Cuando uno piensa el rol de las conducciones políticas, en los últimos 40 años de democracia de nuestra provincia, ve procesos de construcciones con diferentes características, matices e identidad.
Pero con 10 gobiernos desde el 83′ a la actualidad, 5 peronistas y 5 radicales, resulta clave analizar el recambio y el traspaso generacional para entender dónde estamos, que desafíos tenemos y hacia dónde vamos.
Entendiendo a nuestra generación como hija del neoliberalismo, pudimos ver cómo gran cantidad de políticos destruyó el entramado social, fomentando el individualismo y desideologizando desde las discusiones hasta las luchas. Sin embargo, mediante las organizaciones sociales y sindicales, cientos de jóvenes defendieron lo colectivo, resistiendo la desesperanza imperante.
En nuestras generaciones, las juventudes finalizamos nuestros estudios y planificamos nuestro futuro familiar y profesional atravesados por la crisis del 2001.
Futuros poco prometedores se avizoraban, pero en forma disruptiva, surgió Néstor Carlos Kirchner, un referente parte de una generación política, que con decisiones auténticas como el no ingreso al ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas, y el pago de la deuda al FMI, Fondo Monetario Internacional, propuso un nuevo rumbo para la Argentina, pero principalmente para nuestra generación.
Inicialmente descreyendo, tales actos de hidalguía motorizaron mi participación activa en la política ya teniendo en claro que era el lugar adecuado para generar las condiciones necesarias a fin de que las nuevas generaciones tengan oportunidades para poder desarrollar ese proyecto de vida que a mí me generó dudas a los 18 años.
Por todo esto, siento que tenemos el desafío de discutir esas políticas que ya generaron esa destrucción del entramado social mencionado, los antivalores y sus consecuencias.
Nuestra generación, a la que interpeló Néstor, esa que muy bien nos representa en el Congreso de la Nación, por ejemplo, es en nuestra provincia la que propone esas políticas que tienen como objetivo la felicidad de nuestro pueblo.
Mendoza supo ser la joya de Cuyo. Al recorrer la región, se puede ver su deterioro.
Con el PBG per cápita más bajo que San Juan y San Luis, al igual que el salario docente y de los médicos.
Tenemos que discutir la matriz productiva, pero también debemos tener en cuenta que el achicamiento del Estado no funcionó en los 90′ y tampoco funciona hoy en nuestra provincia.
* El autor es titular de la Delegación Cuyo de Anses y Precandidato a Intendente de Las Heras.
