Otra vez abordamos el tema del agua. Hace días era la problemática de barrios del piedemonte: algunos carentes del imprescindible líquido y la captura clandestina para abastecerse por parte de ciertas familias, al no poder disponer del servicio. Ahora volvemos sobre el recurso que tanto importa a una provincia semidesértica como la nuestra.
La escasez hídrica o el desbalance hídrico (más demanda, menos oferta), que desde hace años afecta al territorio, genera urgencia para enfrentar y solucionar el problema de la falta del recurso estratégico del agua.
Por eso hay expectativas en los trabajos que en forma conjunta desarrollan el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Departamento General de Irrigación (DGI), en el cometido de cuidar el recurso agua, usarlo de forma eficiente y optimizar los sistemas de tratamientos de efluentes para avanzar en la sostenibilidad industrial. Es lo que hacen técnicos y especialistas de la Regional Cuyo del INTI, que detectaron la exigencia de intervenir en la temática para colaborar, junto a otras instituciones, en la asistencia técnica, transferencia de conocimientos y el desarrollo de nuevas tecnologías para las industrias en temas de consumo de agua y tratamiento de efluentes.
El trabajo consiste, en primera instancia, en una etapa de relevamiento general en el que se estudia la legislación vigente, el proceso productivo, los caudales generados, se relevan instalaciones y se realizan diferentes muestreos para la medición y control de los parámetros exigidos por el DGI.
En una segunda etapa, se hace la caracterización físico-química de las corrientes de aguas y parámetros de control. Posteriormente, se inician los ensayos de tratabilidad que permitirán, a nivel piloto, establecer qué procesos y operaciones son adecuados para un tratamiento; se realizan tratamientos físicos, físico-químicos y biológicos. Finalizadas estas etapas, se realizan propuestas de mejora para la optimización de los procesos productivos Y del funcionamiento de las plantas de tratamiento de efluentes.
La función esas las plantas es adecuar las características físicas, químicas y biológicas del líquido residual a las establecidas por la normativa correspondiente, es decir que estos efluentes puedan ser reutilizados produciendo el menor impacto posible en la contaminación o degradación de las aguas, tanto superficiales cuanto subterráneas, para sus futuros usos.
De ser así, quedarían abandonadas al pasado contaminaciones de empresas que volcaban efluentes peligrosos al canal Pescara o los casos de contaminación de acuíferos cercanos a la refinería de YPF Luján de Cuyo.
Inclusive, el INTI está trabajando, junto a instituciones, asociaciones y cooperativas del sector vitivinícola, en temas vinculados al desarrollo de nuevas prácticas para lograr la disminución del uso de sustancias e insumos contaminantes, como soda cáustica y ácidos, responsables de problemas en los parámetros de vuelco de efluentes por el gran aporte de conductividad que realizan. También en la asistencia para la optimización del diseño y operación de plantas de tratamiento de efluentes.
El valor agregado de cualquier producción se obtiene a partir de la optimización y uso eficiente de las materias primas e insumos utilizados en el proceso de elaboración, lo cual tiene un impacto sobre el costo de elaboración por producto.