Claves: libertad de trabajo, respeto por la salud y política económica

El autor asegura que es necesario trabajar con todos los sectores para generar los consensos necesarios para atravesar este preocupante escenario.

Claves: libertad de trabajo, respeto por la salud y política económica
Foto: Orlando Pelichotti /Los Andes

En esta época tan atípica para la humanidad, observamos que la situación del país se complica y confunde. Los efectos de Covid-19 crecen y restringen a la vida cotidiana, en lo sanitario y en lo económico.

La Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) se ha expresado en incontables oportunidades, sobre la parálisis de la mayoría de las actividades económicas, tanto a nivel nacional, como provincial.

Está a la vista el cierre de todo tipo de comercios e industrias (estas últimas en todo su importante universo) como también la complicada situación de la vitivinicultura, la agroindustria; todas pymes. Esto acarrea la consecuente y masiva pérdida de empleo. Se asegura que la pandemia dejará un 50 o 60% de pobres y miles de empresas cerradas, las que no vuelven a abrir.

Sin dudas, las áreas vitales que parecen dominarlo todo son la Salud y Economía. Pero ya estamos sufriendo los efectos de esta crisis en otras como la Educación, la Seguridad, el resto de la Salud, la Justicia.

No vemos un plan económico diseñado por la Nación, para esta época de pandemia y también post pandemia. Esto preocupa seriamente tanto a empresas como a trabajadores. La inquietud es en base a conocer qué les espera en un futuro cercano. Las autoridades deben pensar más allá de este momento.

A nuestros gobernantes les queda implementar todas las acciones sanitarias indispensables para acorralar la enfermedad, atender a los enfermos, garantizar libres actividades para los sanos y brindar los servicios básicos que necesitamos para funcionar como sociedad.

Los empresarios sabemos qué hacer y nos comprometemos a respetar los protocolos correspondientes a cada actividad.

Régimen tributario

La Argentina necesita un doble ajuste en su sistema tributario. Así lo afirma la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, en un plan presentado a las autoridades nacionales hace algunos días y al cual UCIM adhiere en su totalidad.

El plan propone:

· Reducir la presión tributaria, porque el costo Impositivo actual es un impedimento (no el único) para que las empresas sean competitivas.

· Simplificar el sistema, dado que los costos de cumplimento, afectan seriamente la capacidad de acción de las empresas en general.

Según el mismo documento que cita como fuente un ranking confeccionado por el Banco Mundial, Argentina es el país con la segunda mayor tasa porcentual del mundo (106,3), apenas debajo de Comoros (219,6) en el pago de impuestos en relación con las ganancias de las empresas.

El actual sistema Tributario argentino presenta innumerables dificultades y los privados, ya asfixiados por el mismo y acorralados por años y años de una economía con inflación, recesión, altísimos índices de negocios informales y competencia desleal, después de más de 160 días de parálisis o movimiento mínimo, no pueden cumplir con sus obligaciones.

La realidad desalienta a los empresarios a permanecer en la formalidad y genera las condiciones propicias para trabajar en el circuito informal, perjudicando más aún a quienes se mueven en el marco de la ley. Lo que seguramente, se va a ver multiplicado a niveles astronómicos una vez superada la pandemia.

La respuesta del Estado ante esta situación es sólo brindar moratorias para pagar las deudas que se van acumulando, a un futuro muy cercano. Sabe que efectivamente nadie va a poder cumplir ni ahora, ni en uno o dos o tres años, con el pago de la gran cantidad de impuestos y gravámenes a los que se está comprometido por sólo ser parte del ecosistema empresario argentino.

Las diversas actividades económicas Comercio, Servicios e industria, entienden que una reforma total al Sistema Tributario Argentino es indispensable.

Turismo

Los viajes y el turismo son unos de los sectores más afectados por esta crisis y requieren un apoyo urgente, dado que son millones los puestos de trabajo que están en peligro.

Debe marcarse que esta actividad lleva más de 170 días con facturación CERO y soportando sueldos, impuestos, pagos de servicios y otros.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) estima una pérdida de entre 30.000 a 50.000 millones de dólares para este año. El turismo internacional podría caer hasta un 60-80% en el conjunto del año. Se han registrado 67 millones menos de turistas internacionales hasta marzo

En América Latina, más de 6 millones de puestos de trabajo están amenazados. En Argentina representan 1 millón.

Frente a la inadecuada respuesta dada por las autoridades nacionales ante el reclamo de préstamos a bajo interés y a largo plazo para poder enfrentar nuestras obligaciones, no podemos menos que solicitarles que declaren la emergencia para el sector, que permitan el turismo interno y autoricen los vuelos de cabotaje e internacionales y el transporte terrestre.

Pero esto con condiciones realistas. No podemos pretender activar la circulación de pasajeros con la idea de que permanezcan en cualquier destino, haciendo una cuarentena de 14 días.

La construcción, frente a la peor crisis de la historia

La Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza, Cecim, (miembro de UCIM) junto a autoridades de la Uocra, fundados en estadísticas de ambos sectores, concluyeron que asistimos a la peor crisis de la historia de las pymes de la Construcción de la Provincia. La extrema gravedad de la situación se ve profundizada por factores tales como:

· La terminación, entrega e inauguración de obras de 2019.

· La casi inexistencia de licitaciones en el último año y medio.

· La pérdida de más de 10.000 puestos de trabajos registrados, en la Provincia, y más de 150.000 a nivel nacional.

· La inexistencia de líneas de créditos, en el sistema financiero.

· El progresivo deterioro del capital de trabajo, forzado por la venta de bienes y maquinarias, para afrontar gastos corrientes, entre ellos sueldos.

· La inflación.

· El agobio fiscal, más la imposibilidad de despidos, sin trabajo.

· Las deudas.

· Pagos fuera de término, con re determinaciones, que no reflejan la realidad.

· La inexistencia de horizontes.

Esta situación es crítica no sólo para la subsistencia de una gran cantidad de empresas, sino por la amenaza que esto representa para el empleo.

Como si lo expuesto no fuera suficiente, el panorama a corto y mediano plazo es totalmente incierto.

Mendoza no saldrá de las crisis sistemáticas, que se vieron agravadas por la pandemia, con frases resonantes, sino con trabajo derivado de empresas fuertes, probadas, firmes y virtuosas.

Debemos afrontar y propiciar un debate serio, responsable, profesional, debidamente argumentado y que incluya a todos los mendocinos, sobre la matriz productiva y de donde van a surgir los recursos que permitan asegurar trabajo digno, salud, educación seguridad, prosperidad para todos los hombres y mujeres de bien de esta querida provincia.

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