; o incluso dando luz verde al proyecto de ley presentado el año pasado que preveía un aumento del gravamen de Ingresos Brutos a las entidades bancarias, las cuales han sido las más favorecidas durante la pandemia.
Con esto esperábamos llevar un aliciente a un sector que transita una situación crítica, porque existe una gestión que no ha tenido la capacidad creativa de llevar a cabo ni una sola medida para sostener el empleo en la provincia, dejando a los comerciantes y gastronómicos de Mendoza librados a su suerte.
Todas estas ideas fueron rechazadas, sin ni siquiera ser estudiadas, por un gobierno provincial que se muestra soberbio al momento de escuchar a la oposición; pero por debajo, pide deudas para pagar a proveedores y hacer frente a gastos corrientes.
Es hora entonces, que le pidamos al Gobernador que nos ayude a todos los mendocinos a pechar el carro, que nos muestre con medidas concretas su interés por el empleo, el comercio y la producción; que deje su cómodo asiento de cochero, y baje al barro a empujar; de paso se anoticia del hambre que no le muestran las encuestas, de la desesperación por encontrar una cama que no padece en carne propia, y del miedo a perder el empleo que no aparece en los sondeos de opinión.
*El autor es Senador provincial. Frente de Todos (PJ).