Los números del último censo nacional de población distribuida en cada departamento de la provincia originaron una controversia fuerte con respecto a lo que percibe cada comuna en materia coparticipable. Esa suerte de conflicto poco y nada respetó cuestiones partidarias. Hasta hubo diferencias expuestas entre jefes departamentales de un mismo partido. Nunca se trató de una confrontación de carácter político.
Nadie puede negar números que muchas veces reflejan una realidad: la gente fija residencia y cambia de un departamento a otro como elección de vida o bien por una simple necesidad. Es así como cada tantos años, cuando se realiza un censo, surgen sorpresas y se observa que algunas comarcas crecen y otras no tanto.
Los recursos municipales desvelan a los intendentes en estos tiempos de crisis, con fuerte merma de la recaudación e indefinidos recursos nacionales que se puedan coparticipar debido a la acción de recorte de la presidencia de Milei.
Es por ello que al gobierno provincial le interesa encarrilar la discusión generada entre municipios para que la llegada del próximo año electoral 2025 no dé paso a una innecesaria confrontación política. Con más razón cuando aparecen en la escena los recursos en dólares que debían ir a la obra de Portezuelo del Viento y que ahora podrán ser distribuidos luego de una selección de propuestas de toda la provincia.
Precisamente, los alcances del decreto por la adenda anunciada por Cornejo en la Asamblea Legislativa del 1° de mayo deberán ser avalados por los legisladores y seguramente en esa oportunidad haya más de un reclamo sobre el modo de determinar un destino equitativo de los 1.023 millones de dólares que la Provincia recibe como resarcimiento de la Nación por la mal recordada promoción industrial a provincias vecinas.
En ese contexto, la discusión subió en cuanto a calidad y cantidad y la intención del Gobierno es conducir a un encuentro no vinculante con los representantes de los 18 departamentos para determinar cómo encaminar un nuevo esquema de reparto de fondos.
Ese congreso de municipalidades, que está previsto en la ley orgánica que las regula, en este caso deberá sentar las bases de un nuevo modelo de reparto y el correspondiente a la coparticipación será clave. Se debe recordar que el Gobernador dijo en su momento que la discusión por los recursos coparticipables se debería dar una vez que la economía en el país se estabilice. Y estimó que eso podría ocurrir a partir del próximo año recién. Sin embargo, ahora lo que urge es, como ya señalamos, que se llegue a un debate ordenado que no sea influenciado por la próxima campaña electoral.
El intendente Suárez, en cambio, aun coincidiendo con que las diferencias se resuelvan al margen de la tutela del Ejecutivo, propone que sea la Legislatura la que aborde el tema por disponer de una comisión bicameral con alcance en la coparticipación municipal, que es el problema en cuestión. No obstante, se presume que la decisión está tomada y que será entre comunas la búsqueda de la solución.
La crisis estrecha cada día un poco más la recepción de recursos por parte del Estado y todo lo que contribuya a una salida consensuada de diferendos es bienvenido por las autoridades de turno. La factibilidad de realización de obras a partir de la distribución de los dólares que estaban previstos para Portezuelo del Viento le otorga a la administración de Cornejo una ventaja considerable en tiempos de escasez, como los actuales, con respecto a otras administraciones provinciales. Pero también cae sobre su gestión la enorme responsabilidad de que dicha plata se vea reflejada en tantas obras que requiere Mendoza.
Pasando a otro aspecto de la gestión local, el paro de los judiciales arroja lecturas. Para muchos queda claro que resisten a las negociaciones, ofertas y decretos del Gobierno, pese a tener una buena situación con respecto a otros sectores estatales, para no sufrir atrasos más adelante. Tienen un lógico estatus que mantener. Por otro lado, el escenario de crisis financiera está siempre latente. La recaudación oficial preocupa. Nadie asegura que los reacomodamientos salariales sean fáciles de tramitar en un futuro no muy lejano.
Mientras tanto el paro perdura y ya la preocupación se va haciendo pública a través de los sectores profesionales relacionados con el movimiento de los tribunales y hasta por integrantes de la Suprema Corte, como quedó expresado recientemente en Los Andes.
De algún modo también intranquiliza a las autoridades provinciales el efecto cascada que pueden conflictos de la misma índole en cualquier otro punto del país. En ese sentido, ayer casi todos miraban con asombro la realidad de Misiones, donde los policías se rebelaron con protestas públicas y callejeras y la toma del Comando Radioeléctrico de la institución. Obligaron a la intervención del Ministerio de Seguridad de la Nación para ayudar a sofocar la crisis y, eventualmente, garantizar orden en las calles a los misioneros. El planteo se hace extensivo a docentes y personal de salud.
El del misionero Hugo Passalacqua es uno de los gobiernos aliados al de Javier Milei en cuanto a respaldo en el Congreso para los proyectos que pretende impulsar con éxito el Poder Ejecutivo Nacional. Representa a lo que muchos denominan un provincialismo en línea con el poder central del país, el Partido de la Concordia Social. Hace alarde de un orden fiscal a tono con lo que pretende la Nación y lo que también señala como sana costumbre el radicalismo mendocino a partir de la primera gestión de Alfredo Cornejo, hace ya ocho años.
Desde todo punto de vista la evolución del conflicto en suelo misionero es mirado con atención en el resto del país. En el gobierno nacional nadie querrá que una chispa promovida nada menos que por personal de seguridad pueda dar paso al encendido de reclamos de índole similar en otros puntos de la geografía nacional.
En carrera electoral
Mientras tanto, la maquinaria preelectoral se mueve. Queda claro que Luis Petri hace política con lo que tiene, que no es poco. Hacerse cargo del manejo de las Fuerzas Armadas en una época de bajos recursos pero con la expectativa de jerarquización de las mismas le da al mendocino un respaldo no despreciable. Festejará en Mendoza el Día del Ejército Argentino con una parada castrense importante. Ya para el 9 de julio, y por pedido del presidente Milei, tiene el mendocino en carpeta nada menos que un gran desfile militar por avenidas porteñas, algo que desde hace décadas no sucede en el país para celebrar el Día de la Independencia.
Sin duda, el protagonismo que le otorga a Petri su función como ministro de Defensa le sirve para ir articulando la estructura con la que pretendería reintentar competir por la conducción de Mendoza en 2027.
Por el momento no se puede hablar de tensiones dentro del oficialismo local. La postura solidaria que ha mostrado hasta ahora el gobernador Cornejo con el plan de gobierno de Javier Milei no permite hablar de resentimientos ni de eventuales rupturas.
Cornejo ya logró emparejar al justicialismo con tres períodos de gobierno consecutivos desde 1983 a la fecha. Pero todavía le quedaría un detalle que le permitiría ganar del todo una pulseada entre partidos. Arturo Lafalla, el tercer gobernador del “equipo de los mendocinos” que fundó José Bordón y que también compartió Rodolfo Gabrielli, le entregó la conducción de la Provincia a un radical, Roberto Iglesias. ¿Por qué no pensar que Cornejo pretenda que el ciclo continúe con otro dirigente de su propio partido? El Gobernador es afecto a los desafíos.
Justamente, hay sondeos que colocan a dos radicales, Petri y Ulpiano Suárez, al tope de las preferencias por el momento, por encima de Omar de Marchi. Nada hace suponer, por lo menos hasta la elección de medio término del año próximo, que el justicialismo pueda tener chances de triunfo. Claramente todo dependerá del resultado de la política económica de Milei y de su repercusión en el ánimo y el bolsillo de los argentinos.
Cornejo mantiene en el banco de pruebas a varios de sus supuestos delfines políticos para ver si, esta vez sí, puede recurrir a alguno de ellos para candidatearlo como sucesor y no tener que recurrir a un Suárez, como en 2019. Sin embargo, Ulpiano Suárez es una buena opción y Cornejo lo sabe y reconoce. El intendente capitalino hace méritos desde su segundo mandato al frente de la comuna. En cambio, los elegidos por el Gobernador (Mema y García Salazar son dos de ellos) todavía no logran despegar políticamente del todo en los cargos que ostentan en el Ejecutivo. ¿Otros intendentes radicales en funciones? Habrá que ver. Hay algunos que están en su primer mandato departamental; si les va bien, tal vez prefieran intentar de nuevo en sus terruños.