El comienzo, los ataques a Milei
Me extraña que los primeros párrafos de la carta estén dirigidos a criticar con dureza, con sobrados argumentos por cierto, al actual presidente, augurando que los resultados de la gestión son lo peor y más grave que le puede pasar al pueblo argentino. Un liderazgo dice de “caos y destrucción”.
Los dramas de la Argentina, por donde debió comenzar
Sostengo que el drama de la Argentina hoy es la pobreza en que está sumida más del 52% de su población, la falta de crecimiento del PBI, el endeudamiento, el crecimiento sistemático de la desigualdad, reflejada en el desaparecimiento de la clase media, la caída en la calidad de nuestro sistema educativo, por mencionar solo los principales. Entiendo que una carta abierta debería comenzar por los problemas de los argentinos, no por las descalificaciones entre sus dirigentes políticos. El agravio sostenido entre unos y otros no ayuda a la solución, al contrario la obstaculiza.
Cuál es el fin de hacer política
El objetivo de las fracciones políticas debiera ser, como decía el viejo general, la felicidad del pueblo y grandeza de la Nación, no solo ganar elecciones. El triunfo, acierto, éxito, de un movimiento político no se mide insisto por los éxitos electorales, sino por cómo bajo la pobreza, aumento el PBI, disminuyó la deuda, eliminó la inflación, etc, etc. Uno suele comenzar por lo que considera más importante, principal. Es el encabezamiento lo que marca el rumbo. Con claridad entonces, no comparto el propuesto por Ud. y creo que no contribuye al mejor destino de la mayoría de los argentinos.
El análisis de los 40 años
Hace luego un breve análisis del periodo democrático dividiéndolo en cuatro etapas cuyos títulos dicen todo: el primero, desde 1983-1989 lo titula: “después de la noche”; el segundo desde 1989 al 2001 lo titula: “la convertibilidad o la fantasía de que 1 dólar igual 1 peso”; el tercero desde el 2001 al 2015 lo titula: “El ciclo virtuoso: Desendeudamiento y movilidad social ascendente” y por fin el cuarto desde el 2015 lo titula: “El retroceso: endeudamiento, estigmatización, persecución y proscripción”.
Obviamente descalifica los dos primeros y el cuarto, siendo el tercero el ciclo virtuoso. Frente a esta valoración de nuestra historia reciente antepongo los números de la realidad, para esos mismos periodos. Pobreza, es cierto que del pico del 89 pasando el 50% se retrocedió a un 22/23% en 1994, pero inmediatamente el índice volvió a crecer, y terminó tanto el período de Menem, con un 28%, como el de de la Rúa con otro mas de 50%. En el “ciclo virtuoso” la pobreza descendió también allá por el 2010/11 al 22/24% y luego volvió a subir hasta el 2015 terminando en el 27/28%. De ahí en más subió sistemáticamente hasta el actual 53%.
Otro tanto ocurrió con el PBI, sin crecimiento los primeros ocho años, el segundo período tuvo un ciclo de crecimiento cuya curva cambió en 1998 para comenzar a descender abruptamente hasta el 2003. Ahí volvió un período de 6/7 años de crecimiento y luego el estancamiento. Sra. en los últimos 4 años de su mandato el PBI subió un 1,5% y la inflación y endeudamiento también crecieron. Es cierto que este último tuvo un período de significativa disminución con la renegociación de la deuda luego del default, pero a partir de ahí, 2008 aproximadamente, el endeudamiento volvió a crecer. Otro tanto ocurrió con la inflación. En el 2003 el dólar se cambiaba a 2,90, precio que se mantuvo durante 5/6 años, en el 2015 el dólar estaba a 14,32, cinco veces más. Inflación en aumento. Podríamos seguir con calidad educativa y tantos otros temas caros a los argentinos de a pie, en ninguno período tenemos números exitosos sostenidos en el tiempo, todos, sin perjuicio de algún veranito, empeoraron a la larga, también durante el que llama “ciclo virtuoso”. Sería un buen tema para encarar el futuro repasar con sinceridad y objetividad lo que ocurrió en estos 40 años y por qué no se encararon reformas estructurales que hicieran permanente los momentos de crecimiento, disminución de la pobreza, estabilidad macroeconómica que en algún momento se dieron.
El futuro
Viene luego la propuesta para el futuro. Afirma entonces que hay que “enderezar lo que se torció” y esta afirmación importante necesita aclaración. Si enderezar es volver a lo que llama “ciclo virtuoso” no lo comparto, porque no fue tal. Hay muchas cosas a cambiar de un largo ciclo, 40 años, en los cuales el peronismo gobernó 28, y en el que la inmensa mayoría de los argentinos está mucho peor y ni que hablar del país en su conjunto. Tenemos que corregir errores para lo que hace falta explicitarlos ante nosotros y ante el país entero para que exista alguna posibilidad de que nos crean.
Hay que terminar con la eterna descalificación del que piensa distinto. Tenemos muchas diferencias con el pensamiento político/económico del actual presidente y quienes coinciden con él. Pero él y la inmensa cantidad de argentinos que hoy creen y esperan de su gobierno un futuro mejor merecen nuestra consideración y respeto, ellos son el otro, y Ud. hasta el cansancio ha dicho que la Patria es el otro, afirmación con la que coincido.
Nuestras diferencias con el actual oficialismo
Las diferencias con el oficialismo no son menores, para nosotros el desarrollo/crecimiento tiene un aspecto económico por cierto, pero también uno social y ambiental de igual importancia, algo que aquellos desprecian o ignoran, todo se centra en lo económico/financiero y en el déficit fiscal. Seguramente un error de diagnóstico que pagaremos caro todos. Pero esto no es motivo de una guerra, no es buenos contra malos, verdades contra mentiras, ¡¡no!! Son distintas visiones del hombre, la sociedad, la libertad y los derechos, también intereses distintos, que deriva en propuestas de políticas diferentes que en un país diverso como el nuestro deben convivir en paz, debatiendo, acordando, votando y respetando el estado de derecho, cosa que lamentablemente el actual oficialismo no alienta.
Reconstruir una identidad
Se trata entonces desde nosotros de reconstruir una identidad peronista o como quieran llamarle que exprese una alternativa al actual oficialismo y sus variantes y aliados. Que exprese con claridad cuál es nuestro programa para disminuir la pobreza, lograr crecimiento, estabilidad macroeconómica, una argentina más igualitaria, etc, etc. Un estado más eficiente, con educación de calidad, con salud para todos. Decir con claridad y convicción que estamos dispuestos al diálogo con los que piensan diferente para llegar a un acuerdo sobre algunos puntos básicos que sostendremos en el tiempo y quiebre las décadas de decadencia que padecemos para afrontar un mundo en profundo cambio y crisis.
La corrupción
Entiendo por fin que en su carta se olvidó de un tema que aparece sistemática y cotidianamente en toda charla sobre el estado del país, la corrupción.
En este tema también tenemos que dar explicaciones los peronistas, al igual que toda la dirigencia política. Sin hacer nombres me hago eco de lo que una gran cantidad de argentinos dirían, su indignación por los centenares de ex funcionarios que ostentan y disfrutan bien estar económico que jamás podrán justificar con los sueldos que percibían del Estado, de todas las fracciones políticas, también de la nuestra. Basta de hipocresía, este tema hay que enfrentarlo con la misma firmeza que los otros que nos aquejan, sino no tendremos futuro, y entiendo por futuro deseable no solo volver a ganar una elección, sino que si ello ocurre obtengamos resultados muy distintos a los obtenidos en estos 40 años que pasaron.
Decía el arzobispo de Buenos Aires que ante el doloroso índice de pobreza buscar culpables era de mediocres, y tenía razón. Debemos buscar soluciones no solo culpables, eso lo hará la Justicia y la historia.
Somos todos necesarios, todos, Ud. y el actual Presidente también.
* El autor fue gobernador de Mendoza.
