Por fin en Mendoza, nos hemos dado cuenta que el que produce un accidente por ingesta de alcohol deberá abonar los tratamientos médicos y atención hospitalaria en caso de existir heridos o muertes.
Sabemos que en Mendoza es posible tener hasta 0,5 g/l de alcohol en sangre. Por encima de esa cantidad, se considera que el conductor ha violado la ley y, por lo tanto, debe tener un castigo.
Hasta ahora la pena se trataba de la indicada por la ley, pero el conductor ebrio, era atendido por sus heridas en los hospitales públicos, sin tener que pagar absolutamente nada. Y eso no era algo justo. Porque teníamos que pagar los que contribuimos a sostener los gastos del estado, el tratamiento de aquel que incumplió la ley y por su estado de ebriedad, produjo en daño económico en la atención hospitalaria estatal.
Era tiempo que nuestros legisladores se dieran cuenta de que no es justo que quienes no tenían nada que ver, tuvieran que soportar el gasto que producía un conductor alcoholizado en atención hospitalaria, gastos médicos o de remedios.
Si el violador de la ley, había a sabiendas conducido con más alcohol en sangre que lo permitido por le lay, era justo que tuviera su merecido.
De la otra forma, era castigar al contribuyente a soportar el gasto que había cometido el que había incumplido la ley.
De allí que el haber dictado la legislación que exige que el que produjo un daño conduciendo en violación de la cantidad de alcohol en sangre que podía tener, corra con los gastos producidos por su accionar es algo muy positivo.
* El autor es abogado.
