Se observa, en los distintos municipios del Gran Mendoza, en las rutas y en el Parque Gral. San Martín, que muy poco se está haciendo para mantener y mejorar el estado del arbolado público y los espacios verdes.
Por el contrario, se ha perdido la conciencia de la importancia de los árboles y de los beneficios que nos brindan y más cuando quienes deben promover, cuidar e incrementar los árboles en las calles, no están haciendo todo lo que deberían hacer. Se ha perdido la cultura del árbol por parte de los organismos oficiales tanto municipales como provinciales.
El principal problema es la falta de riego de los árboles porque nadie se ocupa de que el agua circule por las acequias, o no pueden regarse porque no llega el agua a las raíces, por una deficiencia en la construcción del nicho donde deben plantarse los árboles o simplemente no han hecho los nichos correspondientes o tienen una distancia superior a lo que especifica las normas legales. No hay una coordinación entre las distintas reparticiones de las municipalidades para que las acequias sean las reglamentarias.
Lo peor es la cantidad de nichos en donde había forestales y que se han tapado.
Se suma a ello los lugares en donde se han talado árboles y no se ha erradicado la raíz o perforado el tocón que deja la tala. En ambos casos, no se han repuesto muchísimos árboles en nuestras calles.
La reposición de los árboles erradicados es otra gran falta. En caso del replantado, el cuidado y la poda de formación no existe y por eso cuesta mucho el crecimiento de los nuevos árboles, además de la contaminación o de la sombra que reciben o simplemente por depredación.
Se hace necesario que se realicen las podas de acuerdo con las prácticas correspondientes y según la Ley 7.874, con el control de un profesional idóneo, como así también los tratamientos fitosanitarios preventivos y curativos contra las plagas y enfermedades de las distintas especies de árboles.
Falta personal idóneo en las distintas reparticiones y en las autoridades políticas, que no tienen el conocimiento necesario y desatienden el asesoramiento técnico y científico de distintos sectores, afectando al mantenimiento, la conservación y la mejora de los árboles y espacios verdes municipales y provinciales. Es indispensable volver a la cultura del árbol y realizar un plan de difusión para que la población colabore y apoye en el mantenimiento y crecimiento de los nuevos ejemplares, pero los funcionarios deben dar el ejemplo, cumpliendo la ley, involucrándose en serio o que den un paso al costado, porque la situación actual de deterioro es acuciante y no se puede demorar un cambio de timón en las reparticiones oficiales responsables del cuidado del arbolado público.
Se está gastando más de un millón de dólares en un censo del arbolado público georreferenciado. Con otros requerimientos sobre las acequias y nuevas maquinarias, se espera que semejante desembolso sirva para la toma de conciencia y el cambio de timón mencionado.
* Asamblea provincial del árbol