“El dinero mejor gastado es el dinero de los viajes”: eso afirman los que desean trotar por el mundo conociendo, fijándose en los ojos las maravillas que este mundo encierra.
Muchos anhelan con salir del país, meterse en la geografía de otros lugares que son famosos por sus paisajes, por sus legados culturales, por su historia. Europa es uno de los destinos más agraciados. Y, claro, tiene tantas cosas para mostrar que en un viaje de un mes apenas se le ve la punta al iceberg, y es necesario invertir mucho tiempo para conocer en detalle todo lo que ofrece.
Estados Unidos es otro de los atractivos turísticos. Y claro por su potencialidad por su nivel de vida lo hace querible para muchos que quieren poner su poto en el asiento de un avión.
También se está difundiendo el deseo de visitar algunos lugares de Asia,y Japón es uno de esos destinos. Japón es un país que primero se ríe (“Ja”) y después explota (“Pon”).
Ahora, con la pandemia se ha visto reducida la oportunidad de hacer viajes largos y las empresas de turismo han visto disminuir los pedidos de manera tan alarmante que algunas están al borde del precipicio.
Muchos de los que optan por conocer lo extranjero no conocen nuestro país. Y es una pena, porque se pierden lugares realmente impactantes en un viaje que recorra la geografía argentina.
Desde el norte, allá en la Quiaca, hasta Tierra del Fuego, se suceden los lugares para el asombro. Uno encuentra de todo: praderas, lagos, ríos, desiertos, montañas, selvas... De todo tiene para ofrecer este país que tenemos y que a veces conocemos poco.
La lista no cabría dentro de esta columna porque es extensísima, pero baste con citar algunos: la Quebrada de Humahuaca, los Valles Calchaquíes, Talampaya, Ischigualasto, nuestra Mendoza en toda su variedad, Córdoba con sus atractivos, los lagos del Sur, los glaciares, la cordillera, las Cataratas del Iguazú, y si vamos por el lado del mar, Ushuaia, Puerto Madryn, San Antonio Oeste, y toda la Costa Atlántica de Buenos Aires.
Y un montón de lugares más, que producen el asombro de aquellos que los visitan. Argentina es un país pródigo en paisajes y muchos de ellos reciben la consideración internacional.
Sería bueno que, antes de cruzar mares, nos demos una visita por lo que tenemos, por lo que nos pertenece. Nos sorprenderíamos.
Pisar el suelo de uno antes de pisar suelos ajenos puede ser una buena elección para aquellos que les gusta regodearse con los paisajes.
Argentina tiene de todo, como para que nos quedemos satisfechos. Es este un país hermoso que merecería la atención de todos sus habitantes. Es decir, de los que puedan porque hay algunos que no llegan ni a la esquina.
Ojalá se abriera a todos alguna vez y todos podamos sentirnos orgulloso de lo que es una parte esencial de nuestra soberanía