Cuando una letra hace la diferencia

En la vida diaria, en el deseo de economizar tiempo, hablamos apurados y nos parece que el cambio de un sonido por otro, en la oralidad, y la permuta de un grafema por otro, en lo escrito, no traen consecuencia alguna y carecen de importancia. Daré algunos ejemplos que demuestran lo contrario:

Cuando una letra hace la diferencia
En el aire - Por María del Rosario Ramallo

ALCAIDE Y ALCALDE: Los dos términos son de origen árabe, con un significante similar y un significado que se relaciona con funciones de gobierno. Un ‘alcaide’ tiene a su cargo el gobierno de una cárcel; hasta fines de la Edad Media, un funcionario de esta índole se encargaba de la guarda y defensa de algún castillo o fortaleza. Según el diccionario  académico, no posee un femenino diferente sino que se dirá ‘el alcaide/la alcaide’. Por su parte, ‘alcalde’ y su femenino ‘alcaldesa’ registran como significado “autoridad municipal que preside un ayuntamiento y que ejecuta los acuerdos de esta corporación; delegado del gobierno en el orden administrativo”. En otro orden de cosas, en el juego de naipes, el ‘alcalde’ es la persona que reparte las cartas y no juega. En un pueblo y en otro tiempo, el alcalde era el juez ordinario que administraba justicia. En las danzas, puede ser el principal de ellas, el que las guía y conduce o el que gobierna alguna cuadrilla.

PRESUNTO Y PRESUMIDO: Estas dos formas de adjetivos, en realidad participios, provienen de “presumir”, verbo que posee distintas acepciones, las cuales explican los diferentes matices que toman estos dos derivados. El diccionario nos dice, en primer lugar, “suponer o considerar algo por los indicios o señales que se tienen”: Presumo, por su conducta, que Juan está equivocado.  Además, significa “mostrarse muy orgulloso de sí mismo o de sus cosas”: Todo el tiempo presume de ser el mejor. Una tercera acepción es la de “preocuparse mucho del aspecto propio para parecer atractivo”: Siempre cuida su aspecto porque le agrada presumir. Conforme a estos significados, se da el valor del participio irregular ‘presunto’, como “supuesto”, ligado a la primera acepción de ‘presumir’:  presunto asesino, presuntas irregularidades. En cambio, ‘presumido’, el participio regular, tiene que ver con los otros valores de ‘presumir’, puesto que equivale a “vano, jactancioso, orgulloso, que tiene alto concepto de sí mismo”: Es inaguantable por lo presumido. 

AFABLE Y EFABLE: Estos dos términos están emparentados no solamente por su significante parecido, sino también por su etimología. En efecto, se encuentra en su corazón el verbo latino “fari”, que significaba “hablar” y que ha dado muchos resultados al español: ‘fábula’ y ‘fabular’, ‘infante’ e ‘infancia’, ‘afable’ y ‘afabilidad’, ‘efable’ y ‘efabilidad’ son una muestra de ello. ‘Afable’ es “agradable y dulce” porque es suave en la conversación y en el trato; también, “que se puede decir y expresar con palabras”: Su trato es correcto, afable. El otro adjetivo, ‘efable’, encierra también la idea de ‘hablar’ y se le suman la preposición latina “ex”, que da la idea de lo que sale al exterior, además del sufijo de posibilidad –ble; en suma, ‘efable’ es “lo que se puede expresar debidamente”. Lo contrario, en ambos casos, es ‘inefable’: Sentía una paz inefable. Los sustantivos correspondientes son, respectivamente, ‘afabilidad’ y ‘efabilidad’.

DELACIÓN y DILACIÓN: Nuevamente, nos debemos remitir a los verbos con que se relacionan estos sustantivos. En el caso de ‘delación’, cuyo significado es el de “acusación, denuncia”, debemos ir a ‘delatar’, con estos valores: “Revelar a la autoridad un delito”, como El testigo protegido delató a cada uno de los culpables. También ‘delatar’ es “descubrir, poner de manifiesto algo oculto y, por lo común, reprochable”: Esos gestos sospechosos lo delataron. En cambio, ‘dilación’ es una “demora, tardanza, detención de algo por un tiempo”: El mal tiempo reinante ha ocasionado la dilación de los horarios de vuelo. Se vincula con el verbo ‘dilatar’, cuyos principales valores significativos son “extender, alargar y hacer mayor algo, que ocupe más lugar o tiempo, aplazar, retrasar”: Han dilatado el plazo para presentarse a ese concurso. Se dilata la espera.

ESPECIA Y ESPECIE: En este caso, el cambio de la vocal final trae como consecuencia un cambio de significado; para ‘especia’ el valor significativo es “sustancia vegetal aromática usada como condimento”. Así, una tienda de especias venderá productos útiles a la hora de cocinar. En cambio, ‘especie’ puede ser equivalente a un “conjunto de elementos semejantes entre sí por tener uno o varios caracteres comunes” y, también, “cada uno de los grupos en que se dividen los géneros y que se componen de individuos que, además de los caracteres genéricos, poseen otros caracteres por los que se asemejan entre sí”: Protegen con esta ley algunas especies en extinción.

ABSORBER y ABSOLVER: Estos dos términos tan parecidos en la pronunciación, pero que se escriben con distintos grafemas, tienen significados diferentes; el primero significa “atraer y retener, respectivamente, un líquido o un gas o vapor”; también “consumir enteramente algo”. Respectivos ejemplos serían La tierra seca absorbió rápidamente el agua. Los estudiantes absorbieron cada enseñanza de esa clase magistral. En cambio, ‘absolver’ es “dejar libre a alguien de un cargo u obligación” y, en el ámbito del derecho, “declarar libre de responsabilidad penal a un acusado”: Lo absolvieron de toda culpa.

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