Construir la democracia que vendrá: pensar el futuro para acordar y actuar hoy

La escuela secundaria necesita una transformación y para lograrla lo primero que hay que hacer es retener a los y las 180 mil estudiantes que dejan la secundaria cada año.

Construir la democracia que vendrá: pensar el futuro para acordar  y actuar hoy
CIPPEC

Proyectar a futuro es de por sí un ejercicio difícil. Y lo es más aún cuando se trata de pensar el futuro de un país y en un contexto de incertidumbre y desconfianza como el que atraviesa Argentina.

Sin embargo, el 2023 también presenta un logro histórico. El próximo 10 de diciembre cumpliremos 40 años de democracia ininterrumpida por primera vez en nuestra historia.

Desde CIPPEC decidimos tomar este hito como punto de partida para pensar los próximos 40 años de Argentina.

Proyectamos escenarios para el 2063 y, por las tendencias que van a afectarnos (como la crisis climática o el impacto de la digitalización), puede haber escenarios más pesimistas y otros más optimistas.

Nos concentramos, en el marco de nuestra iniciativa Democracia 40 (40D), en cómo llegar a los escenarios más optimistas a partir de diez propuestas de política pública que contribuyan a encontrar soluciones de fondo.

¿Y por qué no comenzar por una de las instituciones que más contribuyen a la realización de los proyectos de vida de las personas y al desarrollo económico y social del país?

La escuela secundaria necesita una transformación y para lograrla lo primero que hay que hacer es retener a los y las 180 mil estudiantes que dejan la secundaria cada año.

Una de las propuestas que busca atacar esta problemática es la implementación de Sistemas de Alerta Temprana (SAT) orientados a reducir el riesgo de exclusión escolar.

Hoy sólo dos de cada diez estudiantes que ingresan al nivel primario llegan al último año de la secundaria en el tiempo teórico esperado (12 años) y con aprendizajes satisfactorios en Lengua y Matemática.

Con el objetivo de prevenir la exclusión de la secundaria de los y las jóvenes, utilizando un sistema de información nominalizado de estudiantes y equipos escolares formados, los SAT buscan intervenir oportunamente en situaciones en que se detecta un riesgo.

El insumo esencial de dicho sistema son los datos que registra el mismo sistema educativo: asistencia, calificaciones, condición socioemocional y contexto en el que viven, entre otros, a fin de monitorear las trayectorias y disparar alertas cuando corresponda abordar una situación problemática.

Hace más de un año empezamos a trabajar en equipo con las provincias de Mendoza y Entre Ríos, para impulsar la digitalización de la información educativa e implementar los sistemas de alerta temprana.

La clave es organizar la información, las acciones y el seguimiento de cada estudiante.

Estas acciones se despliegan a partir de tres ejes: favorecer el acceso a la escolaridad de quienes, por algún motivo, tienen dificultades para sostenerla; orientar y acompañar a los y las jóvenes que tienen un vínculo debilitado con la escuela, y, por último, la recuperación de aprendizajes.

Transformar la escuela secundaria significa que ella pueda igualar oportunidades para efectivamente contribuir al desarrollo socioeconómico de un país.

Y Argentina, a las puertas de lo que pueden ser unos próximos 40 años de democracia en crecimiento, igualdad de oportunidades y más y mejor empleo, no puede darse el lujo de hacer caso omiso de un presente educativo marcado por la inequidad social.

Reunamos coraje, utilicemos los 40 años de democracia ininterrumpida que alcanzamos como inspiración y aceptemos que aún en tiempos de incertidumbre es posible proyectar el futuro.

* Gala Díaz Langou es Directora ejecutiva de CIPPEC.

* Esteban Torre es Director de Educación de CIPPEC.

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