Está muy consolidada la creencia de que Mendoza es un lugar distinto a otras provincias del país, lo que es verdad, pero tampoco es Noruega como nos quieren hacer creer. Tenemos demasiados problemas sin solucionar, pero el glamour bodeguero, los paisajes, algo de limpieza en las calles y el elogio de los que vienen pero no viven aquí, hacen que se genere un microclima, una suerte de tara menduca que hace pensar que en serio no es lo mismo el otoño en Mendoza. Y aquí estamos…
Esta semana el procurador de la Corte, Alejandro Gullé, dispuso que los que violaron la cuarentena y no tienen antecedentes pueden cerrar su causa judicial donando 2 cajas de leche, es decir por unos $ 250. Lo hizo para que no prescriban unos 6.000 procesos. ¿Y los que nos quedamos en casa? ¿Cuál es el mensaje que nos quiere dar Gullé a los que cumplimos con la ley? ¿Es lo mismo cumplir o no cumplir? ¿Cómo se sentirán los 400 condenados por haber violado la cuarentena?
Está también la delicada historia del delincuente José Sosa, alias el Pupi, quien pasó tres veces por el penal antes de llegar por cuarta vez en 2019 por un robo agravado. Sus abogados presentaron el beneficio de la libertad asistida, mientras el Pupi era investigado por un fiscal y se determinó que desde la cárcel manejaba una banda dedicada a extorsionar personas a través de estafas virtuales. Como la jueza no sabía el inicio de la investigación de la causa por extorsión, el lunes pasado le dio curso a la liberad solicitada por los abogados del Pupi. Hasta el viernes no lo habían vuelto a atrapar.
Otra foto de la justicia la tenemos en el fuero de familia. En febrero de este año, Los Andes publicó una columna de opinión titulada: “La (in)justicia de familia”, el autor, Franco Pagano, escribió los problemas que se generan al iniciar los procesos: “Aquí comienza la aventura: deberá afrontar plazos ilógicos para que provean sus escritos, un sistema informático repleto de defectos, demoras en cada etapa del juicio, dificultad para sustanciar la prueba, y mucho más”.
Pagano es licenciado en Ciencias Políticas y escribe lo que escribe porque trabaja en el fuero de familia. Por estos días afirma: “los problemas siguen iguales”, y agrega: “la persona que no puede pagar un abogado y pide turno, recién la van a atender en agosto/septiembre, los pobres son los más perjudicados”. Además, los abogados Ad Hoc de familia que defienden a la gente sin recursos, están cobrando menos de $ 3.000 por sentencia. Plata hay, el salario de los ministros de la Corte así lo demuestra.
Bonarrico gate
Por otro lado, el caso Bonarrico desnudó el funcionamiento de la política en Mendoza. El gobierno, una vez más, se niega a que sus ministros vayan a la Legislatura. Habla mucho de la vocación de un gobierno por dar explicaciones si sus funcionarios van o no a contar cómo se deciden las cosas. Al no asistir, se agiganta la duda inevitable: ¿qué esconden? No sólo hay que serlo, también hay que parecerlo.
El gobierno ahora insiste en el proyecto de reforma constitucional porque el 80% de la gente que respondió una encuesta encargada por esta administración, apoya que haya menos legisladores, así entonces entienden que deben avanzar con el sistema unicameral que anularía la Cámara de Senadores.
Buscan así dar un gesto que calme el enojo de la gente con los gastos de la política. En la misma encuesta que el gobierno difunde, se indica que la imagen de Suárez no sufrió impacto por el tema Bonarrico, un caso que justamente refleja como ninguno el costo de la política, precisamente lo que pretenden “mejorar” al menos “gestualmente” con la eliminación del Senado.
Pero sigamos con la reforma, dicen también que se podrían ahorrar unos 2.000 millones de pesos. Pero la verdad completa es que los senadores de los partidos mayoritarios van a ir a ocupar otro puesto público, muchos es lo único que han hecho en los últimos 20, 15 y 10 años, y a los empleados difícilmente los despidan.
¿Y si preguntan en la encuesta qué piensa que harán los legisladores que no estarán más en la Legislatura? ¿Qué responderá la gente? ¿Qué irán a otro puesto público, que desarrollarán un emprendimiento o que trabajarán en el sector privado? ¿Cómo saldría, qué diría la gente? Tampoco sabemos qué se hará con ésos 2.000 millones “de ahorro”.
Miren lo que pasa con Portezuelo, la dirigencia política lleva más de 16 años tratando de ver qué hacemos con la obra. Y si de obras y economía hablamos, tampoco nos va bien con la recuperación del empleo. Según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino utilizados por la consultora CEPA, Mendoza es la peor del país en cantidad de empleos generados después de la pandemia y así es como todavía no llegamos a los 256.409 empleos que había en marzo del 2019. Nos faltan casi 10 mil.
Elecciones en la UNCuyo y el ejercicio del poder
Para tener en cuenta es lo que sucedió con la mala elección que realizó el radicalismo en la UNCuyo muestra que nadie puede dormirse en los laureles. Varios funcionarios de los tres poderes del Estado, y el mismo senador Cornejo, han estado invirtiendo tiempo en las elecciones de la casa de estudios. Y así todo les fue como les fue. Una artimaña con los votos en blanco terminó evitando el balotaje.
Cuando se combina una mala gestión, con candidatos atractivos electoralmente en la oposición, entre otras cosas, el cambio de elenco puede darse. En Mendoza no tenemos un sistema sano de tres fuerzas competitivas electoralmente que permita que nadie se aburguese en el poder.
El justicialismo no encuentra el rumbo y es derrotado una y otra vez en las elecciones, mientras tanto el radicalismo se consolida llevando a cabo un proyecto más de poder que de desarrollo provincial. Tiene mayoría en las dos Cámaras, esto le permite aumentar su número de miembros en el Jury de Enjuiciamiento de jueces. Controla áreas clave del Estado como el Tribunal de Cuentas, que pone especial énfasis en revisar cómo manejan el dinero las comunas manejadas por referentes de signos políticos distintos al oficialismo, cuentan algunos intendentes.
Y a pesar de todo, muchos piensan que no es lo mismo el otoño en Mendoza.