Día del Mutualismo: entrevista exclusiva al General Manuel Belgrano

Este sábado 3 de octubre se conmemora en nuestro país el Día Nacional del Mutualismo. Propongo al lector un imaginario escenario en el que nos vemos, en este 2.020, sorpresivamente con el General Manuel Belgrano. Aprovechamos para entrevistarlo en forma exclusiva.

Día del Mutualismo: entrevista exclusiva al General Manuel Belgrano
Cada 3 de octubre se celebra el Dïa del Mutualsimo, una actividad impulsada por el general Manuel Belgrano.

-Periodista: General, ¿qué no puede decir de este día del Mutualismo argentino 2020 que celebramos hoy?

-Gral. Belgrano: Me llena de alegría que la acción solidaria institucionalizada ahora como “mutual” se recuerde y se festeje. Que sean reconocidas cada una de las instituciones solidarias, la federaciones y confederaciones, como así también los organismos estatales locales, su gente e INAES. Es muy bueno que se conmemore y aproveche para emular tantas acciones positivas.

-P: ¿Pero, qué le ve de especial a este día?

-Gral. B: Es el reconocimiento formal a nuestros amigos, que en las mutuales de todo el país trabajan día a día por el bien de sus asociados y de la comunidad. Pero, ¡esto no es nuevo! Hay que aprovechar para acordarse de las numerosas acciones solidarias de los antepasados. En tanto el hombre es hombre, débil y racional, la solidaridad ha sido necesaria y ha ido de su mano, porque ese acto, enaltece a quien lo practica y beneficia a quien lo recibe. La solidaridad, base del mutualismo, se practica desde siempre. En Argentina, en el ’45 se instituyó formalmente por decreto para las mutuales. Pero -como si eso fuera poco- no puedo dejar de decir que se reafirmó el respaldo a lo económico social al ser reconocido el Día de la Solidaridad, cada 26 de agosto en conmemoración al nacimiento de la Santa Madre Teresa de Calcuta.

-P: ¿Usted nos puede hacer recordar algunas acciones solidarias que le hayan impactado, o en las que usted ha participado, de importancia en nuestro país?

-Gral. B: Mire amigo, debemos recordar que la solidaridad fundamentalmente significa e implica hacerse sólido, fuerte. Fortalecerse por el apoyo de otro y el que ayuda a otro también se fortalece…La ayuda puede ser de diferentes formas, no sólo material; muchas veces e moral, espiritual… ejemplar. Así, quizás una de las acciones solidarias que más me llamó la atención, fue la del Éxodo jujeño. El Éxodo le brindó la visión de seguridad al pueblo ante un ataque, sino que les suministró la envergadura unitiva, de fortaleza por la adhesión ante la adversidad, de movimiento conjunto ante un problema común y por un futuro mejor. La acción fue de grandeza, no de cobardía. Abandonar ¡la totalidad de lo propio! en función de un bien común. También, en las circunstancias cruentas, en acciones limites, en batallas y guerras renace la solidaridad, por lla acción común, cuando (a riesgo propio) se curan entre los mismos soldados; las enfermeras y médicos dan apoyo o higiene; les hidratan; abrigan; reparten escasos medicamentos, etc. Esas acciones eran propias de monjitas o voluntarias. Les puede llamar la atención ¡que lo hiciéramos con los propios enemigos! Respetábamos a sus heridos o sus muertos. ¡Pero eso no es todo! He visto la solidaridad en acción positiva, al ser unitiva. He visto que la ayuda mutua soporta la fortaleza de la unidad ante la diversidad. La unidad solidifica. Así dimos una unidad de lengua para armonizar la acción común de los habitantes en el litoral por el 1.800. Creamos una bandera, y propusimos un símbolo para consolidar el amor y la entrega. Cuando dimos un uniforme les diferenciamos entre amigos y enemigos. Cuando proclamamos Generala a la Virgen le dimos una mística única y protección de fidelidad y credibilidad sobrenatural.

-P: Eso debió llevarle mucho tiempo a usted y a su gente, pensar, diseñar, hacer… son muchos años de esfuerzo.

-Gral. B: Usted está dando en el clavo mi amigo. Sepa que mi vida fue corta. Nací en 1.770 y vivir 50 años. Le he dado a esta Patria poca vida, pero toda e intensa. Desde que tuve uso de razón, me volqué al Servicio. Creo que ese es el sentir del dirigente (de ayer y de hoy) y espero que sea el estilo del dirigente mutual. Es una oportunidad en las que el servicio al bien común, es un honor y rescatan la nobleza humana. La actitud es de vigilia, de tensa preocupación sobre lo que se debe hacer. De cierta “disconformidad”, permanente, con las cosas como están.

-P: Pero, señor ¡hay que trabajr para el comercio y la economía, General! Usted debería haber pensado en su futuro personal, su bienestar. Su padre era un prominente comerciante. Con todo respeto, ¡Usted debería reconocer esa profesión, si no ejercerla!

-Gral. B: Yo soy abogado y licenciado por profesión, devenido economista. Periodista y diplomático como ejercicio publico esporádicamente, pero mi vida ha sido la de militar. Aprendí a serlo y vivirlo. Reconozco la necesidad del comercio e industria, pero mi idea es la de no “someterse pasivamente a los dictados del mercado, (sino a) la preocupación por crear trabajo y transformar la educación,…” Denosto el egoísmo mercantilista ya que “…el comerciante no conoce más patria, ni más rey, ni más religión que su interés propio; cuanto trabaja, sea bajo el aspecto que lo presente, no tiene otro objeto, ni otra mira …” Y respecto a los que reciben regalos (prebendas) por su función pública, le digo que: “nada hay más despreciable para el hombre de bien, para el verdadero patriota que merece la confianza de sus conciudadanos en el manejo de los negocios públicos, que el dinero o las riquezas…; he creído de mi honor y de los deseos que me inflaman por la prosperidad de la patria, destinar los expresados cuarenta mil pesos para la dotación de cuatro escuelas públicas de primeras letras. No (les) debe sorprender (esto). Ya había renunciado (antes) al sueldo como miembro de la Junta. …”

General Manuel Belgrano.
General Manuel Belgrano.

-P: Entonces, ¿usted trató de ser un ejemplo?

-Gral. B: Le digo, señor periodista, que “la de los hombres públicos, sea cual fuere, debe siempre presentarse, o para que sirva de ejemplo que se imite, o de una lección que retraiga de incidir en sus defectos”. Se ha dicho, y dicho muy bien, “que el estudio de lo pasado enseña cómo debe manejarse el hombre en lo presente y porvenir” Yo emprendo escribir mi vida pública … con el objeto que sea útil a mis paisanos… porque el único premio a que aspiro por todos mis trabajos, después de lo que espero de la misericordia del Todopoderoso, es conservar el buen nombre… Y le recuerdo que “en los primeros momentos en que tuve la suerte de encontrar hombres amantes al bien público que me manifestaron sus útiles ideas, se apoderó de mí el deseo de propender cuanto pudiese al provecho general,… dirigiéndolos particularmente a favor de la patria.”

-P: ¿Qué les cabe al Mutualismo y a los dirigentes mutualistas en el día de hoy?

-Gral. B: Lo importante, a mi manera de ver, es que este espíritu de ayuda reciproca prospere, se difunda y permanezca. Hacer el bien “oportuna o inoportunamente”. La Madre Teresa, un ejemplo en eso. Pero son pocos y el bien que se hace, siempre es escaso. Todos deben moverse siempre con generosidad, pero no solo con bienes o dineros. Pueden, serlo con su tiempo. Darle tiempo a otra persona, es dar la vida por el otro. La mutual es una herramienta muy útil para ejercitar esto.

-P: ¿Ha visto en estas circunstancias pandémicas, buenos ejemplos?

-Gral. B: Muchísimos. Mutuales que han focalizado sus “reglamentos” en la ayuda a los más necesitados, a la alimentación y la salud. Gran acción de lo mutual, pero no debemos descartar a la innumerable cantidad de habitantes que se han movido y se mueven para realizar: donaciones; condonación de deudas y obligaciones; médicos, enfermeros que ofrecen servicios gratuitos; plataformas solidarias; apoyos docentes a escolares necesitados. Apoyo espiritual. Voluntariado en hospitales, donaciones de sangre y plasma. Armado y atención de merenderos, comedores escolares, comedores comunitarios-barriales. Buscar y donar ropa. Ayudar, alentar y acompañar ancianos; hacer tramites o compras para los incapacitados; cadenas de oración; desarrollos de viviendas sociales…Esto me hace mantener la fe en este país.

-P: En Mendoza, ¿ha conocido ejemplos de solidaridad?

-Gral. B: Recuerde, joven, que no soy de esta provincia, pero el bien trasciende las fronteras y el tiempo. He conocido personalmente la entrega de mis amigos Tomás Godoy Cruz y Fray Luis Beltrán, por ejemplo. Personas comprometidas con lo socio-económico, he sentido nombrar a Civit; Santos Totera de Godoy Cruz y el Cura Arce; el Dr. Notti, médico pediatra; don Carlos Magni y la doctra Elvira Castro, promotores del cooperativismo y en el Sur a Miguel Soler. Más actuales el Padre Contreras o el Dr. Albino. He perdido los nombres, de cientos de mujeres, niñas y varones que día a día entregan su vida en Mendoza y en todo el país y el mundo. Digno es recordar por lo menos sus acciones.

-P: Sin embargo hay envidias, rencores mezquindades… parece que nunca se van a solucionar.

-Gral. B: Estimado paisano, he sentido hablar de “la grieta”. Siempre estuvo y si no pregúntele a los próceres… Siempre va a estar, porque viene desde Adán y Eva, desde Caín y Abel. Pero, no se distraiga con la mala noticia cotidiana. Por más que parezca permanente, es fugaz en los tiempos de la historia. Vea con alegría y esperanza, el futuro de esta Provincia. de nuestro país y del mundo. Le doy una primicia (o se la hago recordar), a Ud. y a los lectores... al final el bien triunfará.

*El autor es además profesor de Economía, especializado en Economía Social en el país y el extranjero. Ex director y asesor del INAES, promotor y asesor de mutuales y cooperativas en Mendoza y en el país.

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