Hay muchas acciones disponibles para cuidar el ambiente o, por lo menos, para conservarlo de la manera más sustentable posible.
No las vamos a enumerar porque son muchas, pero bastaría con cumplir una muy elemental, que se ve frecuentemente omitida en la conducta diaria.
Nos referimos al sencillo procedimiento de no tirar lo que desechamos en calles, prados, plazas, acequias, canales o circuitos para caminar, correr o andar en bicicleta.
Si cada uno de nosotros no arrojara la botella de plástico que despreciamos o un envase de cartón en cualquier sitio y lo depositáramos en los puntos de descarga habilitados, nuestros paisajes, que son hermosos, lo serían mucho más y nuestra salud estaría más protegida.
La introducción viene a cuento de algunas acciones realizadas que se encolumnan detrás del medioambiente bien cuidado y protegido.
Una de ellas es la realización de una actividad consistente en correr o caminar en el piedemonte y recoger la basura que se encuentra al paso de los deportistas involucrados, que se conoce en inglés como plogging running, pero que preferimos describir como correr y limpiar.
Se practicó el fin de semana pasado en el Parque Deportivo de Montaña y fue impulsada por probadas organizaciones ambientalistas, como Misión Verde, Cullunche, Mendoza Corre y el soporte y la organización de la Municipalidad de la Capital.
La dinámica fue muy sencilla: se realizó un recorrido trotando o corriendo, con los consabidos altos para levantar desechos esparcidos a lo largo del trayecto.
Además, se brindaron pequeñas charlas sobre huerta, compostaje y servicios ambientales, y se llevarán a cabo acciones de visualización del consumo consciente de plásticos.
El piedemonte de la capital y el de los departamentos vecinos, es el área natural de las zonas urbanizadas y son el reservorio de flora y fauna de gran valor, que deben ser preservados.
Por eso esta manera de hacer deporte y limpiar es una respuesta directa a la creciente contaminación imperante en los espacios al aire libre.
Imitar gestiones bien concebidas y ejecutadas es un punto que deben tener en cuenta los municipios y sería de gran valor para la sociedad ver replicada esta modalidad ecologista en otras jurisdicciones municipales.
También se enmarca dentro del cuidado de la naturaleza y de nuestras ciudades la creación de guardias ambientales, como lo hizo recientemente Luján de Cuyo.
A ese equipo se le ha asignado la tarea de proteger y propiciar comportamientos responsables y sustentables en zonas de montaña de ese departamento, como así también en los diques Potrerillos y El Carrizal.
En una palabra: educar y transmitir a visitantes y turistas las buenas prácticas ambientales, para lograr la sustentabilidad del área de montaña principalmente.
Los paisajes están para ser disfrutados y si están limpios, desprovistos de bolsas de basura y otros desperdicios, mucho mejor.
No se podrá impedir que se ensucie el espacio público, pero cuanta más conciencia se despierte sobre este álgido punto de velar por la limpieza general, estaremos propiciando conductas solidarias y beneficiosas con el medio ambiente.